Tensión en la Cocina

564 105 42
                                    


Maratón 3/3

— Amor, debes dejar que tu cuerpo descanse — escucho por el teléfono mientras caminaba por los pasillos de su escuela rumbo a su club, las clases gracias a dios ya habían acabado — no creas que no te vi salir hoy a las cinco de la mañana a hacer t...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Amor, debes dejar que tu cuerpo descanse — escucho por el teléfono mientras caminaba por los pasillos de su escuela rumbo a su club, las clases gracias a dios ya habían acabado — no creas que no te vi salir hoy a las cinco de la mañana a hacer tu rutina diaria después de que te acostaste a las dos de la madrugada, Miércoles — dijo seria Momo, realmente estaba preocupada porque su hijo podría sufrir alguna descompensación o algo — y si creíste que escapandote y no contestando mis llamadas desde la mañana, libraste mi regaño, estas equivocado — agregó a lo que Miércoles suspiro rodando los ojos — no le andes rodando los ojos a tu madre, jovencito — ¿cómo es que.... — te conozco, soy tu madre — respondió su pregunta, okey, las madres algunas veces daban miedo — no doy miedo, solo te conozco — volvió a hablar Momo, bien ahora estaba asustado — no te asustes — mierda — no maldigas...

Mamá — se quejó para que parara, realmente algunas veces su mamá le daba miedo.

Bien — río levemente Momo — como sea, no te salvaste Miércoles, cuando llegues tendrás una larga conversación conmigo — mierda — que te dije de maldecir...

— Ya, ya, ya entendí mamá — corto antes de que su madre siguiera leyendo su mente — una conversación cuando llegue, okey, ahora debo colgar ya estoy en mi club — dijo mientras entraba a la cocina destinada para las actividades de su club de gastronomía.

Bien — sonrío Momo y después asintió — entonces te dejo, nos vemos cuando llegues a casa, te amo.

— Yo también te amo, nos vemos — sonrío y después colgó

— ¿A quién amas? — una voz sonó atrás de el haciéndolo brincar del susto por la repentina aparición.

— Mierda — maldijo llevando su mano a su corazón que latía descontrolado por tal susto, cuando se calmó fulminó con la mirada al responsable, Kim Seokjin, alias el imbécil — QUE. TE. IMPORTA. — gruño en respuesta.

— SI. NO. ME. IMPORTARA. NO. TE. PREGUNTARÍA. — arremedo a Jimin solo para molestarlo, le encantaba verlo cabreado, era malditamente sexy.

Y justo como lo esperaba el enano culón lo acribilló con la mirada, Seokjin estaba seguro que Park ya lo había matado más de mil veces en su cabeza, de las formas más dolorosas que su retorcida mente haya podido imaginar.

— ¿Acaso quiere morir, presidente? — pregunto Miércoles encarandolo con una sonrisa que estaba lejos de ser amable, muchos la catalogarian como una sonrisa siniestra, Seokjin al escucharlo y ver esa sonrisa trago grueso, quizás no debía arriesgar su pellejo solo para verlo molesto, el pequeño parecía de cuidado a pesar de su apariencia de no matar una mosca, como dicen por ahí, hermoso pero letal.

— ¡¡Ya besense!! — se escucho la voz de una chica gritando, ambos rápidamente apartaron la mirada y buscaron a la responsable, pero no la hallaron.

— Prefiero besar un sapo — gruñó Miércoles volviendolo a encarar.

— Yo prefiero besar el piso antes que a ti — contraatacó Seokjin, mentiras, puras mentiras, lo que daría Seokjin por poder cumplir las palabras de esa chica.

— ¡¡Y yo prefiero que se besen!! — se escucho de nuevo el grito de la chica, ambos volvieron a buscarla, pero nada, Miércoles podía asegurar que era una de esas chicas que shippean a dos hombres por cualquier cosa, algo así como Viernes versión femenina.

— Pobre piso, ¿qué te hizo para que lo quieras castigar de esa manera tan desagradable? — molestó Miércoles, puede que a él igual le gustara cabrear a Seokjin, solo un poco.

— Pobre sapo, se a de morir de puro asco — reto, no se iba a dejar tan fácilmente.

— Ya quisieras que te besara — menciono altivo Miércoles, mierda, Seokjin maldijo porque lo que el enano culón dijo, era verdad, no podía negarlo, moría por probar esos labios esponjosos y comprobar si eran tan suaves como se veían.

— Prefiero tragar lijas antes que besarte — mencionó, mentiras y más mentiras, pero Seokjin no dejaría que Jimin lo supiera.

— Que bien, porque nunca te besaria Kim — afirmo Miércoles escuchando un "aja, claro, supongamos que te creo" de fondo, rápidamente volteó su rostro para buscarla, sabia que había sido esa chica de nuevo, pero nada.

Miércoles empezaba a odiar a esa chica.

Seokjin empezaba a amar a esa chica.

— Que bien, porque nunca dejaría que me beses Park — menciono Seokjin mientras aún se veían intensamente, toda la situación y ellos mismos estaban como agua para chocolate*.

La tensión se sentía por toda la cocina y todos los presentes miraban con el atractivo presidente del club de gastronomía, Kim Seokjin, se debatía en un duelo de miradas con la joya de la escuela, Park Jimin.

— ¡¡Es enserio, ya besense!! — se volvió a escuchar por toda la cocina.

* Cuando una persona está "como agua para chocolate" es que está muy exaltada emocionalmente, "hierve por dentro" ya sea de rabia o enojo contenido, como también de pasión o excitación, así como el agua al estar a punto de ebullición para hacer un...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

* Cuando una persona está "como agua para chocolate" es que está muy exaltada emocionalmente, "hierve por dentro" ya sea de rabia o enojo contenido, como también de pasión o excitación, así como el agua al estar a punto de ebullición para hacer un buen chocolate.






Bien hermosas personitas con este capitulo doy por finalizado el maratón, no es mucho pero es trabajo honesto 😅😅😅, como sea espero lo hayan disfrutado.

Como siempre agradecerles por el amor que le dan a la historia.

Si desean que les dedique el siguiente capítulo 👉

Siete HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora