Capítulo 2

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La primera vez

Los ojos negros llenos de impaciencia del chico comenzaron a vagar por aquel pequeño restaurante de ramen. Estaba expectante, mientras buscaba con la mirada a una chica que debía de entrar por la puerta frente a el. No sabia quien era, pero si Akaguro la describía de aquella manera y con aquella emoción debería de ser impresionante. No sabia quien era, pero sabia que estaba cinco minutos tarde, todo lo contrario a la persona que realmente le gustaba. Aun no daba una buena impresión, y no parecía que la fuese a dar. Chicas entraban y se iban, rubias, morenas, pelirrojas, y azabaches. De caderas grandes, piernas largas, pecho abultado o lindos rostros, pero nadie que realmente le llamara la atención. Todas eran hermosas, pero el no estaba interesado, y aunque lo estuviera nunca tendría la intención de incomodar a nadie con la mirada. Era un caballero después de todo, por lo que una apariencia respetuosa y honesta era la que siempre lo acompañaba hasta donde sea que fuera. 

Mientras Tetsutetsu seguía perdido en sus pensamientos, una chica de mejillas llenas de pecas y de un tenue color carmín se sentó frente a el. Su cabello estaba despeinado, y sus lentes se deslizaban por su nariz, por lo que no tardo mucho para que ella los acomodara con su dedo indice. No estaba tan bien vestida tampoco, y realmente se veía un poco torpe, pero al mismo tiempo bastante tierna. Los labios rojizos de la chica simplemente esbozaron una encantadora sonrisa mientras colocaba en la mesa una pequeña caja de bombones con chocolate. No era demasiado grande, pero se notaba que se había tomado el tiempo de decorarla a mano, lo cual le pareció encantador al chico de largas pestañas. El de cabellos plateados parpadeo un par de veces, y luego sonrió como siempre haría hacia cada persona desconocida, lo cual causo que la chica suspirara con alivio. Era simplemente relajante el que le sonría de aquella manera siendo que no estaba muy segura de estar bien arreglada para una primera cita. 

—Lamento si tarde demasiado, es solo que cuando venia me perdí por el sendero, y no en el sendero de la vida... —Dijo la chica mientras sonreía sutilmente de lado. Era evidente que estaba nerviosa, y eso explicaría su aspecto desaliñado y su despeinado cabello. Había que admitirlo. La chica era hermosa. Incluso cuando estaba tan desarreglada aun así lograba robarse las miradas de muchos de los chicos presentes. —Siento si te hice esperar... Eres Tetsutetsu, ¿cierto?— Pregunto la chica mientras comenzaba a examinar al chico. No tenia cejas, lo cual era extraño, pero aun mas extraño era el hecho de que tenia unas pestañas increíblemente grandes. No había nada malo de eso, había que admitir que el joven era realmente atractivo y, de acuerdo con ella, el la hacia ver como una "patata".

—Así es. Soy Tetsutetsu Tetsutetsu, un placer el conocerte, ¿Cuál es tu nombre?—Pregunto el chico mientras se levantaba de la silla y extendía su mano. Era evidente que solo intentaba ser respetuoso, pero claramente la chica solo se puso un poco mas nerviosa. Usualmente no se llevaba bien con la gente que era estricta, o demasiado formal debido a su carencia de organización en su vida personal. El ver a una persona hacer algo parecido era una bandera roja para ella, la cual le indicaría que seguramente se llevarían mal, pero no perdía nada al intentarlo.

—Soy Kira Shindo, pero puedes llamarme Shin, no hacen falta las formalidades— Respondió mientras sonreía felizmente. Era evidente que se sentía orgullosa de quien era dentro de lo que cabe sin llegar al narcisismo. El chico alzo una ceja...(? (¿Como diablos escribo que alzo una ceja si no tiene cejas?)  formando una expresión de confusión. Nunca se le habla a alguien por su nombre, eso seria grosero si es que no eran cercanos, y el que alguien se lo pidiera ahora, contradiciendo todas las enseñanzas que le habían inculcado desde que era tan solo un niño, era extraño. Mas encima, no solo pedía que la llamara por su nombre, quería que fuese una contracción de su nombre.

El nombre también era particularmente extraño para una chica, debido a que Shindo no es un nombre femenino, de manera evidente, por lo que ese aspecto también era intrigante. Casi todo acerca de ella era intrigante. Desde sus gigantescos ojos naranjas detrás de un fino cristal con un poco de aumento, hasta sus delicadas manos las cuales se hundían en su pelo por momentos intentando arreglarlo lo mejor que podía. Esta acción era simplemente encantadora. Verla mover sus cabellos de esa manera intentando verse mejor para el y solo para el era... Era... Era una acción que realmente lo seducía. Siendo honestos, siempre te interesas en la persona que te hace sentir especial, y la chica, aparentemente, estaba haciendo esto de manera inconsciente. Las mejillas del chico se tornaron camines, finalmente enterándose de que sus pensamientos eran bastante raros a este punto. 

Era evidente que no muchos pensarían de aquella manera debido a una acción tan simplona y común como arreglarse el cabello. La chica evidentemente lo estaba haciendo de manera inocente, pero el había tenido pensamientos tan impropios como los que acababa de escribir. ¿Acomodarse el cabello para el y solo para el? Esa era una idea descabellada. No se conocían, ¿Por que la chica haría algo como eso? 

—Oye... ¿Estas bien? Te noto un tanto distraído... ¿Acaso no deseabas venir a la cita que Akaguro preparo para nosotros? No me molestaría el saberlo... No me gustaría que por algo que ella hizo tu te sintieras incomodo, y supongo que ella pensara lo mismo. ¿Deseas que me retire?— Pregunto la chica cortésmente mientras bajaba la mirada un poco.  Si, ella había estado de acuerdo respecto a esa cita. De hecho, ella estaba ansiosa, porque aunque no tuviesen química seria capaz de hablar con una persona. Ella adoraba conocer gente nueva debido a su increíble carisma. Era algo caótica, pero realmente era una extrovertida de primera la cual se sentía orgullosa de que había logrado ser. 


La Amiga de Mi Crush - Tetsutetsu X OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora