Capítulo 39

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Dos semanas después.

-Vamos, David.- Decía Emma que estaba sacando las maletas de su dormitorio.

-No sé quién es peor, sí mi hija o mi nieto.- Aseguró entonces Mary Margaret que había invitado a Regina a tomar un café mientras los demás terminaban.

-Están a mano.- Contestó Regina bromeando.- Ya me ha dicho Emma que no nos acompaña.

-Me uniré a vosotros más tarde.- Dijo entonces Mary Margaret.

-¡Mama!- Gritó Emma interrumpiendo la conversación.

-Iré a ver antes de que me destrocen la casa.-Dijo entonces Mary Margaret levantándose.

-Sí, vaya.- Contestó Regina sonriendo.

La morena había llegado un poco antes de lo que habían acordado por lo que se había encontrado con que ninguno de los dos aún estaba listos. David seguía peleando con Emma para poder llevarse todos sus juguetes mientras que Emma terminaba de meter su ropa en la maleta.

-Mi hija es un desastre, espero que lo sepas.- Bromeó Mary Margaret volviendo a la cocina.

-Creó que me hago una idea.- Dijo Regina con una sonrisa.

-Yo ya te lo he advertido, el resto es bajo tu responsabilidad.- Añadió sentándose de nuevo a su lado.

La relación entre ambas se había hecho mucho más estrecha y se llevaban realmente bien. Regina cenaba de vez en cuando con ellos y Mary había ido a la mansión también un par de días, justo después de que la morena volviese de su viaje.

-Ya estamos.- Gritó Emma entrando en la cocina con David en sus brazos.

-Menos mal, pensé que se nos haría de noche.- Bromeó Regina levantándose.

-Mama es una lenta.- Soltó David echándole toda la culpa a Emma.

-¿En serio? ¿Quién quería llevarse todos sus juguetes?- Preguntó ella haciéndole cosquillas.

-Yo no.- Contestó él sin más.

-Anda vamos.- Dijo Regina.- Hasta pronto Mary, espero que lo pases muy bien con James esta semana. –Se despidió la morena con dos besos cariñosos.

-Me uniré a vosotros antes de lo que imagináis.- Aseguró Mary.

Regina cogió a David que ya se había despedido de su abuela y salieron para empezar a cargar las maletas. El niño cogió su mochila llena principalmente de juguetes mientras que la morena cogía una maleta que tenía Emma en la entrada.

-¿Vamos bajando?- Preguntó Regina.

-¿Y mama?- Preguntó él mirando a la cocina.

-Ella viene ahora, así cuando termine de hablar con tu abuela lo tenemos todo listo.- Dijo Regina convenciendo al niño que se puso a su lado

Los dos dieron un par de viajes para terminar de meter todas las cosas, cuando Emma salió de hablar con su madre se los encontró sentados en el sillón charlando animadamente.

-¿Ya lo habéis llevado todo?- Preguntó sorprendida.

-Si.- Dijo David.- Vámonos.- Dijo con entusiasmo.

Emma sonrió y salió del apartamento con Regina y David que no podía ocultar su emoción y entusiasmo. Aunque realmente no tenía muchos amigos en Storybrooke echaba de menos pasear por el bosque y el parque que había cerca de Granny.

Regina fue la que se encargó de conducir todo el camino mientras que Emma y David iban jugando y riéndose hasta que el niño se quedó completamente dormido.

Por amor al arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora