PRÓLOGO

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El día en casa de Louis había empezado como cualquier otro. Se había despertado en su casa con ayuda de su despertador el cual sonaba cada día exactamente a las 7:15. Con sus párpados pesando se levantó de la cama y fue directo a su baño, donde una ducha refrescante le esperaba como cada mañana. Cuando salió de la ducha con nada más encima que una toalla en su cintura, abrió su armario para sacar uno de sus numerosos trajes como los que llevaba cada día a su prestigiosa oficina.

Bajó a la cocina para encontrarse con su mejor amigo Zayn, un guapo chico de pelo negro y con los ojos miel, con quien compartía piso desde que ambos se independizaron. No es que ninguno de los dos tuviese dinero para pagar su propio piso, pero ambos disfrutaban de la compañía del otro. Al fin y al cabo habían sido amigos desde que tenían uso de razón a si que no había motivos para no vivir juntos.

- Hola Zayn - dijo Louis bostezando sin llegar a entender del todo porque su amigo estaba despierto a esas horas

- Buenos días Tommo - respondió Zayn. Antes de que Louis pudiese preguntar porque Zayn estaba despierto, este habló como si le hubiese leído el pensamiento- Hoy tengo un cliente temprano- dijo Zayn antes de beber su café.

Zayn tenía un prestigioso estudio de tatuajes en Las Vegas. Muchos podrían pensar que eso no da suficiente dinero para vivir bien, y tendrían razón si no fuese porque se trataba de Zayn. Su talento con el dibujo había ayudado a que su estudio fuese uno de los más conocidos de la zona.

-Hoy es viernes - volvió a hablar Zayn - ¿Hacemos algo esta noche? - sugirió

-No creo poder, tengo una reunión a las 19:30 a si que probablemente acabaré en el casino esta noche- respondió Louis mientras terminaba de preparar su café

Los trabajos de Louis y Zayn eran bastante distintos en cuanto a horarios se refiere. El estudio de Zayn solía darle mucho trabajo, pero no solía trabajar hasta tarde y mucho menos un viernes. Por otro lado, la empresa en la que trabajaba Louis era todo lo contrario. Solía tener montañas de papeles que revisar a diario e incontables reuniones que solían acabar en el casino de la ciudad.

-Vale, entonces lo dejamos para mañana - respondió Zayn

Louis echó un vistazo rápido al reloj de la cocina para encontrarse con que era más tarde de lo que el creía. Apurado, puso su café en un termo y guardó las llaves en el bolsillo de su chaqueta. Justo cuando iba a salir por la puerta la voz de Zayn lo interrumpió.

-No nos vamos a ver hasta mañana, ¿no?

-Lo dudo, es probable que llegue tarde - respondió con simpleza y cerrando la puerta detrás de él sin dejar contestar a su amigo por las prisas que tenía.

Louis salió de casa y se dirigió al garaje para arrancar su coche y dirigirse a la oficina.

***

Esa misma mañana transcurrió de manera muy parecida en casa de los Styles. Harry despertó tumbado junto a Sophia, su prometida. El despertador sonó a las 7:30, como era costumbre y Harry se despertó de inmediato. Tomó su ducha rutinaria y se vistió para ir a su oficina. Su traje negro careciente de corbata se ajustaba perfectamente a la forma de su cuerpo, haciéndole ver bastante atractivo. Bajó a la cocina y se encontró a Sophia preparando café y tostadas.

-Buenos días - dijo ella. Sophia era una mujer alta, aunque no tanto como Harry. Tenía unos brillantes ojos miel y una larga melena castaña. Era de complexión delgada, en realidad tenía un cuerpo de envidia. No por nada era una de las mejores modelos del país.

-Hola - respondió Harry.

En otras condiciones le habría dado un beso en la sien o incluso en los labios a su prometida, pero no hoy. Hacía semanas que se podía notar la tensión entre ellos. Los padres de Sophia aseguraban que era la tensión por la boda, que tanta organización a veces conseguía estresar a los novios. Estando a solo 4 meses y medio de la que prometía ser la boda del siglo, Sophia rezaba porque fuese solo eso aunque Harry sabía que la tensión la provocaba algo más.

-¿Quieres café? - pregunto la chica intentando disipar la evidente incomodidad que se había formado.

-Por favor - dijo Harry después de asentir.

Sophia llenó la taza de café y luego le echó un chorrito de leche y una cucharada de azúcar, justo como a Harry le gustaba. Le entregó la taza a este, quien la agradeció con un gesto con la cabeza.

-Hoy tengo una convención - habló de nuevo la castaña mientras untaba la mermelada en su tostada - no me esperes despierto - dijo intentando no sonar borde pero fallando en el intento

-De acuerdo - respondió Harry con el mismo tono - probablemente vaya a ver a Liam al casino- concluyo él bebiendo su café tranquilamente. Sophia resopló pero Harry decidió no hacer ningún comentario al respecto.

En realidad Harry ya sabía el porqué de ese ruido. Sophia le había dicho incontables veces lo mucho que le molestaba que pasase tanto tiempo en el casino, que ahí había cantidad de mujeres cuyas intenciones eran de todo menos buenas y que no le gustaba la imagen que eso daba de él. Harry sin embargo le había repetido cantidad de veces que no debía preocuparse, que confiara en él y que no se preocupase por esas cosas.

Tras terminar su café, Harry cogió su cartera, las llaves de su lujoso coche y la chaqueta que anteriormente se había quitado. Le dio un incomodo beso a Sophia en la mejilla y se dirigió a su oficina.

BELLAGIO - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora