Capítulo 39: Tormenta eléctrica

4.3K 197 13
                                    

*DESDE AQUÍ EMPIEZA EL DRAMA. ABRÓCHENSE LOS CINTURONES, DAMAS Y CABALLEROS*

MARATÓN 1/3

Una incesante molestia en mi pecho no me deja pensar con claridad.

Ha pasado una semana desde mi cumpleaños. Y con eso, la llegada del último mes de verano. Algo que simplemente ya me aterra porque significa que tengo que entrar a la universidad y hacer mi vida de adulta. Sin embargo, creo que, a pesar de eso, no me habría atemorizado tanto, si Luke me hubiera dicho que carajos era lo que había en su celular. Porque se tensaba y su ceño se fruncía cuando miraba la pantalla. Pero, sobre todo, porque rayos no quería decirme.

Los sucesos no habían terminado. Y eso no hacía más que generarme una desconfianza en mi pecho que no me dejaba tranquila. Que me hacía dudar hasta por las cosas más tontas. Y no quería, de verdad que no quería. Porque eso me recordaba al pasado, y yo no quería recordar esa etapa de mi vida.

Suspiro, agotadamente, mirando hacia otro lado mientras sigo batallando conmigo misma. Esto causa que, Luke, deje de mirar su celular, y frene en seco posándose frente a mí, puesto que, ya lo he hecho varias veces desde que llevamos caminando, sin poder evitarlo.

—¿Qué pasa? —cuestiona, suavizando las facciones de su rostro que se habían contraído anteriormente con la llegada de esos malditos mensajes.

Muerdo mi labio inferior, negando con la cabeza. No quiero decirle realmente lo que me pasa porque no quiero que piense que soy una controladora y entrometida en su vida.

Algo que es totalmente erróneo porque lo único que hago es preocuparme por él. No me gusta para nada que se cierre en esas cosas, pues se supone que yo le conté una de las cosas más difíciles y dolorosas de mi vida.

Y lo sé, tengo claro que eso no significa que él tenga que hacer lo mismo. Eso yo lo hice por decisión propia y estoy bien con eso. Sin embargo, pensé que ese suceso había aflojado el bloque de desconfianza que había entre nosotros, marcando un antes y un después. Pensé que había quedado claro que, yo confiaba en él, y el en mí.

Pero al parecer me equivocaba.

—Nada, solo...déjalo —niego, vacilante.

Trato de seguir avanzando, pero él, toma mi mano, fracasando mi intento de huida. Observo su mano grande y cálida tomando la mía, y tragando grueso, alzo la mirada hacia su rostro.

Me observa directo a los ojos, escudriñándome con sus dos gemas de color miel. Trato de alejar mi vista hacia los vehículos estacionados en el parking del club, pero él, con su otra mano libre, toma mi mentón entre sus dedos, volviéndome al punto inicial en el que sus ojos atraviesan los míos.

—Hey —me llama— sabes que puedes decirme lo que sea, Mia. ¿Qué pasa?

Su suave tono de voz no ayuda con mis pensamientos y tengo que morder el interior de mi mejilla para no querer soltar un vomito verbal. No sé cómo, pero, Luke tiene la capacidad de siempre ponerme tan malditamente sensible con tanta facilidad. Es como si mis emociones dependieran de un hilo cuando se trata de él. Ya que, definitivamente, en este preciso momento, tengo unas inmensas ganas de llorar con sus palabras, con su mirada, con su tacto, con todo.

Y lo peor es que no me ha dicho nada aún.

Chasqueo la lengua, sin ganas.

—Deberías tomar ese consejo tú mismo —murmuro, y me arrepiento al instante, porque se suponía que no diría nada como esto. Solo debía evitar volver a preguntar lo mismo y quedar como una tonta.

Enamorados por Accidente [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora