Problemas

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No entendía que pasaba por la mente de aquel demonio. Una vez que se termino de vestir el hombre la cargo y salieron por la entrada principal, todo estaba completamente oscuro pero, la chica sintió una gran satisfacción, entro por esa misma puerta hace unas horas como si fuera una completa extraña, ahora estaba saliendo de esta en brazos del "esposo" de su ahora amiga.

Antes de poder darse cuenta estaban al frente de ese mismo templo, entraron y rápidamente la chica se poso sobre el marco de la puerta de una habitación siendo empujada por Muzan que tomaba su cara y la veía de una forma que dejo sin aliento a Yagura, sus pupilas se dilataron y sin pensarlo ya le estaba comiendo la boca, así es, por primera vez en seis meses la estaba besando, ella incrédula aun seguía con los ojos abiertos, una vez reacciono los fue cerrando disfrutando de los labios del otro, sabían jodidamente deliciosos, su sabor a licor amargo pero al mismo tiempo a..., bueno no sabia como describirlo la dejaron extasiada y sentía como si hubiese sido un laxante para ella, si antes no sabia cual era su sabor favorito, ahora ya sabia cual era.

La excitación comenzó a hacer acto de presencia en la pilar quien ya no podía esperar mas para sentir a Muzan, queria sentir que la hacia suya una vez mas, el lo noto y comenzaba a tocar sus pechos mientras sentía que crecía algo debajo muy notoriamente y la chica sin pedir permiso se arrodillo y no precisamente para rezar.

Abrió el cierre del pantalón de Muzan para sacar su miembro el cual ya estaba duro y volteo la mirada hacia arriba para mirar a Muzan quien la veía con esos hermosos ojos rojos que parecía que brillaban mas de lo normal, era una vista esplendida para ella, el ambiente era oscuro solo existía la poca luz de la luna y de aquellos ojos que de solo mirarla enloquecía por dentro aunque no lo demostrara. Muzan al verla sonrió de lado dándole señales de que lo hiciera y ella comenzó a masturbarle de arriba a abajo y cuando menos lo espero ya lo tenia dentro de su boca, inconscientemente el demonio recogió el largo cabello de la chica y la empujo mas hacia el provocando que casi se ahogue pues no le cabía todo apenas y tenia la mitad de el dentro, ella lo lamia, lo succionaba y lo chupaba como si fuese una profesional, realmente no se necesita ser una experta para hacer eso y parecía que le sentaba muy bien pues Muzan sentía que estaba en el cielo, sentía que estaba mas cerca de venirse.

El también tenia una hermosa vista desde arriba ver a la pilar allí abajo, se veía tan sumisa ante el, tan excitante y... hermosa, antes de perderse complementamente en sus pensamientos se dio cuenta y sentía que estaba por acabar así que agarro con mas fuerza la cabeza de Yagura hasta meterlo todo de una y justo antes de acabar lo saco y se vino en la cara de la pilar y hasta sus pechos, la había llenado de su semen, ¡dios! verla de esa manera solo hacia que se calentara mas, el quería mas, ella quería mas e iban por más.

La cargo y la aventó a la cama de la habitación ya los 2 sin ropa, ver el cuerpo del otro ponía el ambiente más caliente, Muzan no se pudo resistir y la beso de nuevo, ella no entendía porque, desde que lo conocio nunca había tocado sus labios y ahora de la nada lo hacia pero decidió dejar de pensar tanto y mejor disfrutar el manjar que era. El tocaba sus pechos y se metió uno a su boca mientras metía 2 de sus dedos en la intimidad de la chica, noto que estaba ya muy mojada e introducio otro más dedo mas, sentía que ya era momento de penetrarle, de darle la mejor follada de su vida, necesitaba con toda su alma pero antes quería jugar con ella, siguió dedeándola hasta que ella comenzára a gemir más, el demonio quería saber hasta donde podía llegar su orgullo y lo hacia cada vez mas lento hasta que ella por fin habló entre jadeos.

-¡p-porfavor!-

El sonrio -¿por favor que?-

-¡Métela ya porfavoor!-  dijo jadeante, volteo su cabeza muy ruborizada ya no tenía nada que perder, ella era complementamente suya desde hace tiempo.

 𝗘𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗥𝗢𝗦 | ᴍᴜᴢᴀɴ ᴋɪʙᴜᴛsᴜᴊɪ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora