CAP. 10 NOTICIA

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- Lucy, te lo ruego, escúchame, ese escritor con el que sales te ha estado engañando.

-Aun no entiendo porque me dices tales cosas, además no estamos saliendo.

- dime desde cuando no se ven.

- hace 1 mes.

- es el tiempo del embarazo de la hija del presidente, él siempre habla de lo mismo, y su hija es la esposa de ese tal Alex.

- solo es coincidencia, de seguro él está ocupado escribiendo, viste que popular se ha vuelto todo lo que escribe.

- si no me crees ve a este lugar, él vive allí.

Esa es la razón por la que Lucy estaba parada allí, delante de la puerta donde vive Alex de quien ella sentía algo.

TIN TON.

Toco el timbre y escucho que alguien respondía del otro lado de la puerta, la voz de quien conocía perfectamente bien...

********

Abrí la puerta y para mi sorpresa allí estaba Lucy delante de mí, parada.

Ella me sonrió, pero yo no pude darle la misma sonrisa.

- Amor ¿quién es? - Amanda me hablaba desde la cocina, gire para verla a ella y su sonrisa se había esfumado.

- Amanda, voy a salir un momento.

- está bien.

Tome mis llaves y a ella y salimos, subió en silencio al auto y nos quedamos así un buen rato hasta que finalmente pregunte.

- ¿tienes algún lugar a donde deseas ir?

- quiero ir al Hyde Park - respondió ella sin verme a los ojos.

- pero estamos en pleno otoño, hace frio y...

- solo quiero ir allí. - Me dijo autoritariamente.

- está bien - respondí, no tenía el derecho de discutirle y menos ahora que ella ya sabía la verdad.

Llegamos en menos tiempo del que esperaba y ella salió del auto sin esperarme, camine detrás suyo y llegamos a un lugar apartado donde nadie pudiera escuchar la conversación.

- Habla Alex.- me dijo cruzando sus brazos.

Esta vez su voz era fría, distante, apagada, quería encontrar esos ojos, esos ojos que me recordaban que estaba vivo, pero no los encontré, en su lugar vi a alguien herida, decepcionada, triste.

- ¿qué quieres que te diga? - le dije fingiendo no saber a lo que se refería.

-¿cuándo ibas a decirme que estabas casado y esperabas un hijo?, creíste que si nos dábamos un tiempo, si no te veía ¿yo me iba a olvidar de ti?, ¿ese era tu plan desde el primer momento?

Quería decirle que no, quería gritar que ella era especial, quería decir que el tiempo que pase con ella era único, pero las palabras no salían, mire al suelo, ese gris suelo que tal vez ha presenciado miles de estas cosas.

-¿podemos seguir siendo amigos y salir de vez en cuando?

Ella me miro con más odio.

- que no lo entiendes Alex, tu mujer te necesita, dime como me voy a sentir yo si sé que en tu casa hay alguien que te está esperando, que espera un hijo tuyo que lo está soportando sola.

-yo... - no sabía que responder, ella tenía razón, Amanda me necesitaba.

- Antes, ¿te conté acerca de mi familia verdad?

Asentí, las palabras no salían.

- Mi madre me crio sola por nueve meses porque el cobarde de mi padre no lo aceptaba o más bien no quería creer que la dejo embarazada, pensó que ella se había acostado con otro y la creyó algo que jamás podré decir, ahora la misma historia se repite - las lágrimas caían de ella y quería abrazarla, decirle que todo estaba bien, quería que se quedara conmigo, pero me detuve, si quería separarme de ella, si quería dejar que ella sufriera, primero debía de no ser amable.

Nos quedamos en silencio, ella seguía llorando y yo solo sentía que mi corazón se rompía en pedazos, pero de alguna forma debía de soportarlo.

- quiero ir a casa - fue lo último que me dijo antes de pararse y caminar hacia el auto, mientras yo la seguía mirando su espalda, a pesar de estar tan bien vestida, mis ojos no podían olvidar sus lágrimas.

Condujimos en silencio, por alguna razón el camino a casa fue eterno, era como si el destino no quisiera que nos separáramos, pero allí estábamos, diciéndonos adiós, estacione al frente de donde alguna vez compartí cafés y risas con Lucy, donde hablábamos horas acerca de libros y de lo que pensábamos de ciertos asuntos, recuerdos que nunca hubiera deseado tener, ella miro por un momento aquella casa, luego abrió la puerta y antes de salir me dijo.

- Adiós Alex, espero que puedas ser feliz - deposito un beso en mi mejilla, un frio beso que ya no me decía nada y luego se fue.

me quede minutos esperando ver si no era una pesadilla, quería levantarme de aquel mal sueño, pero no, no pude despertar, mucho menos creer que nada de lo que había pasado era mentira, conduje de nuevo a casa, pero no quise simplemente volver a un lugar que ya no representaba nada.

Y entonces lo supe.

No siempre es fácil, dejar ir a alguien. Porque dejar ir a alguien significa dejar ir una parte de ti, una parte que quizá jamás volverá, y peor aun cuando esa persona llega a ser alguien tan importante, que cuando se va tú ya no eres el mismo.

Mi padre una vez me dijo que no provoque lágrimas en quien alguna vez me regalo sus mejores sonrisas, que idiota, porque es que recuerdo esas cosas en este momento, si sabía que algo así iba a pasar tal vez y solo tal vez hubiera preferido no haberla conocido.

EL ESCRITOR QUE SE ENAMORO POR SEGUNDA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora