El ultimo baile-Jimin

¿Quién era esa persona...?

Povs tn

¡Qué día! ¿no?

Es increíble como pasamos de un día de ensayo a una pelea acalorada con un grupo de presumidos, algo de no esperarse sinceramente.

Al terminar de hablar con los chicos nos retiramos ya que por palabras de algunos dijeron que la salida de los estudiantes "formales" sería temprano pues habría una reunión de profesores y no podíamos estar ahí por más tiempo.

Llegando al pequeño apartamento, me sorprendí de no ver a Alex por ninguna parte, digo, ya son las 7:00 pm y dudo que esa entrevista durara tanto. Pero no me voy a hacer ideas, prefiero esperarlo.

Después de un rato me di una tibia ducha y me vestí lo más cómoda posible, sí, aún no llega Alex, tal vez consiguió el trabajo, así que mejor cocino algo para los dos como celebración.

—Creo que prepararé una sopa, el clima está algo frío — suelo hablar sola, normalmente mi hermano me dice loca aunque creo que es normal ¿no?.

Termine la sopa y todavía Alex no se digna en aparecer, él no lleva ni 48 horas aquí y ya se desaparece, ¡vaya! cuando llegue lo voy a matar.

El día siguiente...

Me despierto debido al ruido de la puerta siendo cerrada, anoche esperé a mi hermano hasta no poder con mis parpados y sin darme cuenta caí rendida. No sé qué hora es pero lo que sé es que el sol ya esta casi en su punto alto.

—¿Alex?— Como dormí en la sala encima del sofá, lo vi entrando intentando hacer el menor ruido posible, obviamente no lo logró. 

—Hey enana ¿cómo estás?— El muy descarado dejó sus cosas en su cama como si nada.

—Pues...no sé ¿cómo estarías tú si llego a las...— tome mi celular para ver qué hora era—¡8 de la mañana!— no puedo creer que prácticamente paso 24 horas en un sitio que desconozco totalmente ¡wow, ya parezco señora!.

—Es que obtuve el trabajo— anunció sonriente, al darse la vuelta me sorprendí ya que tenía un extraño uniforme.

—¿Y por qué llegas a esta hora? ¿Y por qué ese uniforme?—el uniforme era un pantalón azul junto con unos zapatos de vestir y una camisa blanca, más unos tirantes.

—Pues mi trabajo es en un... Restaurante muy caro, de esos de los que la tía amaba ir con sus pretendientes— recuerdo esa clase de restaurante. Siempre lo recordaré con sentimientos encontrados, ya que mi tía siempre nos alimentaba con poca comida. Si reclamaba nos decía que no contaba con suficiente dinero como para abastecer la cocina, sin embargo, ella mientras tanto gastaba la pensión de mis padres en esos restaurantes y en cantidades de alcohol, nosotros como dos tontos niños nos creíamos aquellas excusas.

—¿Y qué haces allí? ¿Eres un mesero?—Por su vestimenta creería que es un mesero.

—Pues casi, soy de esos que te reciben al entrar y te dicen donde sentarte—Mi hermano desde siempre me ha dicho que nunca le ha gustado usar ropa elegante o tener que dedicarse al servicio al cliente porque él es... un amargado por así decirlo, y ahora está haciendo todo lo que nunca le ha gustado.

—Quién lo diría hermanito, tu peor pesadilla hecha realidad— Como su hermana obviamente me reí, creo que ese es el trabajo de los hermanos ¿o no?

—Ja. ja. ja qué graciosa— Replicó Alex en su típico tono sarcástico — Pues de algo vamos a vivir, enana, es lo mejor que encontre la verdad.

—¿Pero si eres un recibidor por qué llegas a esta hora?— No encuentro la lógica en que sea un recibidor en un restaurante caro, y llegue a esta hora.