OJOS AZULES (GoYuu)

CAPÍTULO 6: Una molesta gorra

No creía que actualizaria tan pronto pero, aprovechando la inspiración, aquí estoy con un nuevo capítulo 🤗. Que lo disfruten.

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Los incesante cláxones, más los radiantes rayos del sol que traspasaban la ventana de su auto, estaban acabando con su poca paciencia, de su frente, varias gotas de sudor empezaban a formarse y varios mechones blancos se pegaban a está. Su espalda y trasero empezaban a doler por estar en la misma posición durante dos largas e irritantes horas. En algún punto, había abandonado su chaqueta de tela negra, llevarla puesta significaría suicidio en aquel infernal sitio.

Con una mano aflojó un poco el nudo de su corbata y con la otra, pasó sus dedos por su blanca cabellera.

Aquella mañana, después de darse una ducha de agua fría decidió saltarse el desayuno, no porque no tuviese tiempo, sino más bien porque había olvidado que es necesario llenar la nevera con alimentos. Llevaba más de 4 semanas viviendo en aquel departamento que compró un poco antes de cumplir 20 años, no se quejaba, pues el lugar tenia las mejores de las vistas de la cuidad, pero a veces olvidaba que la servidumbre que siempre atendía, básicas necesidades como hacer el desayuno o mantener todo limpio, no estaba, podría contratar personal para eso, pero no estaba de humor para entrevistas ni esas cosas.

Colocándose aquellas gafas negras y poniéndose aquel par de zapatos negros de cuero, se dispuso abandonar el lugar, tomó el ascensor y en un par de minutos se vio de pie fuera del edificio, ahí, junto a un auto negro Ijichi lo esperaba, tan pronto subió al vehículo, de forma inmediata, se pusieron rumbo al Clan Kamo, en donde una importante reunión se celebraría.

Y ello es lo que lo trae hoy aquí. 

Atrapado en un molesto e irritante embotellamiento de mas de dos horas y  la cereza del pastel, era que ya habían transcurrido días desde su reunión con Nanami y Shoko, tiempo en el cual, tras arduas búsquedas aún no encontraban ni rastro alguno de su supuesto hijo.

Resoplando, Gojo mirando al frente y observando que los autos no tenían intención alguna de avanzar, hartandose tomó aquella gorra negra que extrañamente siempre se encontraba ahí y abriendo la puerta del auto, decidió salir y abandonar a Ijichi.

—¿¡Eh!?... S-Satoru-san... A don...

 Fue lo único que alcanzó a escuchar antes de perderse entre la multitud y adentrarse en las calles de aquella ciudad.

Con sus ojos tras sus características gafas negras y con su albino cabello bajo aquella gorra, Satoru intentaba pasar desapercibido, aunque no funciona del todo, pues su gran porte y su atractiva apariencia provocaba que tanto mujeres como hombres se le quedaran mirando por minutos, sonrojándose y soltando varios suspiros.