Desde aquel día en el que mi madre me dio ese monólogo... No me he sentido igual, quiero decir, el resto del día lo pasé como si nada hubiese pasado, incluso tuve una conversación con mi madre, y la verdad no tengo idea de cómo describir mi sentir, ¿asfixiado? ¿asustado? Verdaderamente lo único que sé es que mi mente está al final de un poso muy oscuro y ni siquiera sé por qué o cómo estoy ahí ahora.
Ahora mismo estamos cenando, exactamente en un comedor para 12 personas, donde sólo estamos 4... Ninguno dice alguna palabra, únicamente se escucha el sonido de los cubiertos y los platos en los que comemos en este tenso ambiente. Nuestras miradas se encuentran en un punto fijo, en nuestros alimentos, nada fuera de lo común. Sin embargo, pude notar el rostro enojado de mi padre cuyas cejas ya se encontraban fruncidas y los labios ligeramente apretados así que casi no ha tocado su comida... En cambio Daniel... En su rostro puede verse lo decaído que está. No lo sé, creo que algo ocurrió y lo pasé completamente por alto.
—Perdí el apetito, con permiso — mi padre se fue directo a su oficina en silencio y cerró la puerta de manera fuerte una vez estando dentro.
—Esto es increíble — bufó mi madre mirando hacia la puerta de caoba con enojo, definitivamente algo pasó en el rato que estuve en mi habitación — Daniel, es tarde, ve a dormir.
—P-Pero yo aún no... — Daniel fue interrumpido por el golpe en la mesa provocado por mi madre al levantarse. Estaba fuera de lugar.
—¡Daniel sólo vete! — ¿de verdad ella está tratando así a Daniel? ¡es un niño!
—Madre, creo que estás siendo un poco dura con Daniel, está pequeño — sólo con decir eso sé que me estoy adentrando a la boca del lobo. Pero vale la pena, se trata de mi hermano menor.
—¡¿Tú también vas a estar de su lado?! — a este punto mi madre tiene sus ojos a punto de salir de su cuenca y Daniel está prácticamente detrás de mí usándome como escudo mientras sus delicadas manos temblaban del miedo.
—¿Por qué le gritas a los niños? — repentinamente mi padre apareció en el comedor casi igual de histérico que mamá.
—¡Porque puedo! ¡Tú y tu hijo van a sacarme de quicio, por el amor de Dios! — e inesperadamente comenzó a gritar mucho más fuerte, pareciera que estuviera teniendo un ataque, no logro comprender a tiempo lo que está sucediendo.
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El ultimo baile-Jimin
RomanceAveces siento que el amor es sólo como una canción, una muy diferente para todos. Para algunos es una canción intensa que te hace sentir eufórico al instante que lo escuchas, para otros es una que te hace entrar en un ambiente romántico y hasta empa...