home exchange. [L.S.]

capítulo seis.

Hacían cuarenta minutos desde que Louis estaba esperando que Taylor termine de alistarse. 

Se acercó a la puerta de la habitación y comenzó a tocar repetidas veces—. Taylor, puedes apurarte, por el amor de Jesús. Vamos a llegar tarde.

— ¿Ahora crees en Dios? —bromeó—. Espera, todavía no sé que voy a usar. Nada me queda bien.

— Dije Jesús, no Dio... Oh por favor, solo déjame pasar y te ayudo.

Louis escuchó una risa del otro lado de la puerta. Luego, esta se abrió.

— Wow. —Taylor estaba usando un sostén y un short, ambos negros. Arriba de eso tendría un vestido de encaje, también negro. Estaba realmente hermosa.

— Me queda muy mal, lo sé. —estaba apunto de meterse al baño a cambiarse cuando Louis la interrumpió.

— Taylor, eso te queda hermoso. Si no fuera medio gay, y tú no fueras mi mejor amiga, te pediría que seas mi novia. —Su amiga rió—. Hablo en serio, tonta. Te ves muy bien, jamás pienses lo contrario. 

Louis siempre tuvo en claro que le gustaban los hombres y las mujeres. No tenía problema en decirlo ni en estar con una persona de su mismo sexo. De hecho, había estado con muchos hombres físicamente, aunque nunca llegó a nada más. Sus parejas sentimentales siempre fueron mujeres.

— Te amo, Lou. —se acercó para abrazarlo—. Aunque seas católic...

Un suave golpe en su cabeza cortó su comentario. — Fue solo una expresión. ¿Vale?

Taylor le sacó la lengua, bromeando—. De acuerdo. Ahora es tu turno de cambiarte, ve.

— Como diga, señorita. —Louis tomó las prendas de ropa que había dejado previamente preparadas sobre la cama y fue directo al baño a vestirse. Escuchó que comenzó a sonar algo de música, Taylor la había puesto para ambientar. 

Una vez ya vestido salió del baño y se miró en el espejo grande. Le gustaba lo que veía. Estaba usando unos jeans negros con una camisa Burberry y unas zapatillas blancas. Lucía muy bien con ese atuendo. 

Después de que Taylor lo elogiara con todos los piropos posibles, su celular —que estaba en la sala de estar— comenzó a sonar.  Fue a buscarlo, y cuando vio quien era su cara cambió totalmente. 

— ¿Megan? —Taylor se giró al instante al escuchar ese nombre.

— Louis. Te he llamado porque neces... ¿Qué es esa música de fondo? ¿Dónde estás?

Louis realmente no quería ponerse mal esa noche, pero ese llamado le arruinó todo—. No tengo por qué darte explicaciones Megan, hemos terminado. ¿No lo recuerdas? Pregúntaselo a tu Facebook. 

— No lo entiendes Louis. Yo lo estoy pasando muy mal. Al parecer soy la única que salió lastimada. —los ojos de Louis estaban brillosos, tenía ganas de llorar—. Por lo que escucho te lo estás pasando muy bien. 

— Megan yo...

Ella lo interrumpió—. Me iré de intercambio. Quiero que saques tu mierda de mi casa. Me llevaré a la gata. Adiós.

Cuando Louis estaba a punto de responder, ella cortó. Quería llorar, quería romper algo. No podía hacer nada. Se quedó parado con el teléfono en la mano. Taylor se estaba por acercar a él pero Louis fue mas rápido y se dirigió hacia la cocina. 

No comentó nada más acerca de la reciente llamada —que por cierto, Taylor había escuchado todo—.

Simplemente agarró un vaso de shots, un ron y comenzó a servirse uno tras otro—. ¿Quieres? —Taylor asintió y se pusieron a tomar algunos más hasta la hora en la que se tenían que ir.