Extra V

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Celos✨

—Y entonces salté al lago creyendo que era lo suficientemente profundo para mí... y luego me di cuenta que el agua me llegaba a las rodillas, pero ya era tarde, mi trasero pagó por mí estupidez —Erick suspiró dramáticamente abriéndose paso para llegar a su casillero, acompañado de nada más y nada menos que Alberto.

El moreno evitó rodar los ojos.

No le desagradaba compartir su tiempo con el otro chico, de hecho, le resultaba cómodo su compañía, pero había veces —como ahora—, en las que Erick se dejaba llevar por sus extrañas anécdotas de viajes y no paraba de hablar hasta que un profesor lo obligaba a callarse.

Al llegar a la cafetería, el joven rubio mordió su labio inferior y miró con cierta indecisión a su nuevo amigo de hacer un par de semanas.

—Entonces... supongo que vas a querer estar con tus amigos así que aquí nos separamos —y sonrió levemente.

Alberto lo pensó unos momentos antes de hablar.

—Puedes venir conmigo, si quieres, así podría presentarte a Giulia y a Luca.

Tal vez no sea mala idea invitarlo...

Ya había hablado con Erick sobre ellos, tal vez sin mencionar que el castaño era su novio, pero sentía que no había necesidad de aclararlo, eran novios, si, pero no había necesidad de decirlo a cada persona frente a ellos.

«Ajá, lo dice el que quería gritarlo a los cuatro vientos»

Alberto silenció mentalmente a la vocecita traicionera de su cabeza y prestó atención al de ojos verdes, quién en ese momento asentía felizmente.

—¡Genial! Así hablaremos todos juntos ¿dijiste que son un año menor al nuestro, verdad? me encantaría ayudarles si tienen problemas con alguna materia, no soy el mejor de la clase por nada. Por cierto ¿ya hiciste la tarea de historia? es para mañana y yo ni la he empezado.

Nop, en definitiva fue una mala idea invitarlo.

Al llegar a la mesa, Giulia cortó su frase para mirar con curiosidad al recién llegado, haciendo que Luca también dirigiera su mirada hacia ellos.

No supo por qué, pero Alberto comenzó a sentirse nervioso después de ver cómo el castaño recorría con su mirada a Erick antes de voltear a verlo a él con ojos interrogantes.

—Hola, chicos. Venía a presentarles a un amigo, su nombre es Erick y es de mi clase.

Giulia abrió su boca con sorpresa.

—¿Erick Prince? —el rubio hizo un gesto afirmativo mientras su mirada mostraba orgullo al ser reconocido— ¿no fuiste tú el qué llenó toda la sala de maestros de palomas y dejaron el lugar hecho... un asco el año pasado?

Ahora parecía más avergonzado que orgulloso.

—Eh... no, creo que te confundes.

La pelirroja lo observó con ojos entrecerrados.

—Bien, me llamo Giulia y él es Luca.

El nombrado sonrió de medio lado.

—Hola.

—Un placer, Al me ha hablado mucho sobre ustedes.

¿Al?

Alberto tragó grueso al ver el ceño fruncido de su novio.

Cuando los recién llegados habían tomado asiento frente a ellos Luca empezó el interrogatorio.

—¿Cómo se hicieron amigos?

La gran sonrisa y los ojos brillantes del rubio no le gustaron para nada al castaño.

—Oh, bueno, yo fui el primero en ir a hablarle y, aunque la principio parecía que no le caía bien, poco a poco nos hemos acercado —se quedó pensando un momento antes de soltar una risita—, lo cual es curioso tomando en cuenta que nos sentamos juntos.

Eh... ¿por qué parecía que Luca no estaba feliz de oír aquello?

Alberto rió con nerviosísmo para evitar que Erick siguiera hablando.

—En fin, ¿cómo les fue a ustedes en clase? Tenían un examen de matemáticas hoy ¿no?

De repente, Giulia se mostró con una pose orgullosa.

—Sip y ambos sacamos diez en ella ¿verdad, Luca?

Pero Luca había dejado de prestar atención a su amiga al ver cómo Erick hacia un pequeño sonido de placer al probar su pastel de fresas y luego, cómo si no fuera suficiente descaro, se dio la vuelta mirando a Alberto con una sonrisa y acercando a los labios de este la cuchara con un nuevo pedazo del mismo postre.

—Pruébalo, Al, te va a encantar.

Y Al —Luca pensó en el apodo con disgusto—, había abierto la boca como reflejo, para luego abrir demás los ojos y comer el pastel ofrecido.

—Vaya, no está mal.

Erick rió.

—Tienes betún en el labio, torpe.

Y el rubio se acercó aún más...

Luca sintió que su corazón se aceleraba con furia al ver cómo el chico limpiaba la mancha y luego chupaba su dedo como si nada.

Estaba a nada de pararse de la mesa e irse de ahí cuando su mirada se encontró con la de Alberto unos segundos y por fin reaccionó.

¿Que acababa de pasar?

Jamás había sentido algo así, pero esa extraña espina en su pecho no se iba, es más, se clavaba aún más al ver la cercanía entre Erick y Alberto.

No debería de sentirse así, aunque el mayor era su novio no significaba que este no tuviera derecho a tener amigos o a hablar con ellos.

No era del asunto de Luca.

Se dió un golpe mental al notar aquello.

Había sentido celos, muchos celos, de alguien que ni siquiera sabía que Alberto y él eran novios y que apenas y se conocían.

Que idiota.

—Yo... voy al baño —murmuró por lo bajo, apenas siendo escuchado por Giulia, quién estaba sentada a lado de él, y se paró llendo a paso rápido hacia la salida de la cafetería.

Ahora se sentía muy mal.

Sus pensamientos lo tenían tan distraído que no notó cuando un par de esmeraldas siguieron el recorrido que hizo hasta desaparecer por la puerta.

Alberto se levantó preocupado.

—Iré a ver si está bien.

No esperó respuesta de ninguno de sus amigos y se echó a correr detrás de su novio.

Algo malo había pasado, Alberto lo sabía, aunque no tenía idea de qué.











Continuará...


Hola!

Perdón por dejar el capítulo hasta allí, pero tengo mucho sueño después de estar todo el día haciendo trabajos así que quiero descansar un poco :')

¡No sé desanimen! Mañana es viernes así que tendré tiempo suficiente para publicarles cap.

Buenas noches, amix.

Se les quiere 😘❤️

Tal vez... ¿te quiero? Luca y AlbertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora