Fin del trato

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Mi mente estaba divagando entre la infinidad de cosas que podrían estar pasando por esa perversa y peligrosa mente.

-¿No lo sabes? –alzó una ceja.

-¡No! No lo sé... ¿Puedes apartarte? –dije enojada.

-No –sonrió. Se acercó lentamente a mi rostro, sabía lo que iba a pasar si él me tocaba de nuevo, y no quería seguir con todo eso, sabiendo que Yonghwa confiaba en mí.

Corrí mi rostro, sus labios cayeron en mi mejilla, sentí su sonrisa burlona. Alcé mis manos para empujarlo pero fue más hábil, atrapó mis muñecas con una sola mano atrás en mi espalda.

-Suéltame –traté de sonar lo más fría y convincente.

No me escuchó, sus labios buscaron los míos, lo esquive todo lo que pude, pero finalmente se unieron. Intenté con toda mi prudencia no ceder ante él, pero no pude, realmente no pude.

Pronto ya estaba con mis manos enredadas en su cuello, alborotando una poco su cabello; él me mantenía sentada en el mesón. Nuestras bocas reconociéndose. Cada terminación nerviosa de mi cuerpo se alteraba con solo su toque, era la débil de "La relación". Cedía ante él, siempre lo hacía, pero no podía culpar a mi cuerpo de esa extremadamente placentera sensación de saber que él quería estar conmigo –no como yo quería-, pero a fin de cuentas estar conmigo.1

Ese chico tenía el poder de debilitarme, de hacerme sentir hermosa, deseada y de cierto modo una chica descarriada y problemática. Él no me estaba obligando a seguirlo, a besarlo, a desearlo; él simplemente se acercaba y me dejaba la elección a mí.

La alfombra del centro del estudio fue el lugar donde se consumó nuestra relación. Sus ojos no dejaron los míos en ningún momento, estaba tan sumido en mí como yo en él. ¿Por qué no podemos tener una relación normal? Oh! Cierto tu no quieres chico malo.

No sé si fue la elección del lugar, la poca luz de mi chimenea o las increíbles ansías que teníamos de saciarnos, que esa vez fue mucho más...pasional, más entregada, más... ¿Romántica? Nunca antes me había sentido tan libre, tan cómoda conmigo misma, tan... ¿feliz?

Jungkook estaba a mi lado, miraba hacía el techo ¿Qué estará pensando? Me limité a darle la espalda, todos mis músculos estaban cansados, cansados de tanto placer. Encontré mis bragas y su camiseta, me las puse y me acomodé sin verlo. Seré mis ojos, necesitaba algo de descanso, y seguramente cuando despertara él no estaría ¡Quítate su camiseta! No le hice caso a mi voz interna, igual si quería irse tenía su abrigo.

Me quedé dormida por quien sabe cuánto tiempo. Sentí una especie de calor recorriendo mi espalda, luego mis caderas; tal como la primera vez que estuve con él.

Un extraño olor me despertó, me levanté despacio, ya Jungkook no estaba a mi lado –Alivio-. Caminé hasta la cocina, me arreglé el cabello, dejándolo de lado. Al entrar a la cocina me encontré a Jeon "cocinando".

-¿Qué crees que estás haciendo? Pensé que te habías ido –bostezo, no tengo idea de que hora es, pero aún está oscuro.

-Emm, emm –Jungkook tartamudeando era muy gracioso-. Solo quería algo de comer.

-¿Qué estás preparando? ¿Qué horas es? –me acerqué a la estufa junto a él.

-Son las tres de la mañana. Y estoy preparando pancakes.

-¿Preparas pancakes a las tres de la mañana? –me burlé.

-¿Qué tiene de malo? Tengo hambre, y me ayuda a pensar.

-¿No habías cenado? –No sabía por qué pero me preocupé por él.

-Sí, pero siempre me dejas hambriento –sonrió lascivamente.

No pude evitar sonrojarme, se acercó y besó mi mejilla.

-Jungkook... ¿podemos hablar?

-Estamos hablando –le dio la vuelta a un pancakes.

-Hablo en serio.

-Ok, déjame servirte... también tengo algo que comentarte -¿Qué será? Seguramente algún comentario sobre lo recientemente sucedido.

Tenía frente a mí un plato de pancakes y un poco de jugo de naranja de caja. Estamos desayunando a las tres de la madrugada... Jungkook comía sin dejar de mirarme, esperando que le soltara lo que fuera que tuviera en mente.

-Jungkook... -bebí un poco de jugo-. Yo creo que esto no está bien. Yo no puedo seguir con esto, creo que Yonghwa no se merece que esto pase, además yo sé que tu no quieres nada conmigo –ni siquiera lo estaba mirando, estaba jugando con mis pancakes-, nada serio, entonces todo esto no tiene ningún punto

-Rose...

-No he terminado –lo miré-. También sé que fuiste mi primera vez, y que yo fui la que propuso el trato, pero luego llegó Yonghwa, y con él la manera que encontré de deshacerme de todo lo que me pasa contigo. Es evidente que no lo he logrado –suspiré-, pero no quiero ser la mala en esta historia.

Jungkook estaba absorto mirándome, no sabía que iba a decir, si realmente me dejaría o no lo haría. Me dolía un poco romper nuestro trato, pero era lo mejor para los dos. Él sabía que yo estaba hablando enserio, y estaba algo tenso... en ese momento hubiera dado todo por saber que estaba pasando por su cabeza.

Simplemente no tenía sentido, yo lo quería conmigo de una forma diferente, más como mi pareja que solo como alguien con el que me acostaba; pero era obvio que eso no estaba en sus planes. En adición Yonghwa estaba conmigo, yo no quería herirlo y podía verme con él a futuro, algo que con Jeon se me hacía imposible.

***

Hola!

Espero que les guste el capítulo.

I Knew you were troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora