(Jazmín)
Un malestar escalofriante arremolinó mi espina dorsal causando un leve corto circuito en mi inconsciente, atrayendome a tirones hacia el mundo real, obligándome a dejar de soñar.
No quería volver a sentir el frío en la planta de mis pies. Me encontraba a gusto abrazando el calor del fuego junto a Luca, quien a mí lado vacilaba irónico acerca de mi aventura en Belerofonte, las criaturas que enfrentamos y los kilómetros de distancia recorridos bajo todo mal pronóstico, acarreando con limitaciones puramente humanas. Me miraba con una curiosidad chispeante que sacudía mi corazón.
No quiero irme, por favor. No me lo quiten.
Solo rogaba por tiempo. Habría sacrificado cualquier parte de mí por tan solo unos cinco efímeros momentos a su lado. Solo para poder despedirme de aquellas siluetas masculinas que ahora cargaba sobre los hombros.
Pero no estaba en mis manos. Y una vez más desperté entre el frío y la oscuridad. Como una sobrecarga de realidad, me sobresalté perpleja en la incomodidad del sillón, y eché una fugaz mirada sobre la habitación.
Una nota escrita a mano alzada se encontraba reposando a mí lado. Quien la haya escrito debió dejarla con la intención de que pueda leerla. Me incorporé perezosa y la tomé somnolienta forzando mi vista a leer bajo la penumbra.
Reconocí el mensaje de Lucas y di un salto poniéndome de pie alarmada. Dejarlo ir era arriesgado e implicaba posibilidades de que no regrese. No estaba segura de despertar a los chicos, no obstante no podía abandonarlos una vez más. Estando cerca de la segunda comunidad de Iuorsh, pensé que lo mejor sería desviarlos hacia allí.
O eso creía hasta que un paso en falso provocó un ruido notable que despertó a Ezequiel.
Me volteé esperando lo peor.
—¿Jaz? –se frotó los ojos–. ¿Qué pasa?
—Voy a salir, vuelvo enseguida.
—No, ya te conozco.
Se puso de pie rápidamente y se acercó a paso apresurado dónde me encontraba congelada, frente a la entrada por la cual por un segundo pude haberme escabullido.
—¿Dónde está Lucas?
—No sé.
—Se fué –dedujo con precisión–. ¿Y vas a ir a buscarlo, cierto?
Lo miré con fastidio sosteniendo mi rifle con firmeza.
—¿Pero quién te crees que sos? ¿Pensabas ir sola, cierto? ¿Pensabas dejarnos solos porque estás acostumbrada a reaccionar como animal? ¿Eso te hace mejor?
La rabia que Ezequiel escupía me intimidaba en cierto punto pero continuaba sosteniendo mi compostura.
—¿Y qué esperabas? ¡A dónde voy todo es un desastre! Quise ayudar a Iuorsh y todo se incendió, su líder está muerta, el hermano sobreviviente al que prometí salvar seguro está muerto, Belerofonte nos tira como carnadas, el grupo se disuelve. –sentía mi garganta cerrarse dificultando el habla–. ¡Maté a mi familia de sangre con mis propias manos y lo último que me quedaba murió en mis narices por mí culpa! ¡Ellos dos eran lo último que guardaba!
Ezequiel me miraba sorprendido frente a mi descarga de furia y angustia desencadenada en llanto.
—¡Voy a morir corriendo en un campo ayudando a la misma corrupción que me trajo acá! Donde piso siempre hay un campo minado. Vaya a donde vaya, siempre voy a ser una asesina buscada. –me aparté de él con brusquedad–. Así que no le digas qué hacer a una condenada como yo, porque ni tu lógica ni tu estrategia me sirven. No pienso escucharte.
![](https://img.wattpad.com/cover/263579410-288-k680485.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Anticuerpos 2: Código Quimera
Ficção Científica(Novela contada desde 4 puntos de vista distintos por 4 autores distintos) Continuación de "Anticuerpos: Código Belerofonte" Ya dentro de la enorme Cuarentena, los cuatro inmunes deberán hallar los documentos perdidos para encontrar la cura a Reptil...