Otro más.

188 27 0
                                        

Continúa.

Después de un mes, y aún no las encontraban, sus padres le dijeron de la desaparición de su tia Inko, a la hora de la cena, no tuvo apetito al escuchar eso, y su madre tampoco, fueron a denunciar y testificar al día siguiente aquella tragedía, no había más que hacer, él tuvo que volver a la escuela, su objetivo de agresión no estaba y todos empezaron a notarlo, se tardaron mucho en darse cuenta, de forma estúpida entre ellos se preguntaban si sabían su paradero, de forma hipócrita se preocupaban por "él", le daba mucha rabia, incluso su profesor hizo lo mismo.

En el almuerzo no lo soporto más, sus seguidores hablaban estupideces de porque Deku no aparecía, se burlaban, los callo y agredió a uno de sus lacayos, de forma estúpida el otro trataba de detenerlo con palabras, algo inútil, cuando quiso intervenir no fue de ayuda, pues solo había dando como resultado de su "valentía" a qué él terminará igual, los amenazó con abrir la boca y los abandonó a su suerte.

El resto del día no recibió alguna llamada de atención, tampoco se le acercaron de nuevo, eso era lo que quería desde asé tiempo, que le dejarán en paz, ahora ya sabía cómo lidiar con ellos, el resto del día fue normal, regreso a casa, pero en el camino encontró a su madre con otro nuevo paquete de volantines que repartía a quien se le cruzará, pudo ver qué una de ellas tenia la foto de su tía Inko y de Deku, la ignoro y se fue a casa a descansar, entrenar y hacer su tarea, no tenía que desperdiciar el tiempo.

Tiempo antes.

Con las Midoriya.

Estaba amaneciendo, era un hermoso amanecer, uno de colores rojo y naranja, Inko estaba cansada de tanto caminar, no estaba acostumbrada, además de que en parte de su recorrido tuvo que cubrirse los ojos, por lo que no pudo presenciar aquel hermoso cielo.

Llevaba tiempo con la venda, pero sentía el calor del sol dándole en la espalda, y la brisa de la mañana, el momento que más le gustaba del día, estaba cansada, pero pronto vería a su hija, llegó dónde la entrada y entro sin saber cómo se veía o alguna otra cosa.

Pudo quitarse la venda, quedó tan sorprendida de ver qué frente a ella estaba una ciudad, ¿O sería un pueblo?, La verdad no sabía cómo nombrarlo, fue guiada por una calle, de nuevo se sorprendió, las personas que veía eran la mayoría niños, de hecho, todos eran muy jóvenes, no había ni un adulto, varios le veían de reojo, le incomodaba, las chicas que le acompañaban estaban neutras, como acostumbradas, pudo ver qué llegaba a un hogar tradicional japonés.

Pudo entrar tranquilamente, todo parecía normal, pero su nerviosismo la dejaba tensa, camino a lo más profundo de ese pasillo abriendo la puerta frente a ella encontrando un salón donde habían dos chicas, una de ellas la reconoció perfectamente.

Yuki- *sonriendo* Señora Midoriya, que bueno que está aquí, espero que no se haya lastimado

Inko- *dudosa* No, no estoy lastimada, pero, ¿Que es esto?, ¿Dónde estamos?, Y más importante, ¿Dónde está mi hija?

Yuki- De eso no se preocupe, responderé sus preguntas, pero primero siéntese por favor, a de estar cansada, traigan una silla por favor

!?- ¡Hai!, Enseguida *retirándose*

Yuki- Bueno, mientras llegan responderé, está en nuestra organización, el lugar y su ubicación es secreta, por eso le tuvieron que tapar la vista, su hija está aquí con nosotras, no la podrá ver porque está cansada, descuide, no le hicimos nada

Inko- ... ¿Porque no pude decirle nada a la policía de ti?

Yuki- Por mi quirk, se llama memory, puedo bloquear cualquier recuerdo, lo que hable o haga nadie lo sabrá, pero no puedo volver a hacerlo después de usarlo, tengo que dejar pasar un tiempo, el bloqueo se activa cuando se trata de exteriorizar el recuerdo, ya sea decirlo o escribirlo

Plus ultra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora