Capítulo 22: Hora De Partir

3.1K 453 1.2K
                                    

Dedicado a: Koemi_san055 yeii 😗✨❤️

Les recomiendo escuchen la canción para mejor experiencia al leer el capítulo.

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

Un verano inolvidable, definitivamente esa era la definición perfecta para lo que Luca y Alberto vivieron ese año.

Nuevas amistades, el padre de Alberto, sus casi muertes. Ufff, que problema ser un monstruo marino para estos dos amigos... aunque ¿de verdad era esa palabra la que definía su extraña y rara relación?

Los últimos días de verano la pasaron jugando y divirtiéndose junto a Giulia y Gustavo, ignorando el revoltijo de sus estómagos y los nervios de punta cada vez que ambos estaban juntos.

Esas pocas miradas que cruzaban discretamente el uno con el otro, los roces de sus manos y el sonrojo en sus mejillas al pensar en aquella vez dentro de ese oscuro sótano ¿de verdad los volvía aquellas señas sólo amigos?

No volvieron a mencionar aquel tema. Por más que quisieran les resultaba incómodo y hasta vergonzoso, pero ¿como no serlo? Solo eran dos jóvenes que apenas experimentaban su primer amor.

Impotencia. Ambos sentían impotencia al no poder hablar de sus sentimientos, y ese día, aquel sentimiento martillaba sus pechos constantemente. Después de todo, era su último día juntos, al siguiente Giulia y Luca tendrían que subir a aquel tren y volver a Génova.

Si... definitivamente ninguno se sentía bien.

Menos Alberto, sentado en aquella mesa mientras comía junto a Massimo y escuchaba parlotear a su primo recibiendo miradas cansadas y golpes por parte de Giulia.

Toda la tarde había estado solo, sin Luca.

No había visto al pequeño castaño desde días anteriores y eso lo tenía deprimido.

Eran sus últimos días juntos y ¿Luca no quería pasar tiempo con él?

Un suave y triste suspiro salió de sus labios.

—¿Estas bien, Alberto? —preguntó Giulia mirando al joven con cierta lástima.

Alberto pestañeo varias veces antes de asentir.

—Esa ni tu te la crees —dijo Gustavo recibiendo un sape de parte de la pelirroja por su tono de voz—. A lo que me refiero es... si quieres estar con Luca ¿por qué no vas a buscarlo?

El chico titubeó al contestar:

—Seguramente está ocupado con algo de su escuela, el regreso a Génova o algo así.

Giulia y Gustavo se miraron, sonrieron de lado y asintieron.

—Si te sirve de algo —comenzó a decir el joven príncipe— Luca está en esa torre en la pequeña isla.

Al terminar de hablar se puso de pie para ayudar a Massimo a recoger la mesa.

Alberto observó curioso a Giulia, como si ella y su primo supieran algo que él no.

La pelirroja sonrío nerviosa.

—Solo ve con él.

No tenía que repetirlo dos veces.

Él joven se puso de pie y, despidiéndose de sus amigos y Massimo, corrió hasta la orilla donde cayó al agua y nado velozmente hacia el pequeño escondite.

Al llegar sentía su corazón palpitar rápidamente, sus manos sudar y sus mejillas sonrojarse. Esperaba ver a Luca ahí arriba.

Subió la torre e inspeccionó el lugar frunciendo el ceño al terminar.

Tal vez... ¿te quiero? Luca y AlbertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora