Scuro

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- ¡No sé qué mierdas os pasa! 

Renzo se pasó la mano por la cara en un gesto de desesperación mientras nos echaba la quinta o sexta bronca desde la noche anterior. Y tenía toda la razón del mundo.

- No la metas a ella en esto, fue cosa mía - aclaró Guido bastante serio. Sabía que él también se sentía mal.

Y yo sin saber nada estaba ahí pagando.

- No es que no, no me vengas con esas - lo encaró Renzo señalándolo con el dedo - Somos un grupo de tres, ¿escucháis? ¡TRES! - hizo una pausa y cogió aire - Me parece de puta madre que folléis o hagáis lo que os de la real gana, pero sacar esa información así, a todo el mundo sin haber contado conmigo. 

Yo jugueteaba con los dedos de mis manos y tenía la cabeza agachada.

- Yo pienso igual que tú - le dije - No fue decisión mía hacerlo público. Pero lo hecho hecho está.

Guido parecía tener expresión de culpa y suspiró agachando la cabeza. 

- Ahora nuestro grupo se reduce en la noticia de "beso entre Fiorella y Guido" - Renzo pareció más calmado pero no menos enfadado.

- Lo siento, es que no sé que más decir - suspiró - Hice lo que hice porque fue lo que sentía joder, porque estoy enamorado - confesó y de repente el ambiente se tensó y un silencio invadió el estudio.

Lo que Guido y yo teníamos era genial, nos atraíamos y nos teníamos mucho cariño. Pero nunca habíamos mencionado ni si quiera planteado -o eso creía- que fuera algo como... amor.

- Guido... - solté perpleja mientras observaba como el se miraba las manos nervioso.

Renzo suspiró y en ese momento tan poco indicado la puerta del estudio se abrió. Nos habíamos reunido con Måneskin y yo no tenía fuerza para enfrentarme a un Damiano que ahora me odiaba.

Mi mente no dejaba de repetir nuestro beso una y otra vez, y cada una de esas veces las sensaciones que sentí regresaban a mí.

- Qué tal - saludó Thomas entrando el primero.

Mis ojos buscaron a Damiano y cuando lo vi entrar mi corazón dio un vuelco poniéndome nerviosa al instante.

- Hola besucones - bromeó Victoria sonriente pero se cortó cuando vio que a nadie de los presentes le hacía gracia.

Se sentaron en la mesa dónde estábamos y mi mirada se encontró con la de Damiano. Su expresión era neutra pero no me la evitó.

- Una noche movidita, ¿no? - Ethan soltó en forma de cuchillo asesino.

- No sé, pregúntaselo a la "parejita" - nos señaló Renzo de mala gana y si el ambiente estaba tenso de antes en ese momento se duplicó.

- No me interesan en absoluto estos dos y menos los rollos que se traen - soltó Damiano cogiendo unos papeles - Dejémonos de conversaciones absurdas y comencemos con lo que importa de verdad.

Auch

Su tono fue tan despectivo que no evité sentir rabia.

- Claro por lo que importa de verdad es hablar como un tremendo capullo - mis palabras salieron en un tono de enfado mirándolo.

- Bueno... - comenzó a hablar Thomas - yo tengo una propuesta que quizás os gust...

- No me interesa tu opinión Fiorella, cállate porque haces que me duela la cabeza - me respondió como un completo imbécil.

- No le hables así - Guido dio un golpe en la mesa defendiéndome.

- ¡Pues bien que ayer no parecía que te doliese mucho! - me enfrenté sin pensar lo que decía.

[ MARLENA ] DAMIANO DAVIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora