I Knew you were trouble

'I Hate Bad Boys'

La imagen deJimin apareció en mi mente sorprendiéndome.

¿Quién era Jimin? Mi ex. Había estado conmigo por doce meses, pero el año anterior se había ido a los Estados Unidos; estaba en un grado superior al mío. Se fue para estudiar medicina. Al parecer estaba bien, pero sabíamos que nuestra relación no duraría y simplemente terminamos en buenos términos –si es que eso existe– y se marchó.

Supongo que lo que más dolió fue que estuve con él todo un año, pensaba que era perfecto, imaginé mi vida con él, pero no podía truncar sus sueños; no podía hacerle eso, así que lo dejé ir... quedando sola, vacía, triste, en general: MAL.

–No Jimin –¿Realmente dije eso? Abrí los ojos de inmediato. Jungkook me miró extrañado y se alejó.

–¿Quién es Jimin? –su tono no era de enojo, ni de calma, simplemente...diferente.

–¿Celoso? –usé sus palabras para evitar darle una explicación de algo en lo que no quería ni siquiera pensar.

Se sentía tan bien dentro de mí cuando lo retaba. Simplemente me sentía poderosa, llena de odio, pero poderosa; como si retomara el control de todo lo que pasaba a mí alrededor.

–Para nada, es sólo que es la primera vez que una chica piensa en otra persona mientras estoy tan cerca.

–¿Seguro? –sonreí cruzando los brazos sobre mi pecho.

–Muy seguro, ¿qué no me ves? –sonaba engreído mientras señalaba la totalidad de su cuerpo con sus manos.

–Mejor vete ya Jeon.

–Aún me debes un beso, linda –me guiñó un ojo.

–Dos cosas. Primera: no me digas linda, y segunda: JAMÁS EN LA VIDA TE BESARÉ, ¿Okey? Y por cierto fuiste tú –golpeé su pecho con mi dedo índice– quien se acercó, ¿recuerdas? –Sonreí como si hubiera ganado. ¡Jamás unas a una chica competitiva con una llena de odio! –¿Acaso te gusto,Jeon? –no me importaba la respuesta aunque lo sentía incómodo.

–¡Já! Tienes razón, mejor me voy. Nos vemos mañana –algo en mí saltaba de la alegría mientras otra parte, esa parte que me hacía sentir poderosa, decayó inmediatamente. Me despedí y le cerré la puerta en la cara, luego sonreí para mis adentros.

Comí un pedazo de pizza que tenía como cena. Subí a mi habitación pues estaba muy cansada; recogí mis libros, dejé todo organizado y fui a la habitación principal: la de mis padres pues allí dormía; se me hacía más cómoda. Me cepillé los dientes, puse la alarma y me hundí en las cobijas con mi cabeza llenándose de recuerdos de Liam.1

A la mañana siguiente mi alarma sonó desde debajo de mi almohada. La paré, me puse en pie, me desperecé estirándome como buena bailarina, y fui a la ducha.

Estuve lista en poco tiempo: un par de jeans oscuros, una camiseta blanca holgada con un estampado perfecto para Jeon; una chaqueta de cuero negra, zapatos bajos rojos, una trenza deshecha de lado y algo de brillo en los labios. No era de usar maquillaje, pero el frío tenía mis labios secos y cuarteados.

Estaba nevando así que tomé las llaves del auto, se me hizo algo tarde, entonces cogí una tostada y una pera para comer mientras conducía. Subí al auto, encendí la radio al igual que la calefacción. Como la radio estaba terriblemente aburrida conecté mi reproductor. Sonó 'Give your heart a break' de Demi Lovato. ¿Algún mensaje oculto? No lo creo.1

Varias canciones más sonaron en el trayecto. Sin embargo, no les puse mucha atención; comí mi improvisado desayuno mientras conducía y pensaba en muchas cosas y a la vez en ninguna. Ya llegando al estacionamiento de la escuela una moto me cerró, casi lo o la mato. ¡LOCOS! –pensé.