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«Con los Omegas, en la mansión Besson»

N. Alba

Después de hablar con Andy, estuve en mi habitación preparando algunas cosas que me servirían de gran ayuda.

Mire el reloj indicándome que era la hora de irnos, llame a Andy y después me dirigí camino a la salida.

A punto de salir una voz me frenó por completo.

- Alba ¿A dónde crees que vas?.—Me preguntó, papá.

- Voy a lo de Andy, papá por favor déjame irme, no voy a hacer nada malo.—Respondí mirando a mi padre con una mirada suplicante.

Para los lobos es muy fácil hacerle chantaje a otros lobos o incluso convencerles de algo que no quieren hacer, y este no era mi caso. Mi padre había veces que se dejaba convencer y otras no.

- Alba a tu habitación, sabes que estás castigada por estar en la cárcel hace una semana ¿O ya se te olvidó?.— Me preguntó papá arqueando una ceja.

- No se me olvidó, pero tengo que ayudar a Andy en algo y ya se lo prometí sabes que nosotros los Omega no somos desleales ante nada ¿No?. Mamá no hubiese querido que rompiera una promesa y menos a Andy, mi mejor amigo.—Mire a mi padre con una mirada intensa.

- Ahgg, está bien.—Se rindió, papá - Pero antes de las 00:00 regresa ya sabes lo que pasa cuando se pone la luna llena.

- No te preocupes, a las 00:00 estaré aquí —Dije para después salir por la puerta

Al fin salí de casa, así que me dirigí al bosque. Ese era el camino más rápido hacia la barrera, camine por los alrededores para poder asegurarme que ni Brooklyn y menos Jack estuvieran por allí y me impidieran seguir mi camino.

Para mi suerte ellos dos estaban distraídos, así que cruze el bosque lo más rápido posible, hasta que al fin llegué a la barrera.

Estuve esperando unos minutos de pie, hasta que por allí apareció Andy.

- Hola, Alba ¿Qué tal te fue en el camino?. —Preguntó Andy posicionándose a mi lado.

- No me fue mal, aunque con papá tuve algunas dificultades al final accedió.

- Mira por allí viene Rye, y al parecer no está solo.—Miro hacía el horizonte.

La persona que se encontraba justo al lado de Rye sabía de quién se trataba perfectamente, por la tarde ya habíamos estado hablando, así que no me resultaba extraño que él decidiera aparecer por aquí.

- Hola, Rye.—Saludo tímidamente.

- Hola, Alba.—Me saludó Rye con una sonrisa - Hola amor, te extrañaba mucho.—Miro Rye a Andy.

- Yo también, gracias a Alba es porque estoy aquí porque yo solito no iba a venir y más sabiendo de que son capaces los Alfa.

- ¡Oye! Nosotros los Alfa no somos malas personas,solo que hace muchos años los Omega nos traicionaron.—Saltó Mikey encarándose con Andy.

- Mikey,¡YA!.—Grité - No tienes el derecho de hablarle así a mi mejor amigo ¿Entendiste? O te lo explico.—Me encaré con él.

- Mejor me lo explicas.—Coqueteo conmigo, Mikey.

- Andy yo me voy, no quiero estar en un sitio rodeado de estúpidos. Recuerda que antes de las 00:00 tienes que estar en casa ya sabes lo que pasa cuando se pone la luna llena.—Avisé a Andy antes de irme.

Llegué a casa lo más pronto posible, sin decirle nada a nadie subí hasta mi habitación y me preparé para lo peor, el momento que no a cualquier lobo le gusta..Mis días fértiles...

Bueno hasta aquí el capítulo 6 hasta el próximo capítulo 7

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wʜɪsᴘᴇʀ©ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora