Keanu.
Mire mi reloj para comprobar que estaba todo apunto a su hora, ya le había mandado el mensaje con la localización del restaurante a mi prometida, ordené que se reservara
todo el establecimiento, exigí que se adornara con velas, flores y globos, para una autentica cena romántica. Se realizaría en la terraza del mejor restaurante donde tenía la mejor panorámica de la Sierra. Todo tenía que salir perfecto, no podía dejar
que el compromiso se retrasara más, y no era por la compañía ni por la necesidad de complacer a mi abuelo, ni siquiera por la casi agónica necesidad de tenerla en mi cama.
Era llana y simplemente que Ariana, en estos meses, se había convertido en un imperioso deseo, una apremiante necesidad, mi calma y mi furia, donde mi único sueño, y misión era compartir el resto de nuestras vidas, no quiero analizar mis sentimientos, ni saber que los provoca, solo quiero dejarme llevar.
Estaba en la entrada del restaurante, después de haber supervisado que todo estaba como yo le había indicado. Cuando llego el coche, que había enviado para
recoger a mi prometida. El chofer abrió la puerta y ella salió. Sentí que mi corazón daba un vuelco, estaba preciosa, era una diosa, su vestido blanco de encaje, giraba a su alrededor como si flotara, y su pelo caía en cascadas, destacando esos ojos
que te hipnotizaban con la mirada. Tenía que reconocer que mi abuelo se estaría riendo, ya que siempre me costaba aceptar que alguien tenía razón, excepto yo. Para
hacerme cambiar de opinión necesitaba muchas pruebas o argumentos, pero en la elección de mi prometida, mi abuelo acertó. Arianna sería capaz de esclavizarme de por vida. Era la única persona
que tenía tanto poder sobre mí, y eso, aunque no quería reconocerlo me daba miedo, por eso decidí esconderlo bajo una máscara de despotismo.
-” Cierre la boca señor Powell, está babeando”- me dijo cuando me acerque a ella para tomarle de la mano.-” Lo siento, pero estoy hambriento, y tu estas muy comestible, intentare controlarme, pero no prometo nada”- observe como se ruborizaba mientras sus ojos brillaron de deseo.
-” Contrólate Keanu o terminareis haciendo el amor sobre el suelo del restaurante, y te saltaras la petición de tu abuelo de no tener relaciones hasta el día de la boda.”-me dije, y al mirarla vi cómo se mordía los labios en señal de nerviosismo.
” Esto va ser una tortura, no sé si podré controlarme para no hacerla mía antes de los postres”- volví a pensar.
Cuando nos sentamos a las mesas la situación fue a peor, no había previsto, que, a la luz de las velas, entre flores y tanto cristal de bohemia, mi novia se iba a ver aún más hermosa, parecía que brillaba con luz propia, y eso estaba haciendo estragos en mi autocontrol.
-” Es extraño señor Powell, siempre que nos vemos no pierde oportunidad para besarme, pero hoy lo veo muy controlado, ¿eso quiere decir que desea hacer las cosas
bien esta vez?”- me sonrió mi prometida.-” Eres una arpía, sabes que me está costando muchísimo controlarme para no derribar esta mesa, y devorarte entera”- le dije apretando los puños sobre la mesa.
-” De acuerdo, Keanu vamos a intentar que esto funcione, ya que estamos metidos, los dos, en este barco, casi obligados. Así que le sacaremos partido de todo lo que contribuya a nuestra vida juntos. Y no sólo por nosotros, sino por nuestros hijos. No quiero que se vean implicados, en una guerra entre sus padres.”- me dijo mi prometida muy seria.
No se me pasó desapercibido que me llamo por mi nombre. Me encantaba como sonaba en sus labios. Me hacía imaginarme como sonaría cuando le se lo arrancara entre gemidos de placer, mientras le enseñaba a disfrutar de su cuerpo.
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Matrimonio Concertado con el CEO.
Romance¿Cómo puede salvar una vida, cambiar tanto la tuya? Esta es la pregunta que se hacen Arianna, Miriam y Elena, que, por ayudar a un anciano en peligro, se han visto abocadas, mediante amenazas, a tres matrimonios concertados. Claro que el anciano es...