El ultimo baile-Jimin

Una escapada me de tranquilidad.

Povs Jimin

—Jimin, por favor, mira a la cámara— voltee y la luz del flash me cegó por un par de segundos. Las sesiones de foto son sin duda la cosa más frustrante, no por nada malo en específico, de hecho incluso son algo divertidas, sobre todo cuando me toca el fotógrafo Lee; él de verdad es un gran fotografo y una persona super extrovertida. Lo malo de las sesiones es que después de realizarlas mi madre junto los profesores me obligan a "recuperar" las horas "perdidas" en las sesiones. Obviamente me gustaría descansar un rato luego de cada sesión pero ellos no lo quieren así, y creo que ya han podido notar que mi opinión al respecto no es tomada en cuenta.

—Vaya, Jimin, eres todo un modelo, qué orgullo— el señor Lee es uno de los mejores fotógrafos de Corea y por algún extraño motivo es una de las pocas personas que me comprende. Cada vez que tengo una sesión con él tengo esa charla que debería tener con mi madre o mi padre. Sin embargo, como bien saben, no comparto una buena relación con mis padres.

—Bueno ya terminamos— anunció el señor Lee recogiendo su cámara, la cual él llama el verdadero amor de su vida—ven Jimin, hablemos en el camerino — lo seguí por el pasillo grande como pidió, mientras tanto escuche cómo pedía al manager que no llamara a mi madre aún, lo hace pra darme un respiro de vez en cuando.

—Gracias por la sesión, señor Lee— el camerino es pequeño por lo que nos sentamos en el pequeño sillón gris junto a la ventana.

—No hay de qué hijo, ahora ¿qué pasa que te noto distraído?—me sorprendió la facilidad con la que lo notó. Normalmente cuando estoy pensativo, tengo la misma cara de seriedad de siempre.

—Bueno es que... He estado pensando sobre mi madre— o miento, cuando ayer me dijo que la sesión se dejaba para hoy y me quede pensando por qué estaba molesta.

—¿Es por lo que me dijiste cuando llegaste? Que tu mamá te dijo que tuvo un "problema" ayer— se lo comenté al llegar ya que me preguntó por qué habíamos dejado la sesión para hoy y le había dado esa corta explicación.

—No es sólo eso, al llegar a casa escuche gritos desde el despacho de mi papa, y Daniel me dijo que llevaban una media hora gritando... Mi cerebro se consumió en ese recuerdo de los gritos

—¿Y por qué es raro?, tú me dijiste que ellos ya no se llevan bien—él sabe todo de mi familia gracias a mí, y creo que será la única persona en la faz de la tierra que lo sepa.

—Sí pero no se llevan en el sentido de que ni se dirigen la palabra, aveces ya ni comen juntos por que papa se va antes de tiempo— diciéndolo en voz alta suena peor de lo que ya es. 

—¿Entonces te preocupa que se estuvieran gritando?— dejó al aire la pregunta para que yo confirmara el hecho— ya entiendo, deberías preguntarle a tu mamá, no pierdes nada haciéndolo.

—Sí tiene razón...—quería decir algo más pero la puerta se abrió dejando ver a mi madre con una sonrisa, curiosamente falsa.

—Cariño, hace ya rato que terminaron por que no me llamaron— el señor Lee, se sorprendio de que mi madre se enterara, cuando el dio instrucciones de que no la llamarn hasta que el lo diga

—Cariño, hace ya rato que terminaron, ¿por qué no me llamaron?— el señor Lee se sorprendió de que mi madre se enterara, cuando él dio instrucciones de que no la llamaran hasta que él lo pida.

—Oh bueno, sabes cómo son las sesiones de fotos, de vez en cuando necesito inspiración para la siguiente— no sé cómo mi mama no duda, creo que tiene la imagen del señor Lee como un simple fotógrafo. Luego de un par de minutos de charla entre estos dos, mi madre por fin decidió en que deberíamos irnos del sitio.