—¿Por que me introdujiste a alguien como ella? ¿Por que te esforzaste tanto? Digo, no estoy disgustado, es una joven encantadora, y arreglamos otra cita para la próxima semana, pero... Akaguro, quiero saber por que quisiste ser cupido esta vez.— Dijo el chico mientras perseguía a su compañera de escuela. La chica solamente saludaba a sus cientos de conocidos e intentaba evadir al chico para no responder sus preguntas, lo cual, de manera evidente, hizo que el chico se encontrara mas curioso. Todo tenia tanta intriga que le estaba causando demasiadas emociones. Era impresionante el hecho de que incluso Akaguro intentara esconder algo.
—¿A que te refieres? No logro entenderte, solo quería darte la oportunidad de encontrar algo que yo no podía darte, ¿acaso no te basta con eso?— Pregunto la chica. Cabe destacar que continuaba caminando de arriba a abajo en un intento de que el chico de cabellos plateados dejara de preguntar aquellas cosas. No estaba en posición de hablar acerca de la vida personal de Shindo, y no lograba entender que otra cosa quería Tetsutetsu al seguir buscando información acerca de ella. Todos podemos saber que el que este tan interesado es una buena señal, de hecho, era una excelente señal. Estaba interesado en quien era, y eso es bastante positivo, pero no podía obtener información. No de esa manera por lo menos, y eso lo estaba comenzando a sacar de sus casillas.
—Tu no eres cupido. No es eso y tu lo sabes, Akaguro. Quiero saber por que lo intentaste, muchos se te han declarado, los has mandado a todos al caño, y nunca les habías ofrecido el conocer a alguien que tu conozcas. Nunca has intentado formar una pareja, ¿por que ahora si? Mas encima, la chica es un primor, ¿Por que mierda no les diste a los demás la oportunidad que me has dado a mi?— Pregunto el chico. Si, no era educado ni caballeroso el decir malas palabras frente a una dama, pero, en primer lugar, Akaguro había probado el no ser una dama, era solamente una mujer, y segundo, hace un pequeño tiempo esa regla se volvió nada mas que polvo para el, por lo que no había ninguna razón para seguirla.
—No es nada que te incumba. Créeme, después de un poco entenderás por que hice lo que hice. Sigue saliendo con ella, es mas, la siguiente cita pueden ir a la pizzeria que acaban de abrir en la calle principal, estoy segura de que le gustara. Sigue conociéndola. Mírala en todos sus aspectos y después de analizarla un poco entenderás todo por lo que ha pasado, y si tienes mala suerte...— La chica se detuvo abruptamente antes de seguir hablando. ¿Que pasaría si tiene mala suerte? ¿Que era lo peor que le podía pasar? ¿Que era lo que preocupaba tanto a aquella chica caracterizada por carecer de preocupaciones? ¿Por que debía de tener tanto suspenso todo esto? ¿Por que habían tantas cosas que el no podía saber? Era simplemente aterrador el no saber que iba a pasar ni a quien tenias enfrente. —Bueno, no importa por ahora... Solo sigue con el juego, pronto entenderás las reglas, tal vez incluso te enamores de ella, ¿Quien sabe? —Dijo la chica mientras se encogía de hombros. Por otro lado el chico solamente expreso desagrado y mucha curiosidad. Aquellas palabras no le habían causado nada mas que repudio y rechazo hacia la chica que anteriormente había robado su corazon.
—¿Intentas jugar con personas, Akaguro?—Pregunto mientras miraba fijamente los ojos verdes de la chica que estaba frente a el. La chica solamente sonrió de manera gatuna mientras un brillo inhumano era emanado por sus grandes ojos esmeraldas. Era impresionante el hecho de que de vez en cuando ella se vea tan inocente, y en otras se viese tan... cínica. Tetsutetsu solamente apretó un poco su mandíbula demostrando a simple vista que estaba irritado.
—¿Acaso te sorprende? Solo uso mi cerebro, amigo. Algo que no muchos saben hacer. Por otro lado, no sacare ningún provecho de lo que estoy haciendo. Mis manipulaciones no son tan grandes, ni con malas intenciones, mi padre me logro enseñar perfectamente eso. Solo sigue haciendo lo que haces. Ve con la corriente, y haz que el juego continué y sea divertido.— El chico no pudo ni siquiera expresar con palabras las terribles emociones que comenzaron a recorrerlo. Evidentemente, no conocía tan bien a la chica que anteriormente había adorado. No podía creerlo. Era como un cubetazo de agua helada o un golpe con un martillo. Nunca pensó que alguien tan encantador pudiese tener un demonio dentro. Era como estar viendo a satanás a los ojos, e incluso la confianza avasalladora de la chica comenzaba a ponerlo nervioso.
—Seguiré saliendo con ella, pero ya no lo haré por ti, eres una hipócrita, y sé que no es de hombres decirle algo por el estilo a una dama, pero tu no eres ninguna dama, eres una maldita hija de perra manipuladora la cual no puede entender que mierda es la moralidad. Nunca seras ninguna heroína, empezó desde tu padre, y aparentemente la manzana no cayo muy lejos del árbol—Dijo el chico con un aire de superioridad, la chica no cambio demasiado su expresión, mas sin embargo se noto bastante el hecho de que realmente le había afectado tal comentario. Finalmente frunció el ceño y luego levanto levemente su barbilla en un intento de mantenerse y verse fuerte, entonces Kirishima decidió interferir.
—Hermano, ese fue el golpe mas bajo que has dado desde que nos hemos conocido. Tal vez no entiendas lo que ella ha dicho, pero créeme, confía en ella. No es la rosa sin espinas que pensaste conocer, pero tampoco es una mala persona, y ambos lo sabemos, mejor vete a aprender lenguaje de señas, lo necesitaras.—Dijo Kirishima mientras abrazaba posesivamente a la chica frente a Tetsutetsu. Miro de pies a cabeza al chico de cabellos plateados y luego chasqueo la lengua lleno de enojo y furia. Una cosa era meterse con el, otra era meterse con su novia. —Vete a decir tus mierdas e insultos a otra parte, que no queremos escucharlos—Finalizo. Mierda, lo había arruinado con una amiga.
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La Amiga de Mi Crush - Tetsutetsu X OC
Fiksi PenggemarTetsutetsu se declaro por primera vez en su corta vida, pero las cosas no fueron como el podría desear. El rechazo por la chica que le gustaba en aquella cafetería le hizo comenzar a perder la esperanza respecto a su destino amoroso, pero una simpl...