Capítulo 6: Capturado

4.8K 586 705
                                    


Nadaron solo un poco más hasta que el rastro desapareció por completo.

—¿Y ahora qué? —preguntó Luca.

—Separémonos para buscar —propuso Alberto—, el que encuentre algun pez que sea nuestro le avisara al otro.

—Pero... ¿no sería arriesgado? —cuestión el pequeño con nerviosísmo.

Alberto miró a su amigo con cierta ternura en sus ojos.

Luca siempre fue muy inseguro con las cosas, había veces en que tenía razón, pero otras en donde simplemente "bruno" se metía en su camino.

Alberto se sentía orgulloso al saber que, entre tantas personas, él era al único que Luca escuchaba cuando estaba asustado.

Sentía que debía protegerlo, pero a la vez ayudarlo a aventurarse a misiones peligrosas y ser valiente.

—Mira, si sientes que el lugar es peligroso regresa a este punto —dijo mientras tomaba una de las latas para colocarla en la arena, justo en medio de ambos—, aquí nos encontraremos tu y yo. ¿Hecho?

Luca no estaba de acuerdo.

¿Y si un tiburón hambriento lo devoraba? ¿y si un humano lo cazaba? ¿y si se perdía? ¿y si...?

Luca miró hacia los ojos de Alberto, cada vez que se sentía nervioso sólo bastaba una simple mirada de parte del mayor para volver en sí.

Era un extraño efecto que causaba su mirada esmeralda en Luca y que el pequeño aún no comprendía.

—Hecho —respondió el chico decidido.

Alberto asintió antes de nadar y perderse de la vista de Luca haciendo que este volviera a sentirse nervioso.

Ci vediamo presto, Luca! (nos vemos luego, Luca) —exclamó el mayor desde la distancia haciendo reír levemente a Luca.

Dando un largo suspiro, nado poco a poco hacia la dirección contraria a la que había ido su mejor amigo.

Nado por un rato hasta ver un pequeño pez pasando frente suyo con mucha lentitud.

—¿Mona Lisa? —preguntó confundido al reconocer al pez.

Mona Lisa lo miró por unos segundos antes de nadar rápidamente, alejándose del chico.

—¡Mona Lisa, espera! 

Luca trato de seguirla, sin perderla de vista ni un momento hasta que el pequeño pez nado hacia una roca escondiéndose detrás de ella.

—Ya te tengo —pensó Luca con una sonrisa de victoria en el rostro.

Se acercó a la roca lentamente hasta quedar frente a esta y torcer sus labios en una sonrisa de lado.

—Te atrape, Mona.

Y cuando se acercó mirando la roca por arriba vio...

Nada.

Solo arena y agua.

—¿Pero que...?

—¡Te tengo!

Luca se sobresalto, al oír una extraña voz frente a él. Volvió a esconderse detrás de la roca y miró asustado hacia la dirección del grito.

Un chico, bien parecido a Luca, nado hasta Mona Lisa y la tomó para llevarla a una especie de cueva, donde se alcanzaba a ver varios peces dentro de ella.

El desconocido, como ya habíamos mencionado anteriormente, tenía un parecido a Luca, ¡pero!, fácilmente podías notar la diferencia entre uno y otro; la cola de Luca no tenía ningún aspecto en particular, era... como cualquier otra. En cambio, la del otro chico, tenía un singular color púrpura junto a algunas escamas plateadas que resaltában en su piel, su cola terminaba en una extraña forma puntiaguda con escamas que bailaban a su alrededor formando una especie de vestido en la punta, sus ojos eran rosados, fácilmente arrebasaba de altura a Luca, aunque ambos parecieran de la edad.

Tal vez... ¿te quiero? Luca y AlbertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora