CAPÍTULO 17

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Tras dejar a Alexia en su casa y encargarse de que estuviera vigilada para evitar que la lastimaran o la volvieran a seguir, se dirigió a los suburbios de los ricos, para hablar con Agnello Lombardozzi

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Tras dejar a Alexia en su casa y encargarse de que estuviera vigilada para evitar que la lastimaran o la volvieran a seguir, se dirigió a los suburbios de los ricos, para hablar con Agnello Lombardozzi.

Cuando llegó al gran portón de la entrada tuvo que dar su nombre completo y dejar su identificación para poder acceder. Una vez dentro, estacionó el coche justo enfrente de la puerta y entró a la casa entregando las llaves a la mujer que le recibió.

—Buenos días, señorita Morgan —saludo tomando las llaves—. Si busca al amo, aun no esta despierto, pero lo puede esperar en su estudio.

—De acuerdo, ahí lo esperaré.

—¿Gusta algo de tomas mientras lo espera? —preguntó.

—No, estoy bien así, gracias.

caminó al estudio en silencio mirando el exceso de decoraciones que tenía la casa. Era sumamente grande y elegante, pero demasiado saturado para el gusto de ella. El solo pensar en la limpieza de ese pasillo le causaba una inmensa flojera.

Abrió el estudio con cuidado encendió una pequeña lámpara de mesa, tomó un libro al azar del estante y se sentó a leerlo mientras esperaba.

—Que extraño es encontrarte aquí, mi querida Nerea —mencionó un hombre robusto y algo canoso al entrar al estudio con un periódico en mano.

—¿Cómo estás, Agnello? —preguntó cerrando el libro.

—Tan bien como los medicamentos me lo permiten. ¿que te trae por aquí? —preguntó tomando asiento en un elegante sillón junto a la ventana.

—Vengo por un caso que quizá te parezca extraño viniendo de mí —dijo mientras se sentaba de forma correcta en el sillón.

—Habla.

—Seguramente se habrá percatado que John ha estado usando a sus hombres sin su permiso.

—Si, me dijo que tu me darías la explicación.

—Sucede que hace relativamente poco tiempo, me enteré que una amiga cercana estaba siendo acechada por los hombres de los Bonventre y le pedí ayuda a John para poderla vigilar, por ello él decidió utilizar a sus hombres—comenzó a explicar con calma— y, bueno, este punto me lleva al siguiente, que es pedirle el gran favor de usar su nombre para resolver el problema de forma racional.

—Sin duda tenías razón al decir que sería extraño escuchar este tipo de palabras de ti —habló con asombro—, admito que nunca esperé que me pidieras ayuda para salvar a alguien. Ahora, centrándonos en lo que es importante, explícame por que la están molestando.

—Ella me contó que fue la novia de un hijo del señor Bonventre, pero al conocer quién era y a que se dedicaba realmente intentó dejarlo, sin embargo, él la ha estado molestando porque no acepta un no por respuesta —dijo sin expresión alguna.

Noche OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora