Capítulo 22: Las vueltas del destino

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Callie: El cojo está fuera de peligro. Aunque lloró como un bebé cuando le tocaron su pierna. Deberías haberlo visto.

Rio al leer el mensaje de Callie. Estaba a punto de responderlo cuando Luke llegó con una pelota en su mano.

—¿De que te ríes tanto?— pregunta enarcando una de su cejas.

—Del cojo de Caleb— respondo riendo un poco —Se cayó desde lo alto de una silla por querer sacar una tijera.

El ríe estrepitosamente mientras se agacha dejando la pelota en el pasto muy bien cuidado de la cancha de fútbol del club. Rio yo también pero al recordar que al segundo de haber terminado de lavar todos los platos, el ni me dejó descansar ni un momento, porque tomó todas nuestras cosas y me jaló del brazo hasta traerme hasta aquí.

Se estaba tomando demasiado en serio la broma.

Hago una mueca de confusión al verlo hacer tal acción.

—¿De donde la has sacado?— pregunto ahora yo, apuntando hacia el suelo.

—Se cuenta el milagro, pero no el santo— murmura con una sonrisa presumida en su rostro.

Él se levanta del suelo, y frota sus manos emocionado.

—Bueno, estoy listo— declara avanzando de espaldas hasta llegar a un punto que él piensa que es adecuado. —Me puedes bombardear cuando quieras.

Miro la pelota y luego a él con incredulidad.

—Estas loco si piensas que lo voy a hacer.

—¡Te estoy dando la oportunidad de tu vida, hazlo por tu nariz!— grita —¡Que déjame decirte, quedó bastante chueca!

Me llevo la mano a mi nariz urgida —¡Oye! — espeto con mala cara.

—Es broma— rueda los ojos. —¿Podrías hacerlo ya?, me voy a morir aquí esperando.

—¿Pero si te doy muy fuerte?— pregunto mordiéndome las uñas.

—Quedaría igual que tú esa vez, estaríamos a mano ¿no?

—Esto no se trata de estar a mano Luke— murmuro lanzándole una mirada reprochadora.

—Que cobarde— murmura muy bajito mientras empieza a silbar.

—¿Que dijiste?— me cruzo de brazos.

—Cobarde— tose —Cobarde —vuelve a toser.

—Con eso no vas a hacer que te lance esa pelota en la cara Luke— espeto enarcando una ceja.

—¡Solo hazlo!— grita como un niño pequeño haciéndome exaltar. —¡Te lo exijo!

—Okay, Okay— puse las manos en alto en forma de rendición, mientras retrocedía de espaldas.

Respiro fuertemente y muevo mis manos para tratar de concentrarme un poco. La verdad es que si había jugado fútbol en la escuela pero siempre había sido un asco, siempre metía un autogol sin darme cuenta además de que una vez me caí por enredarme con la pelota. Y ni hablar de las veces que he jugado con Max y Dylan, los malditos siempre se burlan de mi y de mi forma de patear.

No lo pienso ni un segundo más y corro para lanzar la pelota, aunque al hacerlo me resbalo un poco y pierdo el impulso. Aún así pateo la pelota con mi pie pero esta sale disparada hacia las gradas.

Luke suelta una carcajada que hace eco en toda la cancha y también lo hago aunque un poco avergonzada por mi horrible habilidad de patear  pelotas.

—¿Que fue eso?— pregunta mientras sigue riendo. —Estoy acá Thomposon, no allá— apunta hacia las gradas.

Hago una mueca culpable mientras río sarcarcasticamente y le saco el dedo de en medio. Él hace como si se hubiera ofendido y corre en busca de la pelota.

Enamorados por Accidente [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora