Capítulo III Negociaciones, concesiones... y alguna sorpresa.

4.2K 268 10
                                    

Arianna.

Nos dirigimos a los ascensores del personal, aunque estaban más llenos, había menos posibilidades que nos encontráramos con algún miembro de la familia Powell. Estábamos esperando delante de un ascensor que ascendía, cuando se acercaron a nosotros varios trabajadores que nos rodearon y comenzaron a esperarlo junto a nosotras, en el momento que se abrieron las puertas, comenzábamos a entrar, cuando vimos a tres personas dentro del ascensor. Eran nuestros prometidos, la sorpresa hizo que nos detuviéramos de golpe, pero al frenarnos sentimos como los trabajadores nos empujaban desde detrás hacia delante, y las tres fuimos proyectadas hacia el interior del ascensor. Sentí como unos brazos me abrazaban, protegiéndome de caerme. No tuve que mirar quien me tenía sujeta en sus brazos, sabía de quién se trataba, por el hormigueo y el calor que comencé a sentir en las zonas donde nuestros cuerpos se tocaban. Miré como pude a mis amigas, y estaban en la misma situación, sus prometidos las tenían abrazadas y miraban a los empleados con cierta seriedad y enfado en la mirada.

-" ¡Bajad en el siguiente!"- sentí, más que oí en el pecho de Keanu como resonaban estas palabras como latigazos. Los empleados retrocedieron de forma automática, después sentí como se cerraban las puertas, dejándonos a los seis solos y a nosotras en los brazos de nuestros prometidos.

Yo intente alejarme, pero Keanu apretó más el abrazo y me pegó más a él, haciéndome gemir inconscientemente.

-" ¿Nos vais a soltar, ya?"- le oí decir a Miriam. Ninguno de los tres contestó, pero tampoco nos soltaron. Mire a Keanu enfada, si pensaba que por tenerme en sus brazos me iba a intimidar, estaban muy equivocado. Su sonrisa de suficiencia me decía que le estaba gustando tenerme así, pero ya me encargaría yo de hacerle cambiar de idea.

-" Ladies creo que es hora que nuestros futuros maridos aprendan algo más de sus prometidas, a modo de advertencia, claro está"- dije yo mirando a los ojos a mi prometido, para hacerle ver que no jugábamos. Como lo habíamos practicado en clase cientos de veces, contamos hasta tres mentalmente, y de un solo movimiento, nos deshicimos de nuestros, cariñosos prometidos, desplazándolos al otro lado del ascensor, y haciendo que se golpearan contra la mampara lateral del mismo, mientras nosotras los mirábamos con una sonrisa.

-" La próxima vez que os digamos soltarnos, tomadlo en serio"- Dijo Elena mirando a su prometido mientras él se frotaba le hombro que se había golpeado.

-" Bueno nos vemos esta noche en el Restaurante italiano ¡O Sole Mio!, pagamos nosotras"- dije yo mirando a Keanu que me miraba con una sonrisa, mientras, se estiraba el hombro golpeado.

Salimos del ascensor cuando se abrieron las puertas.

-" Chao cariño, nos vemos después"- le dijo Miriam a su prometido, mientras el estiraba el brazo y la miraba con un brillo de advertencia. Miriam le envió un beso volado. No pudimos evitar reírnos a carcajadas, mientras notábamos que éramos observadas por nuestros futuros maridos.

Ya una vez en el coche pude respirar, mientras trataba de controlar mi ritmo cardiaco, ese hombre tenía efectos en mí, hasta un rato después de haberme tocado, o aprendía a controlarme, o no sé lo que podría pasar la noche que fuera suya, lo mismo al día siguiente no me podría levantar.

-" ¿Soy yo sola la que siente, que cuando ese hombre me abraza pierdo hasta el sentido?, ¡dios, si aún me tiemblan las piernas!"- le oí decir a la directa Miriam.

-" No guapa, el maldito playboy me dejo en blanco, para en el segundo siguiente sentir como mi cuerpo ardía, con unas ganas horrible de besarlo. Decididamente no me gusta esto. Ese hombre me roba el control de mi cuerpo y mi alma"- gruño enfada Elena mientras conducía.

Matrimonio Concertado con el CEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora