Estuve a punto de ser arrollada por un taxi mientras corría desesperadamente, las luces me cegaron un momento haciéndome reaccionar, no podía dejar que mis emociones gobernaran mis actos debía regresar y vigilarle para asegurarme que aquella mujer no fuese otra víctima o peor aun su cómplice.
Respire profundo varias veces y regresé, subí hasta el árbol y vi las sombras a través de las cortinas, me recordó un anuncio de joyería que vi alguna vez donde solo se veían sombras bailando, estaba invadiendo su intimidad te enseñan que está mal meterte en la vida de los otros, pero él usaba su intimidad para asesinar mujeres esa era la realidad.
Estuve atenta por si escuchaba gritos o si veía algún indicio de lucha pero nada de eso sucedió y me dormí en esa incomoda rama esperando que ella siguiera con vida por la mañana .
Al despertar escuche unas voces que provenían de abajo del árbol, me tranquilizo ver a aquella mujer viva y sonriente con el cabello recogido en una coleta, la vi saludar a la vecina anciana y como esta le devolvió el saludo aunque parecía que no le agradaba, mire con atención, llevaba un pijama de hombre azul marino y unas sandalias de baño, había salido a comprar el periódico, era obvio que no tenia plan de marcharse pronto.
La vi entrar al apartamento una vez más y por suerte para mi abrió la ventana y pude verlo comiendo una tostada con mermelada, mi estómago protestó ante esta imagen - calla panza - pensé molesta, estaba por irse a trabajar ya estaba vestido con un impecable traje (como siempre) y ella comía una manzana de forma distraída, me parecía alucinante verlos juntos, mi mente no acababa de aceptar esa idea.
Él salió del apartamento y ella se dirigió a la ducha, se notaba que su relación era seria o él no la habría dejado ahí sola, no sabía qué hacer seguirlo o espiarla, no parecía su cómplice pero no iba a dejarme guiar por las apariencias debía estar segura.
Entré al apartamento y me escondí bajo la cama esperando que sucediera algo que me diera una idea de cómo detener a Bernardo. Minutos más tarde la vi salir envuelta en una toalla con el cabello mojado, tenía una enorme cicatriz queloide en el brazo izquierdo que iba desde el hombro hasta el codo, parecía de una quemadura, sentí pena por ella.
La vi sacar de su bolso un cambio de ropa interior, se puso la misma ropa que llevaba la noche anterior, de su bolso saco toda clase de artículos de belleza, al terminar lucia espectacular, estaba por salir cuando sonó su móvil – hola amor – inmediatamente me puse en alerta.
-Aún estoy aquí… no traigo efectivo…- fue al clóset y saco un fajo de billetes - Cuál pago? ok los de San Marcos también…te amo bye.
San Marcos resonaba en mi cabeza ahí fallecí y tal vez ahí estaban las pruebas reviso su maquillaje cogió unos papeles que supuse eran recibos de pago y salió.
Recordaba muchas cosas de mi vida como Alicia : como mi casa y a las personas que amaba y por supuesto al hombre que me arrebató la vida, pero otras eran borrosas como la casa donde me habían asesinado recordaba cómo era pero no recordaba muy bien donde estaba pero en esos recibos estaba anotada la dirección y ella tenía que traerlos de vuelta.
Salí rumbo a casa de Doña Bertha para alimentarme y vigilar a Yesenia que ya sentía culpa por dejarla sola sin saber el peligro que la perseguía.
Llegué rápido, Yesenia no estaba en casa de Doña Bertha, olvidé que ella trabajaba pero tenía tanta hambre que me quede llorándole a Doña Bertha que me dio de comer condesgana y empezó a regañarme - en buen lio me metiste –decía me había dado sobras de pollo que acepte gustosa.
-Pensé que nos habíamos librado de ti, me has causado muchos problemas con los vecinos, primero asustas a Axel tan buen muchachito y después despiertas a todo el vecindario.
Maullé de forma inocente y la vi sonreír me la estaba ganando y eso me puso extrañamente contenta le había tomado más afecto en esos dos días que en todo el tiempo que anduve con Axel.
Entre a la habitación de Yesenia a curiosear entre sus cosas tenía su olor que me era agradable, estaba convencida que era una buena persona y no permitiría que le pasara lo mismo que a mí. No podía esperarla hasta que regresara así que decidí volver al apartamento de Bernardo o comoquiera que se llamara, deseaba atraparlo cuanto antes.
Llegue al atardecer, subí por la rama y entré al apartamento aún no llegaban volví a revisar cada cosa ahora era capaz de distinguir cada pequeño detalle y cada olor, memorice el perfume de Bernardo olía a madera podía distinguirle del resto, olfatee su ropa y todas sus cosas no lo confundiría jamás.
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El regreso
ParanormalEn busca de un sueño Alicia encuentra la muerte , ahora tiene la oportunidad de regresar y detener a su asesino , antes que vuelva a atacar