Estaba a punto de romper el silencio, pero Jungkook lo hizo primero: –Entonces... ¿Qué quieres que haga? ¿Olvido mi palabra? Creo que vale demasiado como para tirarla por la borda.–¿Qué dices? Mira Jungkook, creo que es suficiente de esto...
–¿De qué? Creo que yo no te he obligado a nada –sonreía triunfante.
Me sonrojé. –Es cierto, no lo has hecho. Pero sinceramente creo que esto no es correcto, y que no estamos yendo hacía ningún lugar. No tiene sentido.
–Para mí sí.
–Explícame entonces, porque realmente yo no entiendo.
–Rose, nos necesitamos. Es solo eso.
–¿Necesitamos?
–Sí, aunque me cueste admitirlo me agrada tu compañía, y...
–Claro y se supone que tengo que creer que eso es suficiente –le interrumpí.
–Sabes, contigo es imposible. Solo te importas tú. Intento demostrar mi punto, pero eres increíblemente egoísta.
–¿Yo egoísta? –crucé mis brazos sobre mi pecho.
–¡Sí! –ya estaba molesto.
–Pues tú no eres muy paciente que digamos. ¡Bipolar! –le grité saliendo de la cocina.
Subí corriendo por las escaleras hacía mi habitación, él me siguió. Ambos seguíamos gritándonos. Parecíamos una pareja de futuros divorciados, peleando por quién se queda con la mayoría de las pertenencias.
–¡No más! Basta de esto –mis manos se alzaron como si él fuera a dispararme. Mi habitación estaba oscura.
–¡Loca! –estaba frente a mí a escasos cincuenta centímetros.
–¡Imbécil! –me defendí.
–¡Egoísta!
–¡Impaciente!
–¡Controladora!
–¡Problemático! –tomé mi almohada y la lancé.
–¡Demente!
–Eso es un sinónimo de Loca –estaba enfurecida, toda mi sangre hervía con furia–, deberías saberlo si estudiaras.
–¡Lo siento, no puedo ser un nerd! –me lanzó la almohada de regreso.
–¡No soy una nerd! Me importa mi futuro, no como a ti.
–¡Sí me importa mi futuro! Deberías callarte, No sabes nada sobre mí –él también estaba hecho una furia.
–Sé todo de ti. Eso deberías saberlo. No hay nadie... nadie –mi voz se quebró y las lágrimas empezaron a caer–, que te... conozca mejor... que yo...
–¡Claro ahora eres la víctima!
–Mejor lárgate –dije casi sin voz.
No lo escuché por un momento, mi mirada fue al suelo, me dejé caer por la pared y enrollé mis piernas con mis brazos. Mi cabeza descansó en ellas y las lágrimas mojaron su camiseta.
–...Rose...– se acercó, ya no gritaba. –Lo siento... esto no debió pasar. Lo lamento, nunca me había salido tanto de mis casillas.
No hice ningún movimiento. Solo lloraba y lloraba. ¿Cómo fue que me enredé con un chico como Jungkook? Mi vida era tranquila y común hasta que llegó el a poner de cabeza mi mundo. Y aunque me costara aceptarlo en ese momento, yo sabía que estaba enamorada de él. Pero no era solo amor adolescente que tiene a diluirse con el tiempo, NO, ese era amor verdadero, pasional, amoroso, fogoso, cálido, único.
–Rose... –acarició mi cabello, su mano rodó por mi barbilla y me hizo mirarlo.
En su rostro se notaba el arrepentimiento. Incluso creí ver preocupación. –Vamos... de pie –dijo tiernamente.
Obedecí y me puse en pie con su ayuda. Sus manos sostenían las mías con cuidado. Nuestros miradas fijas en el otro. Suspiré, me soltó las manos y acunó mi rostro en ellas; limpió mis lágrimas, creo que era lo más tierno que había hecho por mí.
–Jungkook... –no pude completar la frase cuando ya me estaba besando.
No podía resistirme a él. De alguna irónica manera se volvió mi vicio, él era todo lo que necesitaba para estar bien, pero no era correspondida, sabía que nunca lo sería.
–Quiero que los pienses. Tienes hasta el viernes para decidir ¿de acuerdo? –Asentí–. Ahora me voy –por alguna razón mi cuerpo protesto ante la idea–, necesito mi ropa.
Me ruboricé de inmediato. Me acerqué al baño y busqué una toalla para cubrirme.
–Déjame ayudarte –sonreía en la puerta, la luz empezaba a notarse. Estaba amaneciendo.
–Por lo menos no lo hagas tan difícil para mí.
–Si es tan difícil lo pensarás muy bien al elegir.
–¿Elegir entre Yonghwa y tú?
–No ha de ser difícil –ya estaba más cerca, muy cerca.
–Lo será... –susurré incapaz de controlar mi voz–. ¿No crees que seas demasiado seguro de ti mismo?
–Sé lo que soy...
–¿Un chico malo? –se rio. Sus manos fueron a mis caderas y me atrajeron a él. Reaccionaba ante su simple toque, realmente estaba perdida en él.
Pensé que haría su próximo movimiento para que terminaras revolcándonos de nuevo, pero no fue así. Se limitó a rozar mis labios y sacarme su camisa con cuidado. Me cubrí con la toalla rápidamente, a pesar de saber que él ya conocía cada rincón de mi cuerpo. Sí será una difícil decisión.
–Me voy preciosa. Asegúrate de llamarme cuando estés segura de que quieres mantener el trato, y de que "Eduardo" no se acerque demasiado –me guiñó el ojo y salió.
Allí estaba yo, con mi mente a punto de explotar. Una parte de mi gritaba por Jungkook, y la otra rogaba por que eligiera a Yonghwa. Pero la respuesta era obvia. Mi respuesta –aunque me gustara o no aceptarlo–, siempre era caer, siempre era él. Siempre era Jungkook...+
***
Espero que les gustara el Capítulo. Creo que ya debentener idea de lo que sucederá pronto.
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I Knew you were trouble
RomanceEnamorarse de quien no debía, ese fue el gran error de Rose. Su vida era perfecta hasta que él llegó a poner su mundo de cabeza, la enamorará, la enviciara con sus besos y caricias, pero lo que empieza mal... *Adaptacion* Quiero aclarar que esta nov...