Aveces siento que el amor es sólo como una canción, una muy diferente para todos. Para algunos es una canción intensa que te hace sentir eufórico al instante que lo escuchas, para otros es una que te hace entrar en un ambiente romántico y hasta empa...
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Y llegamos al período de la temporada de baile que me gusta llamar "La época de dolores de cabeza" se preguntarán ¿por qué le llamas así Park? Fácil, debido a que empiezan las clasificatorias para la competencia final y como lo pueden ver es... Importante para todo el mundo del baile, pero es aún más importante para mi madre. Se vuelve más estricta y su única meta es querer que siga bailando al mismo tiempo que mi técnica mejore cada día, suele ser simplemente asfixiante.
—De prisa Jimin, arriba, hoy inician las clases de la universidad y las audiciones internas para las clasificatorias —mi madre acaba abruptamente con mi sueño abriendo la cortina dejando así entrar unos pequeños rayos de sol que caen justamente en mi cara —Sabes muy bien que las clasificatorias... — la interrumpí.
—Son sumamente importantes y ganar cada categoría en la que compita es necesario para mi futuro —termine su frase ¿cómo me la sé? Bueno, siempre la dice antes de las competencias internas, de las clasificatorias, y de las finales, desde hace unos 11 años por lo que me sé ese discurso desde hace siglos.
—Qué bueno que ya lo sabes, ahora arriba, te dejaré en la mesa del comedor tu batido de proteinas, asegúrate de tomartelo todo, el chófer te va a llevar a la universidad cuando estés listo, asegúrate de decirle a Daniel cuando te irás así el chofer los lleva juntos, yo tengo que ir a la Academia a ayudar a Taeyeong con unas cosas —me sorprende que mi madre no vaya conmigo como es de costumbre, pero no me molesta, digo así voy mas relajado y sólo tengo que escuchar mis audífonos... Oh y a Daniel, de todos modos sólo sera un rato.
Después de un rato de arreglarme y beber mi batido procedo a llamar a Daniel, quien a los segundos bajó.
—Buenos días hyung —me saluda mientras se acomoda su mochila.
—Buenos días Daniel, vamos ya que si llegas tarde luego es mi culpa — digamos que no me gusta lidear con los regaños de mamá, menos dentro del mundo del baile.
—Sí, como si mama te regañara a ti — Daniel es pequeño, es obvio el hecho de que no sabe de lo que habla.
—Ya sube a la camioneta — prefiero ignorarlo para no pasar un mal rato.
