capítulo quince.

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Harry no lograba conciliar el sueño, pese a que ya había dormido algo previamente, el tema de Louis lo tenía absorto.

Por supuesto que él recordaba todo lo sucedido con Louis en aquel baño de la discoteca. La forma en la que él lo llamó Príncipe la primera vez que se conocieron. Como sus ojos lo miraban con absoluto deseo desde el primer momento de contacto entre ellos dos.

Harry lo recordaba todo demasiado bien.

Se percató de que Louis —por supuesto—, no recordaba nada. También notó que él era una persona que tenía problemas con el alcohol, o eso le había parecido. No es normal que las dos únicas veces que lo haya visto en su vida él estaba sumamente ebrio.  

Le permitió a Louis quedarse en lo que era su hogar temporal debido a las condiciones que se encontraba el chico. No sabría si tenía una casa propia. No lograba entender qué hacía allí a esas horas.

Tampoco entendía nada de su relación con Megan. ¿Cuándo habían terminado? Harry rezaba, que lo de él y Louis no haya sucedido mientras él todavía seguía con la chica. Se sentiría muy mal si ese fuera el caso, de todas formas, nunca lo averiguaría.

No estaba en los planes de Harry contarle —más bien, hacerle recordar—, a Louis acerca de aquella noche en los baños de la discoteca. Tenía miedo de ser rechazado, o de que Louis niegue todo lo sucedido. Preferiría no hablar del tema. 

¿Qué tal si Louis era hetero y su enredo fue solo una confusión? De cualquier manera, para él también lo había sido. Debe haber alguna razón por la cual él volvió a buscar a Megan a su casa. Sin saber por qué, Harry comenzó a frustrarse. 

Dándole mil vueltas al tema, sintiendo su cabeza estallar, girando una y otra vez en la cama, finalmente logró dormirse.

No esperaba despertarse con lamidas de gato en su cara. Le pareció un poco asqueroso, sí, pero también un gesto algo tierno. 

Acariciando suavemente la cabeza de la gata, con su voz ronca, Harry habló—. Si se supone que yo soy un príncipe, tú eres la princesa de esta casa.

Se sentó en la cama para poder despertarse del todo. Miró la hora en su celular, eran las diez de la mañana. Al revisarlo, divisó que tenía mensajes de su madre y Niall.

niall : espero que lo estés pasando genial allí. te amo y te extraño mucho!

mami : Bebé ! ! ! ! Te extraño. MUCHO. Hablamos pronto ! !

Aunque le gustaba que su madre lo quiera mucho, no soportaba que lo tratara como si todavía fuese un niño. Ya tenía dieciocho años, era una persona totalmente adulta, y muy madura para su edad.

Respondió dichos mensajes antes de ir al baño a higienizarse. Era un amante de la limpieza facial. A veces, los fines de semana, Harry seguía una pequeña rutina de skin care.

Luego de haber limpiado su rostro y sus dientes, procedió a hacer el desayuno. El mismo se basaba en tostadas francesas con aguacate y un té.

Realmente Harry no pensaba que Louis estuviera ahí todavía. Él creía que se había retirado después de anoche. Quizás había sido algo incómodo para él, —pensó Harry—.

Estaba con uno de sus auriculares puestos, reproduciendo la canción Diet Mountain Dew, de Lana Del Rey, cuando una voz detrás suyo interrumpió su leve canto.

— Hola, Harry. 

Se dio vuelta de un completo susto, no era la primera vez que el chico le hacía eso. Asustarlo por la espalda. 

— ¡Louis! Me has asustado. —Harry notó como le quedaba la ropa de él a Louis. Al verlo, se quedó completamente fascinado. Amaba como sus piernas se amoldaban perfectamente al short que llevaba puesto y lo bien que este las marcaban. 

Decidió que debería dejar de mirar allí antes de tener algún otro tipo de problema.

Louis se acercó para saludar a Harry con un beso en la mejilla. Un simple gesto de amabilidad, —pensó Harry—.

Sin embargo, Harry se sintió derretirse—. B-buen día. —Soltó un corto carraspeo—. Así que... He hecho el desayuno, pensé que te habías ido. De todas formas, hay bastante para ambos.

Louis le sonrió ampliamente—. ¿En serio? Eres muy genial, Harry. Muchas gracias, por todo. En serio. 

— No hay de qué. Anda, siéntate. 

Pese a que no se conocían del todo bien, había una cierta buena vibra entre ellos dos. Cualquier persona que los vería de afuera pensaría que se trata de dos amigos que se conocen hace mucho tiempo.

Mientras veía a Louis sentarse, contempló como Meredith de un salto se subió a la falda del chico—. ¡Meredith! No puedo creer que estés aquí.

Harry se sorprendió—. ¿Megan no te habló de su partida? ¿Acaso ni siquiera te dijo que dejaría a la gata aquí?

Entretanto Louis acariciaba a la gata, sus facciones entristecieron—. Ella nunca me dijo nada de eso. Incluso podría haberme dicho el día se iba a ir de viaje, más no lo hizo. Siempre fue así de egoísta conmigo. Ese fue uno de los motivos por los cuales rompimos. —Louis tomó un sorbo de su té caliente. Harry lo escuchaba atentamente—. De haber sabido que Megan ya había partido, no hubiese venido aquí a molestarte, lo siento. 

Él suavizó su rostro, no quería que Louis piense que estaba enojado—. No te preocupes, en serio. Al contrario, te entiendo, no debe ser fácil pasar por una ruptura.

— Debes pensar que la extraño, pero no es así. De hecho, me siento más libre ahora que no estoy con ella, pero aún así, la necesito.

Harry sintió su corazón retorcerse—. ¿A qué te refieres con que la necesitas?

Louis suspiró—. Yo me refiero a... —Se hizo una pausa en la que Harry notó que él estaba buscando las palabras adecuadas—. Yo siempre viví con Megan, desde que nos conocimos. Después de que mis padres me echaran de mi casa, ella me abrió las puertas de su hogar.

>> Recientemente, un amigo mío, Luke, tuvo un accidente. He estado cuidando su casa hasta el día que él llegó a la misma. No obstante, Megan creía que durante todo ese tiempo, yo la estuve engañando, eso nunca pasó. Ella simplemente me regañó por una idiotez y sólo... cortamos. Me echó de su casa, así que actualmente me estoy quedando en la casa de mi amigo. De todas formas, me siento una molestia allí. Anoche le he dicho que estaba en la casa de un amigo del trabajo, cuando en realidad me encontraba en un parque. Cuando digo que la necesito, me refiero a que necesito las cosas que compartía con ella. El hogar, por ejemplo.

Cuando Louis paró de hablar por un segundo, las palabras simplemente salieron de la boca de Harry—. Ella es una idiota.

Al darse cuenta del insulto, tapó su boca con una mano—. L-lo siento, me refiero a que... No debería haberte dejado ir.

Louis bajó la mirada por un segundo—. Lo que dije sonó muy egoísta. Quizás yo soy el idiota que arruina cada relación. Primero con mis padres y ahora...

— No creo que el culpable seas tú, en absoluto. Por cierto, ¿Qué sucedió con tus padres? —Harry lo miro fijo, con el entrecejo fruncido—. Lo siento si mi pregunta es muy precipitada.

— No te preocupes. —Louis suspiró, agobiado—. Ellos me echaron de casa cuando les conté que soy bisexual.

Al escuchar su última oración, Harry se atragantó con el té. Disimuló su asombro, y con su cara totalmente sonrojada y una sonrisa, respondió—. Entonces ellos también son unos idiotas. No puedo creer que te echaron por esa razón, no valen la pena, Louis.

Entonces Louis era bisexual. Ahora si podría pensar que —quizás— lo de esa noche no fue una confusión, y que, tal vez, a Louis le gustó Harry de verdad. Antes de hacerse alguna ilusión, Harry decidió preguntarle si recordaba algo de esa noche.

Notó como el chico estaba perdido en sus pensamientos mirando a fijo a la mesa—. Louis —El nombrado, se dio vuelta enseguida. Mirándolo fijo—. Yo te... Te quiero preguntar... Más bien, decir algo. 

¿Qué creen que va a pasar?

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