CAPÍTULO 38

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—Quién diría que mi sospecha sería correcta

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—Quién diría que mi sospecha sería correcta... Mi querida niña.

Dijo un hombre de complexión delgada que portaba un largo abrigo negro que parecia un par de tallas más gandes que la suya, saliendo de entre la oscuridad del bosque y tomando camino rumbo al pueblo.

Avanzó por las calles pasando de nuevo por el cementerio donde dijo trabajar como cuidador.

—Ella estaría realmente feliz de verte en este momento, Zuger —mencionó sonriendo—. Y parece que me preocupé por nada, ambos son más capaces de lo que creí, quizá no tenga que esperar mucho para ver el renacer de mi bella dama.

Siguió caminando con calma, hasta que en un pequeño espacio sin luz cambió su apariencia pasando a ser un hombre más bajo y con una complexión más robusta.

***

Cuando llegaron a la habitación, Nerea se sorprendió de ver las maletas que habían dejado en el hotel de la ciudad amontonadas en una esquina de la habitación.

—¿Cómo llegó todo esto?

John sonrió con satisfacción.

—Solo cobré un par de favores que tengo por acá. Si quieres que te ayude con mi parte del plan ocupaba a mi bebé —dijo sacando su computadora de la maleta y besándola.

—Y por acciones como esas es que no tienes pareja...— dijo con sorna, pero manteniendose inexpresiba— De cualquier modo, tus conecciones no son explicación suficiente para que esto este aquí, seguro ya pusiste en alerta a la policia, idiota.

—No te preocupes, toda la justicia del mundo está confabulada con algún poder del bajo mundo y muchos de estos líderes me deben más de lo que crees. Pasar maletas en un pueblo aislado del mundo no es problema.

Nerea asintió y tras correr al baño a quitarse todo el maquillaje y lavarse la cara, tomó un cambio de ropa de la maleta recién llegada y se cambió.

—Nera, por favor deja de cambiarte frente a mí... ¿o acaso es tu disculpa por hacerme cojo?

—Cierra los ojos si tanto te desagrada.

Cuando terminó de cambiarse y se disponía a ir a dormir, él la tomó del brazo para detenerla.

—Espera, necesito que vayas a recoger la mercancía a la carretera. Eres la única que sabe cómo salir de este pueblo caminando por el bosque, así que tú tienes que ir. Enviaré a tu teléfono la ubicación cuando ellos me informen que están cerca.

—Bien, pero ahora déjame dormir. Si necesitas algo llama a Connor y no olvides tomar la medicina para el dolor y la infección.

—Sí madre.

Lo miró molesta y tan pronto la soltó se fue a descansar a la cama. John por su parte se rió de su pequeña broma y luego se estiró para agarrar las pastillas de la mesita y tomarlas. Sin perder más tiempo encendió su portátil y comenzó con su labor, pues debía terminarla antes de que el día finalizará, para que así Connor pudiera hacer después su parte.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2023 ⏰

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