3: Día de turismo

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Leah

Tuve la maravillosa suerte de que llegué un jueves, por lo que hoy es viernes y finalizo la semana por fin. No sé de qué me quejo si hoy es mis segundo día, pero se me ha hecho como si hubiera pasado una semana entera de verdad.

Hoy si que llegué a tiempo, a primera hora tenía educación física y nos pusieron a jugar al baloncesto. Yo no es que sea muy bajita, pero estaba rodeada de tíos que medían metro ochenta, la mayoría y sí, habéis oído bien, era la única chica en la clase. No me suponía un problema, porque yo no me llevo mucho con las chicas, de hecho mi mejor amigo es chico, y en España era la única chica en el grupo de amigos.

La mayoría me hacía tapones cada vez que cogía el balón, aunque para ser sincera, pocas veces toqué el balón. Siempre me pasaba lo mismo, nadie me la pasaba aunque tuvieran vía libre y que nadie lo cogiese, nadie me defendía, era una gran oportunidad para desempatar pero, nada. Tampoco era nuevo, pues en mi antigua clase pasaba lo mismo, se lo pasaban a todos menos a mí.

Por fin termino ese infierno de clase. Pero me tocaba otra peor, biología. Era en inglés, porque tampoco tenía un nivel muy avanzado. La profesora, sinceramente, venía defectuosa, creo que la admitieron porque o no se había presentado nadie más para ir allí o los demás candidatos eran peores, aunque dudo que eso sea posible.

De todas las asignaturas a las que he asistido que son todas las que tendré, biología sin duda es la más aburrida, menudo coñazo.
Luego tuve que hacer matemáticas y una estúpida representación sobre una obra de teatro en lengua, encima era en grupos. Creo que nos salió bastante bien.

Iba de camino a casa e iba pensando, yo siempre he sido una alumna con buenos resultados académicos, de hecho muy buenos, pero presiento que aquí mis calificaciones van a bajar mucho, no sé por qué, seguro que aparecerá alguna distracción a lo largo de este año.

Comí y no me lo podía creer, no tenía deberes, teniendo en cuenta que también era viernes. Sentí una alegría inmensa y un gran alivio. No me gusta estar con la presión de que tengo algo pendiente por hacer. Así que, decidí ir a visitar esta ciudad, esa era una de las muchas razones por las que había venido.

Fui a Olympiapark, es un parque que fue construido para los juegos olímpicos - como el nombre indica - de 1972. Era precioso, era uno de los lugares que siempre había querido visitar, sabía que era bonito pero me quedé en shock literalmente. Había un lago y había bastante gente paseando, corriendo o con sus hijos en el césped jugando.

Yo me senté sola en la explanada verde un poco más apartada de los demás. Le había cogido mucho cariño en tan poco tiempo...

Luego decidí ir a uno de los sitios más conocidos allí, no era nada más ni nada menos que Hofbräuhaus am Platzl, en otras palabras, la famosa cervecería propiedad del estado. Yo lo siento, pero también tenía que ir allí.

La cerveza estaba buenísima, nada que ver con las de otros sitios. Se podría decir que hoy es viernes de turismo, es lo único que pensaba hacer en toda la tarde, aparte de intentar relajarme un poco ya que hoy podía. También quería familiarizarme con las calles y conocer un poco más todo lo que me rodea.

Una vez que se fue el modo Leah turista, me fui a casa y me di una ducha calentita, la verdad es que me tenía que quitar la suciedad y la mierda que he cogido por sentarme en el césped. Pero lo tuve que hacer para disfrutar esas preciosas vistas del lago, la gente, sinceramente parecía una película. En conclusión, el parque fue de los mejores lugares que he visitado en toda mi vida.

No tenía muchas ganas de cenar, así que lo dejé pasar y como todos los días, me puse a escribir en el diario todo lo que había hecho hoy.

Cuando acabé me puse un poco de música, concretamente, starship, la verdad es que mi canción favorita es la de 'Nothing's gonna stop us now'. Es la ostia.

Había sido un día cansado, todo el rato para arriba y para abajo, por lo que no me fui muy tarde a dormir.

°°°
Cuando me desperté fui a desayunar, después me di una ducha con toda la tranquilidad del mundo, ya que estaba lloviendo y no podía salir a ningún sitio.

Sinceramente, estos días son los mejores. Sin duda, uno de los mejores momentos de la vida es cuando estás en tu cuarto escuchando llover mientras lees o haces otro tipo de actividad que te guste, esos momentos no tienen precio, simplemente valen oro.

Como he dicho antes, me puse a leer con la lluvia de fondo, es una sensación única y muy agradable. Aproximadamente una hora después, empezó una tormenta, dejé de leer y me tumbé sobre mi espalda a disfrutar del sonido de los truenos, ese sonido sí que relajaba y no los sonidos de mierda para meditar que se pone la gente.

Estuve un buen rato así, concretamente me levanté cuando los truenos pararon de sonar y también porque me entró el hambre, como no.

Después de comer entré en un estado de bloqueo, no sabía qué hacer. No tenía tareas pendientes, ya he leído, no puedo salir... Vale, tiré por una opción que me extraña que no se me haya ocurrido antes. Dibujar. Eso sí que relaja, sobretodo si te inventas el dibujo y haces como cuando escribes, plasmas tus sentimientos en él.

Pues opté por dibujar lo que mejor se me daba y lo único que solía dibujar, en conclusión, anime. Sí, nada mejor que ver un anime mientras dibujas personajes de otros.

Por fin terminé el dibujo, pero me sentí insatisfecha. Empecé otro, por qué no? Pero antes de nada, me hice un buen chocolate caliente, claro que le di un sorbo y lo alejé del folio, me conozco a la perfección y sé que soy capaz de mancharlo, lo digo por experiencia, y la verdad es que no me apetece mucho repetir lo que llevo.

Aunque todavía me queda medio dibujo sobrevivo con mi dosis de anime y chocolate caliente, eso es una mezcla perfecta para un día de lluvia que no sabes que hacer.

La gente me suele preguntar, por qué dibujo tanto o cómo aguanto para tirarme horas dibujando. Muy sencillo, de verdad que es muy simple, me gusta y no me canso, es más me relaja. Dos más dos, es que no tiene más, es como la gente que se pasa horas haciendo deporte o jugando a otro tipo de cosas, no se cansan?

Bien una vez finalicé el dibujo, lo colgué en la pared, literalmente ya la tengo llena de dibujos, fui colgandolos poco a poco y también hice alguno que otro.

Dejé la taza en la cocina y cumplí con mi rutina de siempre, escribir este maravilloso día y plasmarlo en el diario.

Me puse una serie, sí otro anime, se llama Given y es la polla. Ya me la había visto pero no sé cómo, de un momento para otro ya me la había terminado y también me había visto la película. Después ya sí que me fui a la cama, esta vez sí que no tenía otra cosa mejor que hacer, a pesar de que a mí me gusta mucho trasnochar.

Enséñame a volver a sentir ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora