Prólogo.

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Harry Styles estaba cansado de su vida típica como adolescente de diecisiete años en un colegio, que sabía, no le serviría mucho en su futuro, ya que los conocimientos adquiridos eran muy básicos, no lo que él necesitaba.

Tenía varios planes a futuro, como por ejemplo; quería ser un abogado. Él creía que lo iba a lograr, ya que, a pesar de que falten pocos meses para comenzar la universidad, sus calificaciones eran perfectas y su conducta se destacada por sobre las demás, definitivamente un chico muy aplicado.

Honestamente, Harry no tuvo de las mejores adolescencias que un niño puede tener.

La etapa de los catorce fue bastante abrumadora, a decir verdad, es triste cuando tu primo que es como tu hermano se suicida porque sus padres no aceptaban el hecho de que él sea gay. Harry no lo podía entender ¿Por qué a alguien le molestaría que a una persona le guste alguien de su mismo sexo? La gente esta mal...

Desde que ocurrió el incidente de su primo dejó de visitar a sus tíos, de hecho, ya no los consideraba parte de su familia. Harry estaba seguro que si él le contaría algo así a sus padres, ellos lo apoyarían siempre, y estaba agradecido por ello.

A los quince, su padre sufrió un accidente automovilístico el cual lo mantuvo internado por cuatro meses. Los cuales Harry y su madre se la pasaron día y noche en el hospital cuidándolo.

Desde los dieciséis que vivía solo en una casa que le compraron sus padres. Sí, quizás era muy joven para vivir solo, pero estaba acostumbrado a la vida solitaria y era un muchacho muy independiente, debido a que trabajaba en una de las oficinas de su padre.

Su casa estaba ubicada en el pueblo de Holmes Chapel. No contaba con muchos amistades ya que era un chico bastante cerrado y malhumorado, cosa que a la mayoría no les agradaba. Solo tenía un mejor amigo que conocía desde que eran pequeños, Niall Horan.

Cuando cumplió diecisiete años decidió que lo mejor para él, y para sus estudios, sería irse de intercambio. Sus padres no estaban muy seguros y convencidos de aquella decisión, y aunque le tomó un tiempo, logró persuadirlos.

Un domingo lluvioso en la casa de sus padres, decidió tomar su laptop y comenzó a buscar ''Intercambio estudiantil''. Se metió en varias páginas pero ninguna le convencía, se estaba rindiendo. Decidió abrir la última, el nombre el cual figuraba en la ventana era ''Intercambie su hogar, nuevas experiencias'' . Le llamó un poco la atención el título, pero decidió entrar a investigar.

''Intercambie su hogar, nuevas experiencias.

Somos una empresa de intercambio de hogares, aquí puede encontrar casas para lo que usted desee, desde vacacionar, hasta intercambios estudiantiles. Usted elige la casa que más sea de su agrado y rápidamente nuestros servicios lo ponen en contacto con el dueño o dueña de la casa, quien también estará interesado en su hogar si así lo desea. Cualquier consulta no dude en llamarnos a nuestro número telefónico 0441 - 2882. ''  

Harry se vió muy interesado por esta opción así que decidió llamar al número de teléfono que indicaba la página. Tomó su celular y marcó el número esperando que respondieran.

— Buenas tardes usted se está comunicando con Intercambio de hogares ¿En que podemos ayudarlo? —

— Hola buenas tardes, mi nombre es Harry Styles y me gustaría saber que es lo que tengo que hacer para publicar un anuncio para intercambiar mi hogar. —

— ¿Qué tal Harry? Mi nombre es John, déjame explicarte. Al entrar en la página en la parte superior tienes una opción la cual dice "hacer publicación" allí podrás publicar el hogar que tu quieras intercambiar, tendrás que llenar un pequeño formulario. Luego podrás ver hogares de otras personas y cuando veas uno que realmente te guste, deberás contactarte con la persona dueña del hogar, así podrán realizar el intercambio de hogares ¿Alguna duda? —

— Uhm, creo que me quedó claro. Muchas gracias.

— Gracias a ti, cualquier consulta no dude en llamar. Hasta luego.

— Adiós.

Le agradó la idea, de hecho, le gusto tanto que al momento de cortar la llamada, fue directamente donde sus padres estaban para hablarlo. 

Su madre, Emma, se encontraba tejiendo en un sofá frente a la televisión, mientras su padre estaba preparando la cena. Harry se hallaba nervioso ante la situación de contarle su idea a sus padres.

— Hola mamá — comenzó hablando mientras se acercaba al sillón ubicado al lado del de su madre — quiero contarte, mejor dicho contarles, algo, a ti y a papá. —

— ¿Ha sucedido algo cariño? — Su madre tenía una de esas voces tan dulces que relajaría a cualquiera que la escuchase. Frunció el ceño al ver lo nervioso que estaba su hijo.

— No es nada malo, no te preocupes — Emma relajó sus facciones. — Simplemente he estado pensado en que, uhm, quizás pueda irme de intercambio, ya sabes, a otra ciudad — Harry hablaba mirando al suelo, tenía miedo de ser rechazado. — Yo cubriré todos los gastos, solo necesito su aprobación firmada ¿Qué dices? —

Su madre se sorprendió, jamás imaginaría que su hijo quiera irse a otro país. — Mira hijo, me has tomado por sorpresa, no voy a decir que no me gusta la idea, porque me agrada, pero debo de hablarlo con tu padre. — Soltó un largo suspiro — Tu sabes que él te cuida mucho —

— Lo sé madre, pero ya tengo diecisiete años, debo independizarme y estar pendiente de mis estudios. — Harry sonaba realmente desesperado, necesitaba su aprobación.

— Te entiendo cariño, ya sabes que por mi parte tienes mi consentimiento — Una sonrisa enorme se dejó ver en el rostro de Harry después de esas palabras. Sus ojos brillaban. — Pero déjame conversarlo con tu padre, por favor. — Harry asintió con emoción. — Por cierto ¿A dónde te gustaría irte de intercambio?

— Doncaster.



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