I Knew you were trouble

Mi final Feliz.

Salgo del salón con una sonrisa en el rostro. Estoy tan feliz que hasta me cuesta concentrarme en lo próximo que tengo que hacer... ¡La biblioteca! Cierto.

Camino, casi entre saltitos hasta la biblioteca. Por fin todo está como debería ser, tal cual debió ser desde el comienzo. ¿Quién diría que me enamoré de Jungkook, y el de mí? Todo empezó como un juego, como un pacto,... como medicina; y ahora es una relación que podría tener futuro.

Admito que no imaginé a Jungkook en mi futuro, pero ahora todo parece tan claro y tan normal. Tan perfecto. Llego a la biblioteca, debo estudiar algunas cosas, y después ir a danzas. Pensaba quedarme bailando hasta tarde en el salón de espejos, pero tengo nuevos planes.

Después de un par de horas, voy de camino a mi clase. Mi celular vibra, un mensaje... de Jungkook. Había olvidado que "tenía sus medios para conseguir mi número".

· Q haces?

· Voy a clases... tu?

· En una reunión, pensándote <3

Awnnn! Es tan lindo... Merecía conocer este Jeon.

· Sigue así. Tengo clases :*

Por ir mirando el celular, tropiezo con... tantantan, el mismísimo Jimin. –Lo siento, no estaba mirando...

–No, no hay problema. ¿Cómo estás?

–Bien, gracias. ¿Y tú? –mi celular vibra tres veces seguidas, miro la pantalla, son de Jungkook.

–¿Quién es el afortunado? –su sonrisa es triste. Él me conoce, él sabe que algo me pasa, él sabe cómo actúo.

–Emm, es... –dudo.

–Tranquila, no tienes que decirme –se acerca y me da una beso en la frente–. Tuve mi oportunidad, entiendo. Hay alguien más, y si él te hace feliz, por mí está bien. Aunque si te llega a hacer daño, se las verá conmigo, ¿de acuerdo?

Asentí. Sentía como si estuviera hablando con mi papá.

–Bien, te veo luego –un beso en la mejilla y ya se está yendo por el pasillo.

No más Jimin, No más Yonghwa. Sólo Jungkook y yo. ¡A Clases!

Corro hasta el salón, llego justo a tiempo. Los ojos de Lisa no dejan de preguntarme cosas mientras estamos en hileras siguiendo los pasos de la profesora.

La clase fluye con naturalidad, me divierto y es porque me siento completa, amada. Mi brazalete no deja de sonar en mi tobillo y me recuerda a Jungkook... es decir a MI novio. ¡Qué bien se siente! Novio, novio, novio. ¡Rose!

Al final de la clase huyo del salón para no ser acosada por mi mejor amiga. Mi habitación esta desordenada, pues durante el fin de semana no quise pararme de la cama, así que ahora debo hacerlo. Tengo cerca de tres horas antes de ir al departamento de Jungkook. Aún sigo sin creer lo que pasó esta mañana, y que me diera la llave, ¡Wow!

Mi celular vibra. ¡Olvidé revisar los mensajes! Los abro rápidamente.

· Nos vmos esta noche? Dpto: 302 ;)

· Rose, qué haces con Jimin?

· ¡ROSE!

Y el último.

· Dónde estás? Rose respóndeme!

Oh por Dios! Me va a matar... decido llamarle, es mejor que enviarle un texto.

–Hola

–¡Rose! Me tenías preocupado. ¿Dónde estás? Por favor continúen con el próximo verso –dice a... sus estudiantes.

–Lo siento, me distraje y no revisé los mensajes. Perdóname...

–Está bien, pero, ¿qué hacías con Jimin? Te vi con él por uno de los ventanales...

–Emm, lo choqué cuando te estaba respondiendo los mensajes.

–¿Qué te dijo?

–¿Celoso?

–La verdad sí –sabía que estaba sonriendo.

–Tonto. Sólo estábamos hablando; él ya... sabe.

–¿Qué sabe?

–Que hay alguien más...

–Pero no sabe que soy yo, ¿cierto?

–¡No! Por supuesto que NO –si Jimin llega a enterarse, pueden despedir a Jungkook, por tener relaciones con el alumnado, aunque legalmente soy mayor de edad. La verdad no sé cómo funciona eso.

–Está bien. Entonces... ¿te veo esta noche? –susurro con esa voz que me devoraba entera.

–Tal vez... tengo una agenda que seguir –bromeo.

–Como si fueras a negarte –se ríe.

–Podría –mentí riendo.

–Claro –alarga la "a".

–¡Ve a trabajar! Adiós.

–Ya, está bien. Adiós amor –colgó.

¡Me dijo amor! ¿Qué el amor nos vuelve tontos? ¡Si! Mucho.

Tras organizar mi habitación, me pongo en la tarea de organizar alguna papelería, y encuentro la nota que Jungkook me dejó aquella noche. La que dice algo en árabe. ¿Qué dirá?

Meto la nota en mi bolsillo trasero, para preguntarle más tarde. Entro por una ducha tibia, uso jeans oscuros, converse, una camisa negra y un abrigo del mismo color. Estamos cerca del invierno, ha hecho mucho frío estos días.

Tomo mis llaves, las de Jungkook, móvil, documentos y estoy lista. La emoción de ver a Jungkook me inunda y casi levito hasta la calle frente a Julliard.

Apartamento... 302. Subo las escaleras con la sangre hirviéndome. Llego a la puerta y tratando de no hacer ruido, empiezo a meter la llave, pero de la nada se abre y Jungkook me arrastra hasta adentro.

–¡Hola! –digo en un gritico.

–Hola cariño... –me besa dejándome sin aire.

–¿Pensé que era amor?

–Amor, preciosa, cariño, belleza, nena. Como tú quieras... –un beso más. Sus labios son de mi propiedad, él es de mi propiedad.

–No interesa después de que salga de estos labios –lo beso y muerdo su labio inferior.

Suelta un gemido. –Niña mala. Señorita, acaba de ganarse un castigo –me atrapa por los muslos, me mira sonriente mientras me aferro a él.

–Pero señor Jeon, yo no he hecho nada malo –lo que más amo de nosotros como pareja son los juegos.

–He dicho castigada –me besa sonriendo.

–Pero yo puedo explicarle...

–Sólo por esta vez. Acompáñeme a mi oficina –me lleva hasta su habitación, y cierra la puerta con la pierna. –Comienza el juego...