No era cualquier chico al que estaba empujando, ¡era Rm! Pero ¿por qué? ¡Qué estúpido era! Primer día de clases y causando problemas. ¿Debía importarme? No, la verdad es que no, y como no me importaba simplemente me fui a la biblioteca, sacaría unos libros de paso para llevar a casa y adelantar algunos trabajos y preparar la tutoría del nuevo.El día pasó rápido, no había visto al problemático Jungkook y así fue mejor. Fui a mi casillero después de despedirme de mis amigos y quedar de vernos el fin de semana en casa de Taehyung para ver una película. Nos gustaba hacer cosas juntos y eso me mantenía ocupada. Saqué algunos libros y dejé otros; cerré y caminé un poco, pero me detuve al ver a alguien sentado en el suelo con la cabeza gacha.
–Ah, eres tú... –vi la silueta de Jungkook con la cabeza mirando al suelo. No me respondió–. ¿Estás bien? –pregunté notando los tonos rojos en sus nudillos.
–¿Te parece que estoy bien? ¿No sabes lo que pasó? –dijo aún con la cabeza baja, la voz algo turbia y pesada.
–No, la verdad es que no sé qué pasó. Levántate, ya se acabaron las clases y debemos irnos, ya no hay nadie en la escuela. Debes ir a tu casa y yo a trabajar –como no me respondía me agaché para verlo mejor. Tenía los jeans sucios de sangre, no demasiada, pero no era buena señal.
Algo dentro de mí se preocupó por él, lo tomé del mentón levantándole el rostro para notar el daño. Su ceja estaba ensangrentada y su labio igual. Podía ser un chico malo, pero no podía dejarlo allí así–. Vamos, de pie, puedo curarte eso –le brindé mi mano y la tomó sin ganas.
Vaya bienvenida que le ha dado Rm.Caminaba un poco mal haciendo muecas de dolor. Se lo había ganado, sólo a él se le ocurría enfrentar a Rm; uno de los chicos más fuertes de la escuela. No digo que él no lo fuera –bueno de hecho no lo sabía–, pero se veía fornido, no demasiado.
Había visto que se empujaban después de química así que Jungook llevaba un buen par de horas sin ser curado, y seguramente, sintiéndose muy adolorido.Llegamos a mi casillero, allí tenía algodón y algo para las heridas. ¿Por qué lo tenía? Fácil, cuando eres bailarina sueles caerte, rasparte y ese tipo de cosas. Además de ser un poco propensa a los accidentes.
Cerré mi casillero y nos encaminamos al baño. –¡Hey! ¡No voy a entrar al baño de las chicas! –dijo lo más fuerte que podía.–Ya no hay nadie en la escuela, nadie lo va a saber –le hice una mueca–. Porque ni loca entro al baño de los chicos ¡WAK! –me hizo cara de digno–. Además, es el sueño de TODOS los chicos entrar al baño de las chicas, así que deja de llorar y vamos.
Accedió a regañadientes. Entramos al baño, miraba a todas partes como un niño perdido; no pude evitar reírme por lo bajo.
–Súbete –le pedí señalando el mármol donde estaban los lavamanos.
–Sabes que no soy un niño pequeño, ¿no? –ese tono grave de voz está matándome, soltó una voz en mi cabeza. Le respondí que lo que le llamaba la atención era el recuerdo de la voz de... él.
El sonido sordo de Jungkook pisando las baldosas me llevó de nuevo a la realidad. –¡Já! Claro que lo sé hermoso –le apreté una de sus mejillas haciendo una voz de madre y luego reí. Él se quejó del dolor del labio–. Sólo hazlo, debo irme –me torné seria. Algo en su rostro adolorido me dolía a mí. Supuse que había tocado mi sensibilidad materna.
Hizo lo que le pedí. –Gracias –dijo mientras yo sacaba algo de algodón.–¿Por qué?
–Por esto y por ser mi tutora –parecía como si nunca antes hubiera dicho gracias.
ESTÁS LEYENDO
I Knew you were trouble
RomantizmEnamorarse de quien no debía, ese fue el gran error de Rose. Su vida era perfecta hasta que él llegó a poner su mundo de cabeza, la enamorará, la enviciara con sus besos y caricias, pero lo que empieza mal... *Adaptacion* Quiero aclarar que esta nov...