[ MARLENA ] DAMIANO DAVID

Fine inaspettata

- Estás guapísima.

Me miré en el espejo para después mirar tras el a Renzo que estaba de pie.

Estábamos los dos en mi camerino. La estilista que se encargaba de maquillarme y peinarme siempre era muy buena y siempre le agradecía el gran talento que tenía. Me había alisado por completo mi largo cabello y los dos mechones delanteros estaban tras las orejas. Mis párpados estaban degradados por tonos grises y negros junto con glitter plata a juego con mi top.

Estaba realmente feliz porque hacía tiempo que no teníamos un concierto, pero hubiese estado mucho más tranquila si Måneskin no estuvieran esperando a vernos actuar en el palco VIP del teatro. 

Deja de pensar en Damiano, idiota.  

La puerta sonó y Guido entró mirándome con una amplia sonrisa.

- Creo que mejor os dejo solos - se despidió Renzo.

Se podían escuchar el gran murmullo de la gente que había entrado ya y la que aún seguía fuera en la cola. Faltaba menos de 1 hora para el comienzo.

Guido cogió una silla y se sentó a mi lado, mirándome por el cristal del gran espejo.

- Estamos bien, ¿verdad? - me cogió de la mano y me miró de frente - Quiero que estés lo mejor posible y quiero ofrecértelo yo - me besó suavemente la mano y yo asentí.

En los últimos días habíamos retomado el buen contacto y aunque no nos habíamos ni besado ni mencionado lo que fuese que teníamos, estábamos bien. 

Bueno yo no, yo estaba hecha un lío y me quería arrancar los pelos desde el beso de Victoria y Damiano. No me quería meter en nada relacionado con ellos y aunque me decepcioné mucho fue lo mejor para todos.

El chico con el que tenía algo estaba frente a mí. Tenía su pelo negro cayéndole un poco por delante y vestía unos pantalones de cuero negro e iba sin camiseta. 

Guido era la gran sensación de nuestros fans, y era normal. Era un chico guapísimo y muy buen guitarrista. 

- Va a ser un buen concierto - seguía sonriendo y tenía expresión de que algo no me estaba contando.

- Siempre lo son - mi mano rozó su mejilla y mis labios le dieron un dulce beso en ella. 

- Mejor me voy porque no puedo evitar querer hacerte de todo contra esa mesa -señaló la mesa donde estaba todo el maquillaje- y no quiero estropearte ese bonito maquillaje - rió y se levantó. 

- Tendríamos una buena excusa para cancelar el show - bromeé yo también.

Me quedé sola y me hice un par de fotos para Instagram. 

Al poco rato salí yo también del camerino y mis pies se dirigieron a una zonas donde el público no me podía ver pero yo a ellos sí. Y mi mirada se desvió a ese palco VIP que estaba tan cerca del escenario. 

Y allí estaban ellos. Todos menos Damiano.

No pude evitar notar desilusión y el corazón se me contrajo. ¿No había querido venir a vernos?

Apreté mis labios y me di media vuelta. Hasta dónde quería llegar con esta situación.

Me quería convencer de que era mucho mejor que no hubiese asistido, pero sabía que solo quería engañarme a mí misma.

Miré la hora en el móvil y aún tenía el tiempo necesario para ir a mi sitio favorito de aquel teatro y relajarme antes de salir. 

Relajarme e intentar olvidar la desilusión que sentía.