En un futuro cercano en el cual la humanidad se enfrenta a una crisis de sobrepoblación y escasez de alimento nunca antes vista, dando como solución la creación de la Ley de Asignación Filial por la cual toda familia solo puede tener un hijo y si ti...
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Seokjin sonrió cuando vio a Jimin acercarse a él con una hermosa sonrisa y después lo abrazó.
— Gracias — murmuró Miércoles, besando castamente sus labios, para después seguir abrazandolo, se sentía seguro entre sus brazos.
— Minnie, ya te dije que no tienes nada que agradecerme, cariño — menciono Seokjin con una sonrisa por ese piquito, para después dejarle un beso en su cabellera correspondiendo el abrazo.
Seokjin estaba feliz de poder tener a Jimin entre sus brazos, aunque no fue nada fácil volver a hablar con este después de lo que pasó en la enfermería, con perseverancia lo logró.
Los días posteriores a lo que paso cuando Jimin huyo de esa manera de la enfermería después de que se besaron, Seokjin fue completamente ignorado, pensando en arreglarlo y aprovechar las actividades del club de gastronomía espero pacientemente que fuera miércoles para poder hablar con Jimin, pero este no había asistido a clases ese día.
Así que volvió a esperar toda una semana para volver a aprovechar el club, pero Jimin se mantuvo ignorando a todo el mundo, no solo a él, era como si algo le atormentara, parecía decaído además Seokjin se había percatado de las ojeras y el leve hinchazón en sus ojos, como si hubiera llorado hasta quedarse sin lágrimas, eso lo preocupó, seguro nadie más se percató de ello pues Jimin había ocupado maquillaje para taparlo, pero Seokjin si lo notó, tentando a la suerte trató de acercarse a Jimin obteniendo solo incoherencias de este.
— Jimin estoy preocupado por ti — había dicho.
— No deberías — este le respondió indiferente.
— Pero si lo hago, es más obvio que lloraste por lo que parece semanas.
— Y a ti que mierda te importa — gruño a la defensiva, pero Seokjin no daría su brazo a torcer tan fácilmente.
