CAP. 11 CARTA

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¿Porque cada cosa que veía me hacía recuerdo a ella?, no lo entendía, pensé haber sobrellevado las cosas, pensé que sin su presencia podía sobrevivir, pero me había equivocado.

- no sabes cuánto te extraño - susurre al cielo.

Eran finales de otoño y ya casi dos meses del embarazo de Amanda que al parecer lo disimulaba bastante bien, porque no veía rastros de su pansa crecer o de las ecografías que nunca me mostró, pero no quería pedírselos de igual manera, después de todo tenía miedo de no amar al niño que aparecía en las fotos.

Mis libros recientes tenían buenas críticas y Jack parecía contento, porque finalmente mis libros tenían lo que él tanto estaba buscando, del amor que yo descubrí estando con Lucy, si, la única manera de tenerla presente era a través de los libros que escribía, pero ninguno se comparaba a la verdadera.

Mientras ordenaba aquella casa había encontrado un sobre rojo sellado que me pareció curioso, porque tenía mi nombre en él, lo abrí y descubrí fotos mías y de Lucy, de Elliot y de las cosas que yo hacía, ¿Qué demonios era todo eso?, luego abrí otro cajón y encontré cartas, de ella dirigidas a un tal Marcos y la prueba de embarazo, la misma que vi aquel día, pero...

Con un resultado diferente.

- ¡Amanda! - fui hasta donde estaba ella.

-¿si? - me pregunto ella.

- ¡me puedes decir qué diablos es esto! - estaba molesto, molesto porque fui engañado.

Ella palideció al ver aquel sobre que yo sostenía y sus labios temblaron...

- yo...

- ¡que mierda es esto!

- lo siento Alex yo mentí, no estoy embarazada, le pedí a un amigo que me haga los exámenes, al principio ellos me entregaron una que decía que era afirmativo, pero luego me llamaron diciéndome que se equivocaron de resultado.

- ¿desde cuándo lo sabes?

Ella se quedó en silencio.

-¡maldita sea desde cuando lo sabes! - grite al fin.

- desde hace un mes atrás - respondió al fin.

- ¡y no pensaste que tarde o temprano yo lo descubriría!

- Alex, sé que hice mal, pero dime ¿que querías que haga?, en ese tiempo yo te quería y saber que tú salías con alguien más me dolía mucho, por eso hice lo que hice para mantenerte a mi lado.

- ¡Y DIME ENTONCES QUIEN MIERDA ES MARCOS!

Ella temblaba, se notaba que yo la había asustado, pero eso en estos momentos no me importaba.

- Es alguien a quien conocí estos últimos meses y con quien estoy saliendo.

- Genial - dije al fin - mientras tú me pedías que me quedara en casa, que dejara de verla, que me comporte como un buen padre para nuestro futuro hijo, que sea un ejemplo de marido, tú...

Las palabras no me salían, solo pensé en Lucy, en que estuve mucho tiempo sin ella, en que debería buscarla, de decirle lo que siento, Si, fui un tonto por guardarme esos sentimientos para mí solo, porque en el fondo yo la amaba, pero por mi ego, por mi cobardía, renuncie a lo que más amaba por miedo a que las personas a mi alrededor se decepcionen, por miedo de que hablen de mi a mis espaldas, estaba furioso, furioso con Amanda por mentirme, furioso por Lucy porque la lastime, pero furioso conmigo mismo de no darme cuenta antes que Amanda no mostraba señales de esperar un hijo, tome mi chaqueta y las llaves y antes de salir le grite con todo mi odio.

-No quiero verte aquí cuando regrese.

Ella me miro con lágrimas en los ojos, pidiéndome que no me vaya, pero era tarde yo no la amaba y ella a mí tampoco, solo quería monopolizarme, tenerme para ella en contra de mi felicidad y también la suya.

Llegue a la casa de Lucy y estacione sin respetar el espacio asignado, no me importaba solo quería verla, toque como pude y golpee cuanto pude, pero las puerta no habría, una de las vecinas asustada por los incesantes ruidos salió y al verme allí su rostro cambio, tal vez ella sabía que venía.

- ¿disculpe sabe que paso con la chica que vivía aquí?

- oh, cariño tú debes ser Alex, Lucy se fue hace bastante de aquí, pero me dijo que te entregue esto, espera que te lo traigo.

Ella entro a su casa y me entrego un sobre con mi nombre en ella, era una carta.

- gracias - me despedí de la señora y subí al auto donde podía tener privacidad y leer lo que ella me escribió.

QUERIDO ALEX

Te escribo para decirte Adiós, pero en realidad nunca quise irme, no soy lo suficientemente valiente para despedirme, por favor no me busques, no puedo cargar con la culpa de separar a dos personas que esperan un hijo, no quiero ser como mi padre, no quiero que el niño que será tu hijo sufra la ausencia de uno, mientras tu mujer sufre nueve meses todos esos problemas.

Nunca soporte esa terrible sensación de soledad e aquellos días en que por alguna razón no podía verte y para aliviar mi ausencia de ti, escribía y escribía durante largas horas las palabras que iba a decirte cuando estuvieras frente a mí.

No podría volver a mirarte porque me perdería en el color de tus ojos, no podría volver a hablarte porque me quedaría atrapa entre tus labios, por eso me marcho ahora y te dejo todo mi amor en esta carta, si nunca te lo dije pero te amaba, desde el fondo de mi corazón.

Tú piensas que te escribo para que vuelvas por mí, pero la verdad te escribo para que me dejes ir, sabes bien que esta historia no tendrá un final feliz, sabes nunca he querido a alguien como te he querido a ti y me resulta difícil pensar que alguna vez volveré a sentir un amor como este.

me llevo los recuerdos y las risas, el olor peculiar del tabaco impregnado en tus ropas, el olor a café después de cada despedida, las sonrisas que provocabas por cada pequeño detalle, nuestras manos entrelazadas en cada salida, tu puedes quedarte con esta historia que no pudo ser, pero será, en otro tiempo, en otra vida, de eso estoy segura.

espero que entiendas este adiós precipitado pero necesario, para ti, para mí, para ambos, si me extrañas como yo te extraño a ti quizás volveremos a estar juntos, pero si no es así, y este es el final, gracias por permitirme conocerte, por habernos permitido escribir esta historia, con comas, interrogantes, exclamaciones, incluso con puntos suspensivos o finales.

Adiós ALEX.


TUYA LUCY.


EL ESCRITOR QUE SE ENAMORO POR SEGUNDA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora