Prólogo.

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Yagura Kagisaki pertenece a los 10 mejores espadachines conocidos como "Pilares". comenzo a ser cazadora de demonios al cumplir 14 años, un año mas tarde ascendio a pilar, convirtiendose asi en Pilar del cristal.

Su actitud casi siempre es relajada y sin interés alguno en las cosas, desde que nació a estado completamente sola, sus padres por alguna razón la abandonaron la razón no se sabe y tampoco es como que le importe, nunca se ha quejado de ello, aún así, antes de convertirse en cazadora de demonios una mujer la entreno por unos meses, era una mujer que vivía cerca de la montaña en que vivía de niña, nunca supo su nombre y tampoco se lo pregunto, no estaba interesada en saberlo.

Actualmente tiene 17 años, dos años como pilar, y segunda más joven entre los diez, se podría decir que una de las más fuertes, su vida es muy aburrida, así lo considera ella, pues decidió convertirse en cazadora de demonios solo por mero azar, no es algo que quisiera o tuviera planeado, es muy ignorante pues no tiene algún objetivo o meta para su vida, simplemente está dejando ver pasar su vida por delante, aveces es arrogante e incluso piensa que las reglas son un fastidio, pero aún así las cumple.

_____

Una mañana como cualquier otra, después de completar una misión en un pequeño pueblo, se encontraba en la sede de la organización para reportar como completada su misión, aunque tenía cuervos mensajeros decidió ir personalmente.

—¡Yagura-chan!—hablo una chica captando la atención de la pelinegra.

—Mitsuri-san hola...—contesto con una pequeña casi inmutable sonrisa.

—queria avisarte que en la tarde nos reuniremos para hacer un pequeño convivio entre los pilares.. ¿irás?—dijo muy animadamente la chica pelirosa.

—eh.. si claro— contestó dudosa, bueno casi nunca decía que no, después de todo no tenía nada que hacer. —me encantaría— contesto y después observó atrás a Muichiro que esté miraba las nubes muy entretenido parecía no estar ahí.

—se complementan—

—al igual que tú e Iguro-san- contesto al instante, casi siempre le hacían burla con Muichiro por ser casi iguales en cuanto a su forma de ser y pensar, claro era solo burla, ya que Muichiro apenas tenía trece.

—¡¡Ni lo digas!!— se sonrojo notablemente—bueno, t-te espero más tarde Yagura-chan..adiós!!!—salio casi corriendo de ahí. La chica se quedó ahí con cara de aburrida, en verdad que Kanroji aveces actuaba extraño a su parecer.

Después de dar el informe caminó hacia donde se supone que sería el pequeño convivio, este se llevaría a cabo en el mismo lugar pero en el campo libre, en este pasaban la mayoría del tiempo los pilares y el jefe, los cazadores de demonios casi siempre tenían misiones, por lo que era muy raro ver a uno de los novatos por ahí.

—¡Yagura-chan a llegado!— dijo energéticamente el pilar de la flama llamando la atención de todos los presentes, le hicieron un espacio para que se sentará en el pasto junto a Kyojuro y Shinobu.

Durante toda la tarde estuvieron jugando y haciendo bromas, bueno más por parte de Kyojuro y Shinasugawa que eran los más energéticos.

Se llegó la noche y todos se fueron cada quien a hacer sus cosas, Muichiro, Kyojuro y Mitsuri se despidieron de la chica, después ella fue a despedirse de Shinobu, le tenía un gran respeto, la chica mariposa casi siempre la invitaba a su finca, no todas las veces le aceptaba la invitación pero aún así, consideración es consideración.

—cariño, ¿no quisieras pasar la noche en mi finca?— dijo dulcemente la pilar insecto.

—me encantaría Koccho-San, pero antes quisiera salir a caminar al bosque—contesto lo mas amable que pudo.

—claro, no hay problema, te espero más tarde—termino y después se dio la vuelta para irse.

La Kagisaki se adentro al bosque, casi siempre iba por las noches, sabía que los demonios salían a esa hora y bueno, era como una distracción, por alguna razón no todos le hacían daño, muchas veces se pregunto el porque y no encontro lógica alguna, de todas maneras nunca bajaba la guardia. Mientras caminaba se oían los crujidos de las hojas puesto a qué era otoño y las hojas caían secas, seguía caminando y se encontro con dos demonios pero de muy baja clase, casi al instante les cortó la cabeza y siguió con su caminata.

Se sentó en un tronco y se percato que había una presencia algo cerca de allí, agarro su Katana para observar el reflejo con el efecto espejo de su Katana hecha a base de cristal, cuando observó una figura de una persona volteo rápidamente y no había nadie, pensó que tal vez había sido su imaginación y simplemente lo olvido como era de esperarse, o bueno eso pensó por un momento ya que le entró un pensamiento, más bien la curiosidad, no paso mucho y se levanto de aquel tronco y camino hacia donde miro aquella silueta y cuando observó quien era casi le da un pequeño infarto.

—Tomioka-san me dio un susto— dijo tranquila pero con una mano en su pecho.

—lo siento, salí a caminar ya que había rumores que dos demonios problemáticos— dijo con su habitual seriedad.

—ah, eso.. no te preocupes por ello ya me encargue— termino la chica— nos vemos Tomioka-san— guardo de nuevo su Katana y siguió caminando, Giyuu después de asentir también siguio su camino ahora aliviado de que no tenía trabajo que hacer.

 𝗘𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗥𝗢𝗦 | ᴍᴜᴢᴀɴ ᴋɪʙᴜᴛsᴜᴊɪ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora