Kyra sonrió a sus hermanos Chris y Jessie mientras la ardilla dejaba de retorcerse en la mesa. Kyra era una completa hija de Apolo excepción del área curativa. Se le hacía imposible averiguar qué huesos estaban rotos o recordar el nombre de las diferentes bacterias. La ardilla echó a correr y desapareció en el bosque. Finalmente pudo relajar los músculos.
-"Oye, hace solo una semana que empezaste con esto de la curación. Te parecerá lento, pero no vas nada mal"- apuntó Chris mientras recogía el botiquín. Jessie la rodeó con un brazo "Es increíble lo ambiciosa que eres. Como sigas dominando cada cosa que haces, papá bajará a conocerte en persona" Kyra soltó una carcajada más impertinente de lo que recomendaban a la gente con progenitores divinos, pero se mordió la lengua. No había conocido en persona a su padre todavía, ni le importaba. Desde su llegada al campamento, su vida había estado bastante completa, y prefería ahorrarse más drama familiar.
"Adoro cantar y componer, pero la verdad es que aprender a curar me parece más útil en la batalla" dijo simplemente. Se encaminaron a la zona de cabañas, los tres cansados después de una mañana entera practicando. Sentía que la cabeza le iba a estallar, pero consiguió esbozar una sonrisa cuando vio a Rowan y Darren.
"Así que ahora te dedicas a curar animalitos del bosque, ¿no? ¿Qué, quieres que te contraten en Disney?" "No, pero prefiero reventarle un pulmón accidentalmente a un gorrión que a cualquiera de vosotros" respondió, pero toda la chulería de su amigo se desvaneció en cuanto Chris le sonrió. Para ser un hijo de Afrodita, Darren llevaba sus relaciones con mucha timidez. Rowan dejó escapar una risa cristalina, y se agarró a su brazo.
"Que sepas que te envidio tanto. Me encantaría tener una fracción de tu talento, o al menos ser mínimamente útil" suspiró dramáticamente y empezó a conducirla hacia los campos de fresas "Bueno, quería decirte que hoy se hacen tres meses desde que llegaste. Te he hecho esto" le tendió con una amplia sonrisa una pulsera de conchas blanquísimas y bordes dorados. Hacía juego con su collar. "Que sepas que tu talento de hacer bonito todo lo que tocas es también muy valioso. Muchísimas gracias, me encanta" le respondió, mientras se lo ajustaba a la muñeca. Rowan se encogió de hombros mientras buscaba un lugar en la hierba para sentarse.
"Me parece que llevo aquí toda una vida- mucho más que tres meses."
"Pues yo creo que nunca me voy a acostumbrar a que esta sea mi vida de verdad" apuntó Rowan con tono soñador. Kyra supo a lo que se refería de inmediato. Una noche le había contado que su padre era fotógrafo, y viajaban por todo el mundo constantemente. Supuso que sería un cambio muy grande pasar a no poder salir de los límites del campamento sin permiso. De ahí el hecho que la chica siempre tuviera historias que contar.
Rowan tomó aire y, haciendo una bocina con las manos, gritó al cielo: "¡Gracias por traerme a Kyra para hacerme compañía!" Kyra le tapó la boca rápidamente "Cállate, vas a alertar a todo el campamento" Sin embargo, nadie les prestó gran atención. El campamento se había acostumbrado a la energía constante de Rowan, y sus efusivos ataques de amor y alegría.
Todo el campamento menos un chico alto, delgado, de pelo negro y semblante oscuro que se encontraba a unos cuantos metros arriba en la colina. Su mirada interrogante hizo que la chica se pusiera roja de pies a cabeza. "Venga ya. Vas a acabar pareciéndote a Darren, como te sonrojes con tal facilidad" Rowan negó con la cabeza, intentando cambiar el tema.
"No me digas eso. Yo tengo mucho más estilo", pero comenzó a echar miradas furtivas por encima del hombro de Kyra. El chico había llegado hacía apenas unas semanas, y apenas se juntaba con nadie. Seguía durmiendo en la cabaña de Hermes, y no se hablaba ni parecía llevarse particularmente bien con nadie.
Quiso volver a sacarle el tema, pero la chica ya había empezado a parlotear sobre cualquier otra cosa, ametrallándola con sus historietas. Había empezado a entrelazar margaritas en una corona de flores mientras hablaba, moviendo sus manos a gran velocidad. Estaba muy guapa- más de lo normal, cuando se emocionaba por cada pequeña tontería. Le hubiera gustado tener su libreta a mano para poder dibujarla así, a la luz del atardecer
ESTÁS LEYENDO
semidioses y semirromances
Fiksi PenggemarKyra se adapta cada vez mejor al Campamento Mestizo. Sin embargo hay cosas a las que jamás se acostumbrará, cómo ver a Rowan suspirar por un chico. Rowan es incapaz de acostumbrarse a no cambiar de lugar constantemente, a asentar su vida y mantener...