El odio en tu mirada - ZHANCHENG

Caída libre

El agua era sorprendentemente cálida.

Lan Wangji esperaba el mordisco helado que siempre lo recibía en las ocasiones en que se sumergía en las aguas de la Primavera Fría y que había aprendido a soportar desde que era un niño, pero solo recibió una extraña sensación de calidez y suavidad alrededor suyo que lo dejó desconcertado por un momento.

Todo habría sido bastante agradable y bonito si no hubiera un par de huesudas manos tirando de sus tobillos.

Y aquí estaba la cosa

Lan Wangji no sabía nadar.

En Gusu Lan solo había pequeños arroyos y riachuelos que iban montaña abajo hasta encontrarse con el lago Biling en la ciudad de Caiyi.

Por supuesto, Lan Wangji jamás había tenido la necesidad de aprender a nadar, tampoco es como si zambullirse en heladas aguas durante prolongados periodos de tiempo tuviera un gran atractivo para él, por lo que jamás le pidió a su hermano ni a su shufu que organizaran lecciones para él.

Creyó escuchar un fuerte estallido en el agua encima de él, pero no pudo estar seguro, sus oídos estaban llenos de agua y no eran para nada confiables.

¿Se podía oír bajo el agua?

Lan Wangji no lo sabía.

Las burbujas de aire salían sin su consentimiento de su boca y su nariz mientras movía sus piernas y brazos de forma totalmente descoordinada tratando de salir del agarre del ghoul de agua que seguía aferrado a sus tobillos con gran fuerza.

Si Lan Wangji hubiera estado sobrio y no al borde del pánico por estar ahogándose habría dado pelea, su fuerza era considerablemente más grande que la de otros cultivadores, y eso, combinado con la aplicación correcta de qi en sus extremidades habría sido más que suficiente para zafarse del agarre mortal que lo apresaba.

Pero no estaba ni sobrio ni calmado sino todo lo contrario a eso.

El agua bloqueaba su respiración e invadía su boca.

Sus ojos seguían la rápida ascensión de las últimas burbujas que lograron salir de sus vías respiratorias.

Su pecho y garanta estaban llenas de agua y Lan Wangji podía sentir cómo su cuerpo empezaba a apagarse ante la falta de oxígeno.

Con su espada y su guqin abandonados junto al sauce, Lan Wangji estaba totalmente indefenso.

Las aguas de Yunmeng eran oscuras, ligeramente verdosas y cargadas de vida, llenas de la vida que había abandonado a Lan Wangji antes incluso de que dejara de respirar.

El peso del agua se cernía sobre él con cada metro que descendía y distraídamente se preguntó si así es como terminaría su vida, si su cadáver reposaría en el fondo del gran lago de Yunmeng, se preguntó si alguien encontraría su cadáver o si sus huesos reposarían allí hasta el fin de los tiempos.

Quizás estaba siendo algo dramático, pero seguro que se le permitía serlo, se estaba muriendo.

¿Se encontraría con Wei Ying del otro lado?

¿Existía siquiera algo como el otro lado?

¿Ese era el final?

Lan Wangji sopesó la idea de convencer a su cuerpo de moverse y tratar de escapar, pero esa no sería más que una pantomima para tratar de consolarse al saber que peleó hasta el final, que nunca se rindió.

Pero Lan Wangji se había rendido mucho tiempo antes y ya no podía seguir cargando el peso de sus decisiones, no podía.

Estaba cansado, cansado y harto de levantarse todos los días al mismo mundo del que tanto quería escapar.