Capítulo 30

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Todos se colocan a lo largo de la piscina y toman pequeñas copas de vino entre sus manos. Me acercan una copa, pero no una toga y todos se esconden bajo las capuchas.

La música cambia a Sirena de Kid Gallo y Alan Jacques. Estoy en el centro, entre Aldo y Carola.

—Scarlett McCarthy Jackson —pronuncia Carola bajo su capucha y levantando su copa—. Has demostrado ser una verdadera guerrera, digna de formar parte de la familia. Y oficialmente... —Todos levantan sus copas y no sé qué hacer, así que los sigo—. Hoy eres una más de nosotros. ¡Bienvenida a la familia!

—¡Bienvenida a la familia! —gritan todos al unísono y beben de sus
copas, hago lo mismo y todos bajan sus capuchas.

—Bienvenida Scarlett —Carola me da un fuerte abrazo y los demás hacen lo mismo.

Por primera vez en mucho tiempo, me siento como en casa, como cuando mamá aún vivía. Es como conectar con esa parte de mi vida, que quedó sepultada bajo la oscuridad.

Después de una ronda de abrazos y felicitaciones, todos se quitan las togas y bailamos alrededor de la piscina.

—¡Hora de un chapuzón! —Iván se quita el suéter, la camisa y los zapatos y se arroja a la piscina, salpicando a su alrededor.

—¡Uuuu! —Lo alientan los demás.

—¡Jerónimo! —Roger y Rebecca, son los siguientes en saltar.

—¡Vamos Scarlett! —Carola salta al agua y Aldo le aplaude.

—Venga McCarthy —Paul a mí lado, se quita la cazadora y la camisa—. No está fría —Se quita los pantalones, quedando en bóxer.

«¡Santo cielo! No quiero ser una novia celosa, pero debería estar prohibido estar semidesnudo delante de otras chicas».

—No gracias, estoy bien así —aseguro y dejo mi copa en la mesa que está a mi derecha.

—Anda muñeca, solo es agua —toma mí mano, pero yo me resisto. No estoy preparada, no traigo traje de baño y no estoy acostumbrada a nadar o que los demás me vean con pocas prendas—. Unos minutos —súplica sonriéndome, no es justo, sabe que no me resisto a sus encantos.

—Yo…

—¡Anda Scarlett! —Me grita Carola, desde la piscina—. ¡El agua está increíble!

—¡Scarlett! ¡Scarlett! ¡Scarlett!¡Scarlett! —Me animan todos, pero eso no ayuda mucho.

Me cruzo de brazos y niego con la cabeza. Nop. No me convencerán.
Y justo cuando les doy una sonrisa de no acceder y ellos dejan de suplicar. Siento los fuertes brazos de Paul, tomándome sobre su hombro y llevándome hasta la orilla de la piscina.

—¡No! ¡Bajame! ¡Bajame! ¡Por favor, bajame! —suplico aporreando su
espalda, pero parece que Paul es de roca.

—¡Ni lo pienses muñeca, esto lo hacemos juntos! —grita y entonces salta.

Miracles de Coldplay suena de fondo.

Estamos en la profundidad de la piscina, cayendo como en cámara lenta. Me impulso sobre mis pies y salgo a la superficie, Paul a mi lado sonriendo alegremente. Toso un poco y volteó a verlo.
Le salpico agua en la cara y él me hace lo mismo.

Todos a nuestro alrededor ríen, pero ahora que lo pienso bien, soy la única con demasiada ropa en la piscina. Estoy empapada de pies a cabeza.

«¡Oh no!».

Carpe Diem: Vive El Momento [1er Libro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora