Los días pasaban, y comenzaban a salir cada vez con mas frecuencia. Evidentemente, no iban siempre a lugares, de hecho, muchas de las citas y salidas que habían tenido consistía en ir a la casa del chico, quien siempre sonriente, le hacia pasar un increíble rato después del trabajo. Siempre que sus pies estaban hinchados, o que sus manos dolían Tetsutetsu estaba ahí para hacerla reír, y generar ese sentimiento sublime en su pecho. Siempre que el estaba a su lado, Shindo se sentía como en las nubes. Sentía que nada podría detenerla. Siempre que el chico sonreía vigorosamente, o que decía una estupidez, e incluso cuando le contaba emocionado lo que había pasado en la Yuuei era como estar escuchando su canción favorita. Simplemente no había una descripción precisa para lograr poner en palabras que tanto significaba el joven en su vida. No podía.
Por otro lado, Tetsutetsu estaba preocupado. La terrible idea de ver como la chica que comenzaba a hacerle sentir tanta atracción y felicidad se estaba sobre esforzando le provocaba un terrible sabor de boca. Solo había que verla para entender que había algo que comenzaba a molestarle. Ojeras debajo de aquellos hermosos y penetrantes orbes anaranjados la hacían ver mas que cansada. Parecía que en cualquier momento ella podría desfallecer, pero ¿Por qué? Siempre que contó sus tragedias las decía con una sonrisa fuerte, y un ímpetu que la hacían ver una de las mujeres mas felices y positivas en esta tierra, y si era así... ¿Por qué se veía peor a cada día? ¿Acaso el estaba omitiendo algo?
No había manera de saberlo, no a menos que intentara preguntárselo directamente, o intentara preguntarle a alguien que supiera demasiado de ella. Alguien que la conocía incluso antes que el. Alguien que realmente se esforzara por conocerla tanto como el... El ceño del chico se frunció ante el pensamiento de lo que estaba a punto de hacer solamente para entender. No podía creer que volvería con el rabo entre las patas hacia alguien como la chica que había hecho de la primera cita posible, pero si era por Shindo, el lo haría. Ademas, debía de arreglar las cosas con su hermano de otra madre, y su novia, por lo que no tenia mas escapatorias.
[...]
—¿Ahora quieres saber la situación de Shin? Estas loco, vienes a mi solamente para pedirme un favor? Si no te di nada la ultima vez que lo preguntaste, ¿Por qué piensas que eso cambiara ahora? ¿Qué hace de esta vez diferente?— Pregunto la chica sin siquiera intentar levantar la vista de su teléfono celular. Claramente, el chico de cabellos plateados frunció el ceño un tanto irritado. No podía creer que la contraria ni siquiera intentara verle a los ojos. Estaban hablando de un tema serio, y el ni siquiera intentar verle era de una terrible educación. Evidentemente el chico, con el único propósito de hacer reaccionar a la chica le arrebato el celular, solamente para ver como ella estaba leyendo mensajes de odio.
—¿Qué es esto? ¿Te están molestando?— Pregunto el chico. La contraria levanto la vista para demostrar un labio partido, una cortada en su ojo izquierdo, y una gaza en su mejilla derecha. La chica chasqueo la lengua y le arrebato el teléfono al chico, quien para este punto abrió los ojos como platos confundido y asombrado de la contraria. Esta solamente soltó un gruñido. "Pídele ir a su casa, insiste hasta que te diga que si. Veras por que se ve tan cansada." Akaguro se levanto y se retiro. ¿Qué mierda estaba pasando a su alrededor? ¿Por qué todo se ve tan... triste?
¿Saben que tan difícil es avanzar y mantenerte fuerte cuando todo el mundo a tu alrededor se cae a pedazos? Bueno, eso mismo le pasaba al chico de cabellos plateados. Todos a su alrededor parecían ser miserables. El era el único que podía ser feliz sin preocupaciones. El podría alejarse de todo este dolor, y ser feliz. Podría dejarlos a todos de lado, pero... Prefería preocuparse por ellos. Prefería sufrir con ellos porque eso es lo que cualquier persona debería de hacer. "Los débiles pelean para si mismos, los fuertes pelean por los que no pueden pelear" Frases cursis, pero esas mismas frases cursis le habían dado tales ideales tan grandes y una ambición insaciable la cual le impulsaba a seguir todos los días.
El chico suspiro. Habían tantas cosas que poner en orden. Habían tantas cosas que discutir. Tanto que hacer y tanto que hablar. Tanto que estaba mal en esta ecuación. Tantas cosas que comenzaban a molestarle. No podía creer que Shindo decidiera el esconder cosas incluso cuando ya eran amigos tan cercanos. Era evidente, la chica era reservada, pero el intentar ocultar algo, y mentir de las maneras en las que ella lo hacia era simplemente impensable. El ya estaba enamorado, ¿Qué le podría aterrar tanto para esconder incluso el hecho de que tiene un empleo? ¿Qué le aterraba de aquella manera?
No lo sabia. Quería saberlo. Quería entender cada aspecto de la chica. ¿Qué le hacia esconder a su familia? ¿Qué le hacia evitar el hablar de su padre a toda costa? ¿Por qué se ponía tan nerviosa cuando se retrasa? ¿Qué le hace... Tanto daño para no poder dejarlo ir? Siendo honestos, Tetsu estaba ansioso por saber, pero al mismo tiempo estaba temeroso. Temía que no le gustara la respuesta. Temía que lo que había detrás de aquella hermosa y encantadora chica fuera tan oscuro que ni siquiera el pudiera excusarla. Tenia miedo de no poder verla de la misma forma, pero si su relación continuaba de aquella manera era necesario el saber mas. No podía conformarse solamente con su cara bonita.
El ya había caído en la trampa. Ya estaba atrapado y atado por sus sentimientos hacia la chica. Ya le gustaba. Ya no había algo que se pudiera hacer al respecto. Entonces, ¿Para qué intentar combatirlo? Sabia que era lo que quería, y lo que quería era salir con ella. Lograr llamarla su novia, lograr hacerla feliz de la misma manera en la que ella lograba hacerlo feliz a el, pero para eso necesitaba conocer mas de ella y el ambiente en el que vivía. Necesitaba saber para lograr tomar el siguiente paso.
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La Amiga de Mi Crush - Tetsutetsu X OC
FanfictionTetsutetsu se declaro por primera vez en su corta vida, pero las cosas no fueron como el podría desear. El rechazo por la chica que le gustaba en aquella cafetería le hizo comenzar a perder la esperanza respecto a su destino amoroso, pero una simpl...