Lan Wangji jamás había visto algo siquiera parecido a lo que había conseguido de aquella anciana.La sustancia era algo pastosa y extraña al tacto, también olía raro, de una forma que no puedes describir con precisión, como nada que Lan Wangji hubiera olido antes.
Pero bueno, si eso alejaba a los molestos mosquitos a Lan Wangji no le importaba como se veía ni sentía, se pondría la celestial cosa encima y terminaría con sus problemas.
Rápidamente, se dirigió a un callejón oscuro en el que estaba bastante seguro, por su agudo y extenso entrenamiento auditivo, no había nadie más además de él.
De forma veloz y eficiente se deshizo del velo y sus túnicas superiores, tomó la extraña crema entre sus dedos y la expandió por su cuello, sus hombros, su torso, sus mejillas e incluso añadió un poco entre sus orejas.
No le alcanzó para más, intentó expandir la zona de su piel cubierta sobando con la yema de sus dedos a través de la pomada, pero no consiguió extenderla mucho.
Bueno, esa cosa haría maravillas, tenía toda su fe puesta en ella.
Una vez que puso toda la ropa en su lugar y el velo se aseguró firmemente sobre su cabeza, Lan Wangji se esforzó muchísimo por recordar que se suponía que estaba haciendo antes de llegar ahí, recordaba a la anciana y a un bar, pero nada más.
Quizás no era tan importante.
Una insistente voz en su cabeza sospechosamente parecida a la de su hermano le decía que de hecho se estaba perdiendo algo muy crucial.
Decidió ignorar esa molesta vocecilla.
Su nueva vida libre de mosquitos empezaba en aquel momento y estaba ansioso poder dejar atrás sus errores en el pasado.
Era un hombre nuevo.
Y ese hombre nuevo necesitaba urgentemente una posada porque ya era muy tarde y sus párpados estaban empezando a pesarle.
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Lan Wangji no encontró posada.
Realmente se esforzó buscando, pero parecía que el destino estaba en su contra aquella noche.
Habitaciones ocupadas, instalaciones en mantenimiento e incluso le dieron una habitación que ya estaba ocupada por error.
La mirada de sorpresa en el rostro de la pareja cuando entró aún estaba pegada fuertemente en su cabeza.
Con ese terrible historial detrás, Lan Wangji decidió que dormiría en la naturaleza, no era la primera que lo hacía, tampoco sería la última.
Su lugar elegido fue un pequeño espacio libre de malezas ubicado cerca de un bello sauce llorón. El sauce se veía tan triste y desolado como él y Lan Wangji pensó que agradecería un poco de compañía.
El lugar estaba cerca de las orillas del lago, por lo que pudo vislumbrar pequeñas ranitas saltarinas que entraban y salían de las oscuras aguas. A Lan Wangji le parecieron conejos, pequeños conejos verdes.
Había un suave murmullo gutural que salía del lago.
Parecía una sinfonía orquestada por el chapotear de las ranas, el fluir del viento entre los juncos y el choque de las escamas de los peces.
Arrodillado en medio de la tranquilidad de la naturaleza, Lan Wangji inició su propia sinfonía de sonidos que comenzaron con las suaves y tristes notas de un guqin y terminaron con un conjunto de gemidos y sollozos entrecortados al extender su mano y obtener solo vacío como respuesta.
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El odio en tu mirada - ZHANCHENG
FanfictionJiang Cheng está cansado. Muy cansado. Han pasado tres años desde la caída de Wei Wuxian y las cosas no van tan bien. Reconstruir una secta, ser tío soltero y lidiar con sus propios demonios ha resultado ser muy difícil. En resumen, todo es un des...