La presentación.

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El jueves se me fue entre la escuela, trabajo –sí, no me despidieron gracias a Yonghwa y a la situación con mi abuela–, y práctica de danzas. Practiqué hasta que los pies ya no me respondían.

La mañana del viernes me levanté más temprano de lo usual, me duché y preparé todo lo necesario para la presentación. Se programó para las siete de la noche. Iría a clases, me saltaría el trabajo y me presentaría frente a los jurados. Mis padres tuvieron que volver a la casa de mi abuela, para venderla y concluir algunos asuntos, así que estaré en el auditorio acompañada por mis amigos –Taehyung, Jennie y Jisso–, y Yonghwa por supuesto.

Las ansias se fueron haciendo cada vez más fuertes con el pasar de las horas del día. No podía evitar pensar en las respuestas y reacciones que los jueces podrían tener ante la coreografía, ante mi vestido, ante todo lo que en sus criterios es lo más adecuado.

Revisé el reloj durante todo el día hasta que las manecillas por fin me dieron la salida de clases que eran poco importantes. Corrí por los pasillos hasta encontrar la puerta que conducía al camerino del auditorio.

Tres de mis compañeros habían pasado la primera ronda como yo, así que ellos estaban preparándose para sus presentaciones. Vi a una de las chicas con un tutu precioso lleno de brillos de color celeste, la chica a su lado estaba intentando ponerse unas pestañas postizas y el chico estaba realizando ejercicios de estiramiento.

Solté mi mochila, me desvestí en segundos y me puse un vestido largo blanco que solo deja ver mis tobillos y pies. Las tiras se abrazaban a mis a mis hombros y hasta debajo de mis pechos, luego la tela caía, lo que la hacía casi flotar –perfecta para mis giros–.

Me acerqué a uno  de los espejos, me saqué los zapatos pues la presentación era descalza. Me solté el cabello, me hice una trenza con la parte de arriba de mi cabello y el resto suelto. Usé unos pequeños ganchitos con formas de flores que regué por mi cabello suelto. Parecía como si hubiera estado jugando en un jardín, de hecho parecía un hada.

Un poco de brillo en los labios y rubor fue suficiente para tener un look natural y mágico. Le sonreí al espejo al ver a Yonghwa mirándome.

–Hola amor...

–Hola mi vida –se acercó, me puse en pie–, estas hermosa –me besa castamente y me abraza.

–Gracias amor, y agracias de nuevo por la canción.

–Es tuya ¿recuerdas? –me sonrió.

–Gracias, no sé qué haría sin ti –lo dije siendo sincera. A pesar de mis inseguridades y de la situación con Jungkook, Yonghwa había sido muy bueno conmigo, y aunque él no sabía lo que yo había hecho, muy en el fondo de mi corazón sabía que él me perdonaría. ¿Qué si planeaba contárselo? La verdad es que todo dependía de si pasaba o no, pues si pasaba me iría con él a Nueva York, y si no, me quedaría atascada, sin nada más que un diploma de graduada, sin idea de qué hacer.

Yonghwa me besó una vez más antes de salir y dejarme prepararme para el show. Empecé el calentamiento haciendo la rutina en mi cabeza. El tema era "Give me Love" y yo interpretaría una chica que solo quiere sentir amor. La música y los tambores me daban la posibilidad de girar y hacer saltos por los aires.

Mis compañeros pasaron primero que yo, estuve estirando y respirando mientras oía, primero música clásica, luego hip hop y por último un ritmo tropical.

Escuché mi nombre en el escenario, caminé hasta allí. Pude ver a los jurados en primera fila, tras ellos mi maestra, los chicos que ya habían pasado y una fila más atrás estaban Taehyung, Jennie, Jisso y Yonghwa.

Las luces bajaron hasta volverse muy tenues. Tomé mi posición entre una recreación de un árbol y un sillón. Respiré un poco y escuché unos pasos en los bastidores, miré a mi izquierda y vi a Jungkook con una camiseta negra y jeans, sonriéndome. ¡Había ido!

La música empezó, empecé con pequeños giros, caídas al suelo. Llegando al corro unos giros más, movimientos de manos, algunas contracciones de la espalda y finalmente desplomándome en el sillón. De nuevo de pie, me fui al árbol, siguiendo la letra. Mis pies se movían con agilidad, crucé toda la tarima. Para cuando empezaron a sonar los tambores, estaba por los aires dando saltos y giros, algunos golpes secos al suelo. Tomé mi corazón, me abracé fuertemente. Para concluir me dejé caer en el suelo, rendida con la respiración entrecortada.

Gire el rostro y vi a Jungkook, estaba sonriendo y aplaudiendo, tal como mis amigos y mi maestra. Me puse en pie, hice una venia y fui a los bastidores. Bueno de hecho corrí hasta los brazos de Jungkook. Me alzó y me dio un par de giros antes de dejarme de nuevo en el suelo.

–Fue fenomenal. Eres la mejor Rose.

–Gracias –me sonrojé–. Gracias por venir.

–No podría perdérmelo... y tenemos un asunto pendiente.

–Lo sé... –una voz en mi interior sabía cuál era la respuesta, pero no quise escucharla. Me paré firmemente, mi pulsera sonó.+

–Aun la tienes –dijo observando su regalo, aun en mi pie.

–Por supuesto, me dio suerte –sonreí.

–No la necesitabas, eres muy buena. Seguramente pasaras –lo que él no sabía era que si yo pasaba no lo volvería a ver... Jamás.

I Knew you were troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora