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—Gracias, Jae.—dijo WooSung y luego me miró.

—Un idioma que se entienda, por favor.—dije y los dos rieron.

—Que sí, que no hay problema.—dijo mi amigo.

Miré a Jae.

—¿Seguro que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando tiempo sólo por mi capricho? Porque puedo esperar a que WooSung tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.

—No.—me respondió—Por mí está bien, a menos de que no quieras ir conmigo.—rió.

—No, digo, sí.—sacudí la cabeza—Quiero decir, gracias por llevarme.

—A Jae le gusta ese lugar, seguro que está más que encantado. Él te puede dar un tour.—bromeó WooSung.

—Y para mí será todo un placer.—Jae se rió y mostró todas las perlas blancas que formaban su sonrisa, en la que por un lacónico segundo, me perdí.

—Gracias.—musité y me giré de nuevo a mirar la televisión.

Me había asustado un poco, un inusual hecho. Desvié completamente mi atención a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido, debido al pensamiento que la reacción había producido y me puse a pensar en eso. ¿Por qué encontraba a Park tan atractivo? Sí, lo era, pero lo que realmente me preguntaba era ¿por qué todo él causa una sensación extraña en mi? Miré de reojo a la feliz pareja detrás mío, y pude ver la sonrisa de Jae volar hacia WooSung. Entonces llegué a una conclusión fácil. Estaba deslumbrado por él. Por supuesto, era el hombre más apuesto con el que me había encontrado en toda mi vida. Me reí discretamente. Que suerte la de WooSung.

—¿Te quedas a cenar?—preguntó Kim, luego de un rato—¿Sabes? Con WonPil se me ocurrió una idea hoy, ¿por qué no salimos un día los cuatro? Nosotros tres y JaeHyeong.—explicó él sin esperar la respuesta de su novio a la primera pregunta.

—No, cielo, no puedo quedarme. Hoy hay cena familiar.—torció el gesto—Y lo de la salida de los cuatro suena estupendo, le diré a JaeHyeong hoy.

¿Debería preocuparme? Sabía que WooSung ocultaba muy dentro de él emparejarme con alguien, pero al pensar el hecho... ¿qué tan malo podría ser si se trataba del hermano de Jae? Seguro también era apuesto.

—Hasta mañana. Vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas.—dijo Jae a su novio y luego besó su frente.

—Gracias, amor.

—WonPil, mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero no te canses.—sonrió.

De pronto una emoción que no pude explicar, un ligero entusiasmo allí, cerca de donde se encontraba la fierecilla enjaulada.

—No lo haré, hasta mañana.—musité y le devolví la sonrisa.

WooSung y Jae salieron hasta la puerta donde tardaron más de cinco minutos en despedirse; traté de no pensar en ello, porque a fin de cuentas, su manera de decirle adiós era algo que a mí no me incumbía.

Luego de que oí la puerta cerrarse, WooSung se sentó a mi lado en el sofá y luego suspiró.

—¿No es perfecto?

—¿Qué cosa?—inquirí, confundido.

—Mi novio.—musitó, con aire de orgullo.

Yo reí, pero no dije nada. Aún cuando me lo había preguntado no podía decirle lo que pensaba. Sí, sí era perfecto. Pero por alguna extraña razón, mi boca no podía soltar esas palabras frente a mi amigo.

—¿A qué hora te irás mañana?—pregunté.

—A las seis.

—¿De la tarde?

—De la mañana.

Abrí los ojos con sorpresa y lo miré.

—¿Seis de la mañana? Y, ¿a qué hora vendrás?

—No lo sé.—torció el gesto—La Isla de Torcello está un poco lejos, quizás venga como a las cinco de la tarde.

—Pero si sólo te harán una entrevista, ¿por qué tardarás tanto?

—Porque si me aceptan, me quedaré para que me capaciten o algo así.—se encogió de hombros.

—Voy a extrañarte.—hice un puchero.

Él rió.

—Me extrañarás más si consigo el trabajo, porque saldré a las ocho de la noche.—volvió a reír y esta vez yo no me uní a su risa.

—Sung, estoy cansado, me acostaré ya.—dije.

—¿Tan pronto? Pero si son las ocho de la noche.

—Ocho y cuarenta.—corregí—Y sí, estoy cansado y quiero dormir.

Bueno, de lo que había dicho, sólo la primera parte era cierta porque tenía demasiado miedo de volver a soñar la misma pesadilla de la noche anterior.

—Está bien, buenas noches.

—Buenas noches.—me levanté del sofá y caminé hasta mi habitación.

—¡Ah! Mañana te tienes que levantar temprano.—me avisó—Jae vendrá antes de que yo me vaya y luego te llevará al Puente de los Suspiros.

Me detuve antes de entrar a la habitación.

—Genial.—mascullé y sonreí.

Me introduje a la habitación y me arropé para dormir, me acosté en la suave cama y me cubrí con las sábanas. Me quedé mirando el techo en total oscuridad, alcanzaba a percibir el sonido de la televisión proveniente de la sala.

Sentía el entusiasmo crecer con cada minuto que pasaba, mañana iría al famoso Puente de los Suspiros, un lugar que he querido visitar desde que WooSung se vino a vivir aquí; pero había otra razón para alimentar ese entusiasmo, y era que pasaría un buen rato con Jae. Pero aún no sabía porque esa idea me entusiasmaba tanto. 
















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holii~

disculpen la tardanza, he estado media ocupada por las vuelta a clases y casi me olvido de subirlo ^^

ojalá les esté gustando, solo quiero advertirles que WonPil es medio dramático en esta historia, asi que esperen actos impulsivos y pensamientos super dramáticos

sigan leyendo ^-^

𝐌𝐚𝐧𝐮𝐚𝐥 𝐃𝐞 𝐋𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 - 𝐉𝐚𝐞𝐏𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora