1

1K 102 20
                                    

La conozco desde que tengo memoria, nuestras madres fueron mejores amigas y así también fuimos nosotros.

Hacíamos todos juntos y pasábamos mucho tiempo juntos también. 

En algún momento mis sentimientos de amistad y camaradería se torcieron y cambiaron de forma abrupta.

Deje de verla como una amiga y eso me asustó.

Durante el año siguiente a mi descubrimiento, traté de ignorar lo que mi corazón anhelaba: confesarme y decir cuanto me gustaba.

— ¡Junmyeoniemyeonie! —me tensé  cuando ella colocó su brazo al rededor de mi hombro y me atrajo a su cuerpo para caminar a su lado.

— No me esperaste hoy tramposin 

— Dijiste que no ibas a ir... —miré hacia otro lado, ¿tenía que ponerse tan cerca?— hace calor aléjate un poco —la empujé suave con mi hombro—. 

— Cambie de opinión a último momento peque —sacudió mis cabellos alejándose.

— ¿Por qué?

— Por ti

— ¿Por mi? —Detuve mi paso ¿a que se refería?

Ella se cruzó de brazos y volteó a verme.

— ¿Crees que no lo sé?

¿Saber? ¿Saber? ¡¿Saber qué?!

— N-No sé  a qué te refieres —me aferré a las correas de mi mochila y seguí mi camino.

— Taeyeon, tu compañera —me siguió.

— ¿Qué hay con ella? 

— Te ha estado dejando notas, ya me entere.

Me volví rojo y la miré, deteniendo mi paso de nuevo 

Se refería a las notas que Taeyeon dejaba en mi casillero desde hace una semana, donde básicamente decía que yo le gustaba. Notas que le había estado ocultando. 

— ¿Cómo te enteraste?

—Verás yo estaba hace un momento en mi cama, decidida a tener mi fin de semana largo, hasta que me envió un mensaje diciéndome que hoy se te confesaría, que lo había planeado durante mucho tiempo y que por favor te dejara solo por momento para que ella pudiera hacerlo —Se puso frente a mí y colocó sus manos sobre mis hombres. Temblé— Junmyeoniemyeonie, no pienso dejarte solo con esa aprovechada.

—¿A-Aprovechada? 

— Obviamente lo único que busca es quitarte la inocencia.

— ¿Eh?

— Ya sabes, aprovecharse de tu pequeño cuerpito.

— ¡¡Irene!! —la aparté totalmente avergonzado— Taeyeon no es así, ella es una buena chica. —Me crucé de brazos— puedo solo con esto, no hace falta que hagas acto de presencia para que yo la rechace.

Sonrió ampliamente. —¿La vas a rechazar? ¡Eso es genial, entonces! —empezó a caminar.

— ¡Alto! —Corrí a su lado— ¿eso te alegra?

— Obviamente, dah

— ¿Por? —la retuve tirando su brazo. Una esperanza naciendo en mi, tal vez no era el único que se sentía así, tal vez ella siente lo mismo, quizá sus sentimientos también han cambiado.

— ¿No es obvio?  —sujetó mis mejillas entre sus manos— no me gustaría que mi pequeño Junmyeoniemyeonie terminara con una depravada como esa. Aún eres un niño para mí. —me soltó y siguió caminando hacia la entrada del colegio, donde más chicos comenzaban a amontonarse.

Aún eres un niño para mí

Aún eres un niño para mí

Aún eres un niño para mí

Aún eres un niño para mí

Aún eres un niño para mí

Aún eres un niño para mí

Aún...

Niño...

¿Para tí?...

Esto no podia ser cierto, ya no podia soportar más, ¡que locura!

Yo pensando en ella por incontables noches de manera romantica y ¿solo me considera un niño?

Cerré mis manos en puños y agaché mi cabeza, esto no podia esperar un día más, no podía seguir siendo su niño un día más.

Mírame, Irene, soy un hombre, un hombre de 17 años, pero hombre al fin. 

Mis sentimientos son reales y también mis intenciones, no son juegos del niño que ves en mí-

Sin más, corrí hacia ella.

Sólo te pido una cosa, noona, sólo una cuando me confiese: por favor, no veas sólo a un niño atrapado entre sus sueños y fantasía, por favor, veme como alguien tratando de alcanzar a quién ama.

Así que atravesé a todo esos estudiantes, sujeté su brazo, y aún con la mirada gacha, me confesé sin esperar un segundo 

—¡ME GUSTAS!

Me quede un momento estático, esperando por una respuesta. Ya no importaba si me había puesto en vergüenza frente a todos esos estudiantes. No importaba, por que al fin me había sacado un gran peso de encima.

— ¿Eh?, ¿Y tu quién eres?

Tragué duro... Esa precisamente no era la voz de Irene, pues, porque no era Irene.

Había capturado al sujeto equivocado.

Mi vista se amplio, Irene estaba a unos pasos más adelante y me miraba totalmente sorprendida, al igual que todos a nuestro alrededor.

Fue inevitable, sentí tantos nervios, que caí al suelo desmayado.





















 





No Tan Heterosexual -  [SeHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora