Un lugar donde sentirse humano/ Soukoku

Chuuya (17años)

☢️TW MENCIÓN DE SUICIDIO ☢️

Mi corazón se detuvo al verlo ahí tirado...

3:30 horas antes

Mis ojos estaban cristalizados, mis lágrimas resbalaban en mis mejillas para luego perderse en la fría noche de Yokohama. No sabía cuanto tiempo hacia que me había ido del bar, pero para mí, parecía una eternidad.

Recorría las calles de la solitaria ciudad a gran velocidad sin fijarme en la dirección en la que giraba la moto, . En mi cabeza resonaban una y otra vez las palabras de Dazai. Ese idiota.

Esa mujer solo te está utilizando

¿¡Qué va a saber el de familias!?

No es ni tu madre

¿¡Donde estabas tú cuando las pesadillas no me dejaban dormir, DONDE!?

Mi cabeza da mil vueltas y el dolor me obliga a parar la moto en un callejón.
Me recuesto sobre ella maldiciendo a mi compañero. ¿Por qué de repente me importan las palabras de ese idiota?

Desde siempre se habían metido el uno con el otro, encontrando los puntos débiles para apretarse las tuercas mutuamente.
Nunca le habían sentado tan mal la palabras de su compañero. ¿Desde cuando esto es así?

Desde aquella noche en el hospital algo había cambiado para ambos. Se trataban menos fríamente y los insultos y peleas parecían disminuir. Esto era, claro imperceptible para la gente de afuera. Pero para ellos todo eso era extraño, aquellas horas en el The Moon habrían sido impensables hace dos años, pero ahora lo tomaban casi naturalmente.

Algo había cambiado, pero ambos eran demasiado orgullosos como para admitirlo.

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2:30 horas antes

Haciendo de tripas corazón me dirigía hacía mi apartamento sin pasar por la sede de la Port Mafia.

No iba muy rápido, no quería llamar la atención y, menos de cierto castaño, que seguro que me estaría esperando.

Aparco la moto en el garaje de mi edificio y me monto en el ascensor marcando el número 2. Lo que tardo en subir a mi piso, lo paso pensando en cómo reaccionaría si me encontrara a Dazai en casa. ¿Qué le diría? ¿Cómo reaccionaría?

Sabía que era no era posible encontrarse a su compañero ahí, le había dejado tirado en la otra punta de la ciudad, era literalmente imposible que hubiera llegado antes que el. Pero estábamos hablando de Dazai, con el, cualquier cosa.

Las puertas del ascensor se abren y, con paso lento, camino hacia la puerta de mi apartamento sacando las llaves. Odio admitirlo, pero todo eso se me hace demasiado, solo quiero darme una ducha e intentar dormir lo máximo posible. Igual mañana me podría coger el día libre con la excusa de un resfriado.

Pero todos mis planes de darme una ducha caliente desaparecen cuando al abrir la puerta me encuentro a una mujer, joven de largo pelo rosa vestida con un kimono, sentada en mi cama y mirándome con una mirada asesina.

Mierda. Ane-San.

-Chuuya -La mujer se levanta rápidamente cambiando su expresión amenazante por una relajada- ¿Dónde has estado toda la noche? He bajado a las oficinas esta tarde pero no estabas - Dice dándome un abrazo- Ni tu, ni Dazai-Kun- Al pronunciar su nombre su expresión y tono de voz cambian repentinamente, se nota que está enfadada, se separa de mi unos pasos para luego preguntarme-¿Dónde está?