Capitulo 21.5 Recuerdos de muerte: Perla y Haromi

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Sentí una sacudida al estar de vuelta en el presente, era dificil digerir lo que acababa de vivir, me aparte de Diane, necesitaba respirar, caí en cuenta de algo que ya sabia, pero que no habia dado la importancia que merecia: Eduardo habia asesinado sin recibir castigo durante años, no era la primera vez que se salia con la suya.

Entonces pense en Axel, mi amado ex novio, ahora novio de Yesesnia... y supe que si fallaba él pagaria, seria el principal sospechosos, no podia permitirlo.

Camine hasta el comedor donde estaba la gordita convulsionando, me concentre en sus ojos para tratar de ver sus recuerdos, tardé un poco mas que con Diane pero logre entrar en su memoria.

Al principio no podia ver, sentia el delicioso aroma a chocolate, y escuche el tintineo del cristal que deduje eran copas...o lo dedujo ella ? el aroma se intensifico y senti el fuerte sabor del chocolate amargo, delicioso, cada celula de mi cuerpo pedia mas...

-Es browny bicolor.

-Muy bien Perla, tienes un paladar experto...

Tenia los ojos vendados, eso explicaba mi ceguera, ella lo recordaba a ciegas. Perla estaba realmente exitada con aquel juego, creo que estaba enamorada de Eduardo, o comoquiera que hubiera dicho llamarse.Deslizo suavemente la venda, ahi estaba el en todo su esplendor, tendria entre 25 y 30 años, su piel bronceada brillaba a la luz de las velas. Le tendio una copa de vino tinto - quieres emborracharme - dijo Perla con una voz aterciopelada y coqueta, cogio la copa y dio un pequeño sorbo, y le dedico una sonrisa radiante.

El tomo su rostro entre sus manos y le dio un beso tierno y apasionado, ella correspondio rodeandole el cuello con sus manos, casi pude sentir la intensidad de aquel beso, las mejillas de Perla estaban rojas, se separo y bebio el resto del vino. El quito la copa de sus manos y la beso, subio por sus brazo llenandola de besos hasta llegar a su cuello, se detuvo, aspiro su perfume y susurro a su oido - eres mia ! - la cargo y deposito sobre la mesa. Hicieron el amor con pasion, todo eran besos caricias y gemidos de placer, para mi el sexo habia sido violencia y muerte, Eduardo me habia hecho sentir como una prostituta, no podia entender como era capaz de ocultar su verdadera cara.

Ella sonreia radiante de felicidad, el rostro de una mujer enamorada tiene un brillo especial, el salio de la habitacion un momento y regreso con la camara - quiero recordarte justo asi ! - y le hizo una foto.

Perla quiso levantarse, pero un mareo la hizo sentarse al borde de la mesa - creo que bebi demasiado, nunca paso de dos copas - vi esa sonrisa maliciosa en el rostro de Eduardo, el hizo otra foto, ella lo miro sorprendida, le resultaba sexy verla asi?

Se sentia mareada, y sofocada, sus pensamientos estaban confusos, como si le hubiesen echado lodo a su cerebro, depronto la oleada de calor fue insoportable y todo se volvio oscuro, lo ultimo que vio fue el flash de la camara.

Al abrir los ojos me encontraba en el suelo, temblaba exahusta, revivir aquello me resulto aun mas duro, el la habia enamorado para asesinarla, lo que me sorprendia y asustaba mas era el hecho de que le hiciera el amor despues de envenenarla, ¿ acaso le exitaba la idea de que pudiera morir en sus brazos ? O no lo habia contemplado ?

No quise pensar mas en eso, era demasiado para mi. ¿Como rayos conseguiria detener a alguien tan perverso ? Senti que todo estaba fuera de mi alcance. Pense en renunciar, entonces recorde el rostro de mi madre aquella noche en la delegacion, su mirada de dolor, pense en Yesenia que se habia comportado muy bien acogiendome en su hogar, por ultimo pense en Doña Bertha a quien mande al hospital por buscar una salida facil. No, no renunciaria, me levante decidida a acabar aquella tarea.

Camine hacia la escalera, no me atrevi a entrar a la habitacion donde me asesino. Subi rapido, y ahi estaba la hermosa chica asiatica. La mire directo a los ojos, e hice mentalmente la misma pregunta - ¿ como te mato ?- me sumergi en aquella mirada asustada y sorprendida, de pronto ya no estaba mas en San Marcos.

La vi sentada en el restaurant de un gran hotel, era un sitio costoso, ella bebia un refresco, mientras examinaba el menu sin decidirse.

- Dont eat here !

- I dont speack english. - dijo de forma cortante a Eduardo, que iba de traje de lino blanco, al parecer a esta chica no la habia impresionado.

- Miss Haromi, your father ask me if i can show you the city.

Aquello en vez de tranquilizarla, parecio molestarla, cerro el menu, hizo una seña al mesero, que vino rapido con la cuenta, pago y dio la vuelta, con la intencion de ir a su habitacion. Eduardo, desesperado la tomo del brazo.

- I need this job, please help me.

- Ok.

Hubiera deseado que no la manipulara asi. Ella era como de mi edad. Los acompañe esperando que no me afectara tanto esta vez, me equivoque...

Escuche como describia las maravillas de la ciudad, ella aunque al principio iba aburrida, pronto se encontraba fascinada con todo lo que veia. Saco su movil y empezo a fotografiar todo. Cualquiera que los viera pensaria que eran un par de turistas, era impisible sospechar que el la estaba secuesteando.

Yo sabia hacia donde iban, no estaban tan lejos de San Marcos, el le habia dicho que trabajaba con el socio de su padre, que darian una gran cena en su casa de campo, seria una sorpresa una vez terminada la junta. Tal vez el hecho de ser demasiado joven la volvia ingenua, o fue que Eduardo supiera su nombre lo que la hizo confiar. Jamas entendere como supo su nombre, o que su padre estaba en una junta.

Creo que fue al entrar a la casa que Haromi sintio algo, miedo eso fue, pregunto por el baño y subio, ahi mando un texto que no entendi, aunque por su cara al recibir la respuesta, supuse que su padre acababa de decirle que el no envio a nadie.

Al abrir la puerta se topo con Eduardo que la miraba lasivo, ella nerviosa y molesta salio empujandolo con su hombro como si se abriera paso en una multitud. El ahora estaba molesto.

- Mi dad knows where i am.

Eduardo se rio a carcajadas - y como se lo dijiste, sabes el nombre de esta calle acaso ? - el muy maldito se burlaba, sabia que ella habia mirado todo menos los nombres de las calles, y quien que no busque una direccion especifica lo hace.

Haromi que no hablaba español parecio entenderlo y molesta señalo su movil - gps - dijo cortante.

No debio decirle, si solo hubiese echado a correr seguro su padre la habria enconteado. Ambas estariamos vivas. La furia de Eduardo le desfiguraba el rostro, se avalanzo sobre ella, vi como lo esquivo y luego tiro al suelo con una patada atras de la rodilla, corrio hacia la escalera, pero tropezo y callo de bruces, el salto sobre su espalda inmovilizandola, despues clavo un puñal de plata, la sorpresa y el dolor la hicieron gritar, el saco el puñal y lo encajo una y otra vez hasta que ella dejo de luchar

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Espero les guste, decidi ampliarlo en lugar de hacer otro cortito :) espero sus comentarios y votos.

Gracias por leerme .

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