Capítulo 11

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Los años pasan tan rápido que parecen simples hojas de otoño cayendo y volando por el viento con libertad y calma. Nunca se sabe cuándo se detendrán, ni dónde terminarán. Nadie nunca sabrá si esas hojas se romperán en el camino o si se mantendrán enteras hasta que la naturaleza haga su trabajo, deshaciéndolas poco a poco. Lo que sí se sabe, es que los años terminan y más inician. Uno podría decir con simpleza "el tiempo no se detiene" en cualquier momento. El punto de esa frase es usualmente decir que no hay tiempo que desperdiciar, y que no vale la pena quedarse atrás ya que la vida continuará avanzando. Claramente, nuestros queridos protagonistas no son ninguna excepción a esa frase.

El chico recuerda perfectamente que tanto miedo tenía cuando vio cómo la joven entraba en aquel avión. Temía que Shindo cambiará en su estadía fuera del país. Temía que cuando volviera los sentimientos que antes se desbordában de sus corazones no fueran los mismos. Temía que sus corazones se dividieran porque la distancia es siempre dolorosa. Temía que la próxima vez que la viera, la viera con un anillo en su mano izquierda y una sonrisa causada por alguien más. Que, cuando sus miradas se encontraran, aquella sonrisa desapareciera, sus ojos se llenaran de lágrimas, y solamente le dijera "Gracias por esperarme y apoyarme, pero tengo que irme. Encontré a alguien más".

Tenía tanto miedo de ser abandonado que en algunas noches no lograba dormir. En esas ocasiones, como por arte de magia, la joven le enviaba un video o dos, o incluso una llamada. La chica estaba en alguna cafetería, tomando un café frío y sonriéndole. Acomodaba mejor sus lentes en el arco de su nariz y mostraba esa encantadora sonrisa.

Hablaba de su semana, su día, o simplemente una idea sin sentido que se le había ocurrido, como aquella vez que le envió este encantador vídeo diciendo: "Estaba pensando cuando caminaba a los dormitorios, si unos pájaros chocan entre ellos, ¿se considera un accidente aéreo o un combate animal?"

No sabia de donde sacaba esas ideas, pero estaba bastante seguro que las inventaba para, aunque sea, hacerlo sonreír. Cuando ella hablaba llena de emoción parecía que la distancia entre ellos se desvanecía, y los colores se hacían miles de veces más brillantes. Su mundo simplemente se iluminaba. Entonces, siempre al final, decía esas palabras que le dejaban dormir tranquilo:

"¡Te extraño tanto! ¡No puedo esperar volver a verte!"

Habían días que lo decía antes de dormir, otros en las que lo decía mientras estaba en clases, tal vez justo al despertar o dándose un baño de burbujas, saliendo con sus amigas a bailar, cuando estaba almorzando, cuando estaba relajándose en casa, cuando miraba una película o incluso cuando estaba haciendo tarea. Cualquier momento era perfecto para decirle que lo extrañaba, porque ella realmente lo quería y ella también estaba asustada.

Temía que si ella no le recordaba que existía, él se olvidaría de si existencia. Temía que cada vez que le decía "te extraño" él no sintiera lo mismo. Temía que en algún momento se cansara de la distancia y decidiera terminar con todo. Temía que en algún momento ella volviera solamente para ver que Tetsutetsu sostenía a otra chica entre sus brazos y besaba a aquella otra mujer como si su vida estuviera a punto de terminar. Temía que volviera para ver otra persona a su lado, tomando el lugar por el que había peleado tanto.

Ambos estaban asustados, pero al mismo tiempo estaban seguros. Estaban seguros que el otro nunca les haría eso, y estaban seguros que el único problema eran sus inseguridades. Por eso mismo, decidieron ser fuertes. Si uno podía, el otro también, y no tenían que pasar por esto solos.

Había días en los que querían ir desesperadamente con el otro, pero era imposible.

Como aquella vez en la que Shindo tuvo una apendicitis repentina y tuvo que ser internada en el hospital por unos días. Shindo misma le dijo que no debía de ir con ella, ya que interrumpiría su trabajo y se rehusaba a ser una de las razones por las que su novio no hacía su debut. Tetsu quería estar a su lado, cuidándola cuando estaba vulnerable y ayudando en todo lo que pudiera para que se recuperará sin problemas, diciéndole que tan feliz estaba de que no le haya pasado nada y no cedió hasta que Shindo le aseguro que le llamaría inmediatamente si algo se salía de sus manos y mencionó como sus amigas la cuidarían bien y no se despegarían de su lado hasta que estuviera completamente recuperada.

La Amiga de Mi Crush - Tetsutetsu X OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora